La Sociedad Americana de Hematología, la organización profesional más grande dedicada al estudio de las causas y tratamientos de las enfermedades de la sangre publicó en “Blood”, el Journal de la American Society of Hematology una lista de tests, procedimientos y tratamientos que no siempre son necesarios como parte de la iniciativa Choosing Wisely. Se trata de cinco recomendaciones basadas en la evidencia disponible según el criterio de la necesidad y el daño eventual de ciertas prácticas.
Recomendaciones
- No transfunda más que la cantidad mínima de unidades de glóbulos rojos imprescindible para el alivio de los síntomas de anemia o para devolver al paciente a niveles seguros de hemoglobina (7 a 8 g/dl en pacientes internados estables no cardíacos).
Fundamento: La transfusión de la mínima dosis efectiva de glóbulos rojos se recomienda ya que la estrategia de transfusión “liberal” no mejora la evolución cuando se la compara con la “restrictiva”. Las transfusiones innecesarias generan costos y exponen a los pacientes a potenciales efectos adversos sin ningún beneficio. Los clínicos deberían evitar la administración rutinaria de 2 unidades de glóbulos rojos cuando una sola es suficiente y a usar dosificaciones orientadas por el peso en niños.
- No use filtros de vena cava inferior de manera rutinaria en pacientes con tromboembolismo venoso agudo.
Fundamento: Los filtros de vena cava son costosos, pueden ocasionar daño y su uso no tiene una base muy sustentada por evidencias. La principal indicación de estos dispositivos son los pacientes con tromboembolismo venoso agudo y una contraindicación para la anticoagulación como el sangrado activo o el alto riesgo de sangrado. Unas pocas indicaciones pueden ser razonables en algunos casos como los enfermos que presentan tromboembolismo pulmonar pese a una efectiva anticoagulación o pacientes con embolismo pulmonar masivo y una pobre reserva cardio-pulmonar. Los filtros removibles son preferibles frente a los permanentes cuando el riesgo de embolismo pulmonar haya sido resuelto o cuando la anticoagulación resulte segura.
- No realice tests de trombofilia en pacientes adultos con tromboembolismo venoso con factores de riesgo transitorios mayores como: cirugía, trauma o inmovilización prolongada.
Fundamento: Los tests de trombofilia son costosos y pueden ocasionar daño a los pacientes si la duración de la anticoagulación es inapropiadamente prolongada o si se clasifica incorrectamente al caso como trombofilia. Los tests de trombofilia no modifican el manejo de la trombosis venosa profunda en presencia de factores de riesgo mayores. Cuando la TVP ocurre en el contexto de un embarazo o de terapia hormonal, o cuando hay una fuerte historia familiar más un factor de riesgo transitorio mayor el rol de los estudios es complejo y el clínico debería solicitar el asesoramiento de un experto.
- No administre plasma o concentrados de complejo de protrombina para revertir el efecto de los antagonistas de la vitamina K en situaciones que no sean de emergencia como: sangrado mayor, hemorragia intracraneal o antes de una cirugía de emergencia).
Fundamento: Los productos derivados de la sangre pueden ocasionar serio daño a los pacientes, son costosos y raramente están indicados para revertir el efecto de los antagonistas de la vitamina K. En situaciones que no constituyan una emergencia los valores del RIN son mejor normalizados suspendiendo los fármacos antagonistas y/o administrando vitamina K.
- Limite la vigilancia con tomografía computada en pacientes asintomáticos después de un tratamiento curativo de un linfoma agresivo.
Fundamento: La vigilancia mediante TAC en pacientes asintomáticos en remisión de formas agresivas de linfoma no Hogdkin puede resultar peligrosa por la acumulación de pequeñas dosis de radiación capaces de inducir malignidad. También resulta costoso y nos existen evidencias de que mejore la supervivencia. Los médicos deben ser estimulados para evaluar cuidadosamente los posibles beneficios de este procedimiento contra sus eventuales riesgos por exposición a la radiación. Dada la decreciente probabilidad de recaídas a medida que transcurre el tiempo y la falta de pruebas acerca de su beneficio, las tomografías en pacientes asintomáticos después de los dos años de completado el tratamiento raramente están indicadas.
*Referencia: The ASH Choosing Wisely® Campaign: five hematologic tests and treatments to question. Lisa K. Hicks1,*, Harriet Bering2, Kenneth R. Carson3, Judith Kleinerman4, Vishal Kukreti5, Alice Ma6, Brigitta U. Mueller7, Sarah H. O'Brien8, Marcelo Pasquini9, Ravindra Sarode10, Lawrence Solberg Jr.11, Adam E. Haynes12, and Mark A. Crowther13 doi: 10.1182/blood-2013-07-518423