Tratamiento

El escitalopram es un fármaco bien tolerado en monoterapia y en terapia coadyuvante

El escitalopram fue un fármaco seguro y bien tolerado en una muestra amplia de pacientes con trastornos del ánimo, tanto en monoterapia como en combinación con otros fármacos.

Autor/a: Dres. Dell'Osso B, Arici C, Altamura C y colaboradores

Fuente: Neuropsychiatric Disease and Treatment (9):205-209, 2013

Introducción

El escitalopram, un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina es un S enantiómero del citalopram. Este enantiómero está asociado con una mayor actividad antidepresiva en comparación con el enantiómero R que forma también parte del citalopram.

Esta sustancia fue aprobada en dosis de 20 mg por día para el tratamiento del trastorno depresivo mayor (TDM). Además, en varios países se usa para los trastornos de ansiedad como, por ejemplo, trastornos de pánico, trastorno de ansiedad generalizada y trastorno obsesivo compulsivo.

En relación con los efectos adversos, estos suceden más frecuentemente en las primeras ocho semanas de tratamiento y consisten en náuseas, insomnio, fatiga, diarrea, mareos, boca seca, somnolencia y problemas en la eyaculación. Con respecto a la seguridad cardiovascular, se observaron una prolongación del intervalo QT y arritmias ventriculares dependientes de la dosis.

Hasta la fecha, a pesar de que varios estudios evaluaron la tolerancia de este agente en pacientes con trastornos afectivos en el tratamiento de episodios agudos y a largo plazo, no se han realizado estudios que comparen la seguridad y tolerancia del escitalopram en monoterapia contra la politerapia. Es importante realizar estudios de esta índole, ya que los pacientes con trastornos del estado de ánimo suelen tener otros problemas físicos y mentales asociados y necesitan tomar varios fármacos.

El objetivo de esta investigación de carácter naturalístico consistió en evaluar la seguridad y tolerancia del escitalopram en una muestra amplia de pacientes con trastornos afectivos y comparar la aparición de efectos adversos en pacientes con monoterapia contra sujetos con politerapia.

La muestra consistió en 131 pacientes ambulatorios que se atendían en una clínica de trastornos del ánimo entre 2010 y 2011. Los participantes tenían el diagnóstico de trastornos del estado de ánimo o trastorno de ansiedad o ambos con el criterio del Diagnostic and Statistical Manual (DSM)-IV-TR. Si los individuos presentaban alguna comorbilidad, el trastorno anímico debía ser la patología primaria y haber sido el principal motivo de consulta. Los pacientes debían tener más de 18 años. Otro criterio de inclusión fue haber estado en tratamiento con escitalopram por al menos 1 mes como monoterapia o como terapia potenciadora de otros fármacos.

Métodos

El primer objetivo de esta investigación fue evaluar la seguridad y la tolerabilidad del escitalopram. Los pacientes informaron los efectos adversos que presentaron y se documentó la tasa de interrupción del tratamiento debido a estos. Además, se les especificó a los participantes que comunicaran cualquier síntoma de posible origen cardíaco como, por ejemplo, palpitaciones, mareos o síncope, acontecidos durante el tratamiento. En esos casos, se pautó realizar un electrocardiograma para descartar arritmias malignas.

Al final del período de observación, que constaba como mínimo de 4 semanas, los pacientes fueron divididos en dos grupos, los que recibían monoterapia y los que tenían al escitalopram como fármaco coadyuvante. A los participantes de este último grupo, se los dividió según los otros fármacos que estaban recibiendo, tales como estabilizadores del ánimo, otros antidepresivos o antipsicóticos.

La muestra consistió en 49 hombres y 82 mujeres. El 40.4% eran mayores de 60 años. El diagnóstico más frecuente fue TDM seguido de trastorno bipolar y un pequeño porcentaje de sujetos con trastorno de ansiedad generalizada.

El 51.1% de los pacientes recibieron escitalopram como única terapia, mientras que el 48.9% de los participantes se encontraban en el grupo de politerapia. Este último grupo incluyó a pacientes con mayores tasas de comorbilidad y mayor duración de las enfermedades en comparación con el grupo que solo recibió escitalopram.

Resultados

El escitalopram fue bien tolerado en la muestra de pacientes con trastornos del estado de ánimo, tanto en monoterapia como en politerapia e, incluso, en los adultos mayores que participaron del estudio. Solo el 5.3% de los sujetos presentaron efectos adversos que consistieron en insomnio, náuseas y mareos.

No hubo diferencias significativas en la tolerabilidad del agente en el grupo de tratamiento con monoterapia en comparación con el grupo que recibía varios fármacos. Los efectos adversos fueron leves, pasajeros y ningún paciente abandonó el tratamiento debido a ellos. En general, los pacientes se mantuvieron en tratamiento por más de un año. No se informaron efectos adversos cardiovasculares, por lo cual no se necesitó realizar ningún electrocardiograma.

Discusión

La bibliografía reciente mostró que el escitalopram afectaba el intervalo QTc por un mecanismo dependiente de la dosis. Sin embargo, en un estudio realizado con pacientes que recientemente habían tenido un evento coronario agudo, se demostró que el escitalopram fue bien tolerado en esta población. En este estudio tampoco se informaron efectos adversos de origen cardiológico, pero se debe tener en cuenta que no se realizaron estudios cardíacos de rutina.

La información obtenida de este estudio sugiere que esta sustancia podría ser usada con seguridad en combinación con otros fármacos, por ejemplo, antidepresivos, estabilizadores del ánimo y antipsicóticos. Hay estudios que demuestran mayor eficacia cuando se administra la terapia combinada comparada con la monoterapia sin por ello disminuir la tolerabilidad.

En este estudio no se encontraron diferencias en la aparición de los efectos adversos en relación con la edad de los participantes. Este agente podría administrarse a las personas mayores sin necesidad de ajustar la dosis. Tampoco el sexo influyó en la aparición de efectos adversos.

Conclusión

Este estudio demostró que el escitalopram fue un fármaco seguro y bien tolerado en una muestra amplia de pacientes con trastornos del estado de ánimo, tanto en monoterapia como en combinación con otros agentes. Los resultados no presentaron variaciones en relación con el sexo o la edad de los participantes. Esta investigación fue de diseño abierto, por lo cual se necesitarán estudios a doble ciego, controlados con placebo, para confirmar los hallazgos.

SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica