Viñeta clínica: Un paciente de 57 años pintor y decorador de interiores se presenta a la consulta con un cuadro de 6 meses de evolución de dolor y rigidez en la rodilla izquierda. El comienzo de los síntomas fue insidioso y el dolor ha empeorado en las últimas semanas. |
¿Qué datos debe tener en cuenta?
- El dolor crónico de rodilla afecta a 1 de 4 individuos mayores de los 55 años. Los síntomas generalmente son leves a moderados. La osteoartritis es el diagnóstico más frecuente y se presenta con dolor al realizar actividad, limitación del movimiento, crepitación, inflamación intermitente y ausencia de síntomas constitucionales.
-No son necesarios análisis de laboratorio. Más del 70% de los pacientes con dolor crónico de rodilla tendrán evidencia radiográfica de osteoartritis.
- Identifique los signos y síntomas de alarma que indican una derivación urgente como: trauma significativo, sepsis, evidencia de inflamación local severa.
Investigue causas inflamatorias. Considere causas extraarticulares (dolor referido de cadera o espalda) y causas periarticulares como bursitis.
-Los indicadores útiles de pronóstico son el nivel de discapacidad, la severidad del dolor, el IMC y el estado psicológico. Es importante tener en cuenta el trabajo del paciente para decidir opciones de manejo.
-Debe estar atento a las comorbilidades que pueden afectar el dolor y su manejo (polimedicación, movilidad reducida).
Cómo debe tratar y aconsejar a su paciente:
Establezca un plan que permita al paciente controlar el dolor, disminuir la discapacidad y prevenir la progresión.
Observe ambas rodillas y compárelas.
Esto le ayudará para el diagnóstico diferencial. El examen básico debe incluir rango de movimiento (incluyendo la rotación de la cadera), fuerza muscular, estabilidad del ligamento, alteraciones en la alineación (vago – valgus). Recuerde que la ausencia de crepitantes y el alargamiento óseo no excluyen osteoartritis.
Escuche las preocupaciones del paciente y la causa probable de dolor o discapacidad, derribe los mitos sobre la artritis.
Mitos comunes sobre artritis:
- No tiene solución
- No se debe hacer ejercicio
- Solo personas mayores la padecen
- La cirugía siempre mejora
- Las únicas opciones de tratamiento son cirugía y paracetamol.
- No se puede trabajar si se tiene artritis.
Averigüe qué tratamiento ha realizado y bríndele material escrito y contactos de confianza que lo ayuden a comprender la enfermedad.
Las intervenciones no farmacológicas son una parte importante del tratamiento. Recomiende mantener la actividad, bajar de peso (si tiene sobrepeso o es obeso), indique una rutina de ejercicios y de ser necesario modifique su rutina laboral.
Revise el tratamiento que usaba el paciente, incluyendo suplementos y analgésicos de venta libre. Seguramente le pedirán consejo sobre los suplementos con glucosamina o condroitin sulfato, los resultados de estudios son diversos, y los más recientes han demostrado escaso beneficio sintomático.
La primera opción de tratamiento analgésico es el paracetamol. Informe sobre los riesgos y beneficios del consumo de AINES. Explique que se pueden evitar los efectos adversos o utilizar AINES tópicos. Los corticoides intrarticulares inyectables son otra opción a tener en cuenta para aliviar el dolor.
Recomiende o derive a su paciente a fisioterapia para que conozca los tratamientos no farmacológicos disponibles como la realización de ejercicios bajo supervisión, acupuntura, uso de bastones u otros elementos que lo ayuden a caminar y consejo sobre las actividades.
Si el paciente presenta un diagnóstico poco claro, signos de alarma, si necesita cirugía o si no responde al tratamiento considere derivarlo a un reumatólogo o traumatólogo.