1. No trate la bacteriuria asintomática con antibióticos. |
El uso inadecuado de antibióticos para tratar la bacteriuria asintomática o el hallazgo de un número significativo de bacterias en la orina que ocurre sin síntomas como ardor o micción frecuente, es un importante contribuyente al uso excesivo de antibióticos en los pacientes.
Con la excepción de las embarazadas, los pacientes sometidos a cirugía de próstata u otra cirugía urológica invasiva y los pacientes con trasplante de riñón o de páncreas dentro del primer año de recibir el trasplante, el uso de antibióticos para tratar la bacteriuria asintomática no es clínicamente beneficioso y no mejora la morbilidad o la mortalidad.
La presencia de un catéter urinario aumenta el riesgo de bacteriuria, sin embargo, el uso de antibióticos no disminuye la incidencia de la infección sintomática asociada a catéter urinario (infección urinaria), y a menos que haya síntomas relacionados con el tracto urinario o síntomas sin causa identificable, asociados al catéter, la bacteriuria asintomática no requiere la detección ni el tratamiento antibiótico.
El tratamiento excesivo de la bacteriuria asintomática con antibióticos no sólo es costoso, también puede conducir a la infección por Clostridium difficile y a la aparición de patógenos resistentes lo que plantea plantear cuestiones relacionadas con la seguridad y calidad de vida del paciente.
2. Evite la prescripción de antibióticos para las infecciones del tracto respiratorio superior. |
La mayoría de las infecciones agudas del tracto respiratorio superior son de etiología viral por lo que el uso de un tratamiento antibiótico resulta ineficaz, inadecuado y potencialmente perjudicial.
Sin embargo, la infección demostrada por el Estreptococo Grupo A (faringitis estreptocócica) y la tos ferina (tos convulsa) sí deben tratarse con terapia antibiótica.
El tratamiento sintomático para las infecciones del tracto respiratorio superior debe ser dirigido a maximizar el alivio de los síntomas más prominentes. Es importante que los profesionales de la salud tengan un diálogo con sus pacientes y proporcionen educación sobre las consecuencias del mal uso de los antibióticos en las infecciones virales, que pueden conducir a un aumento de los costos, de la resistencia a los antimicrobianos y a los efectos adversos.
3. No utilice terapia con antibióticos para la dermatitis por estasis de las extremidades inferiores. |
La dermatitis por estasis es comúnmente tratada con antibióticos, lo que puede ser el resultado de un diagnóstico equivocado o de la falta de conocimiento de la fisiopatología de la enfermedad.
El estándar de cuidado para el tratamiento de la dermatitis por estasis que afecta las extremidades inferiores es una combinación de elevación de la pierna y compresión. La elevación de la zona afectada acelera la mejoría mediante la promoción del drenaje por gravedad del edema y de las sustancias inflamatorias. El uso rutinario de antibióticos orales no mejora las tasas de curación y puede resultar en hospitalizaciones innecesarias, aumento de los costos de atención de salud y en potencial de daño al paciente.
4. Evite las pruebas para una infección por Clostridium difficile en ausencia de diarrea. |
Las pruebas para Clostridium difficile o sus toxinas se debe realizar solamente en casos de deposiciones diarreicas (sin forma) a menos que se sospeche íleo por C. difficile.
Debido a que la portación del Clostidium difficile está aumentado en los pacientes con terapia antimicrobiana y entro los hospitalizados, sólo la presencia de heces diarreicas justifican hacer el análisis. En ausencia de diarrea, la presencia de C. difficile solo indica que el paciente es portador y no se debe tratar y, por tanto, tampoco realizar ningún test de diagnóstico.
5. Evite los antibióticos profilácticos para el tratamiento del prolapso de la válvula mitral. |
La profilaxis antibiótica ya no está indicada en los pacientes con prolapso de la válvula mitral para la prevención de la endocarditis infecciosa. El riesgo de efectos adversos asociados al uso de antibióticos excede al beneficio (si es que existe) de la terapia profiláctica con antibióticos. El uso limitado de la profilaxis probablemente reducirá la selección no deseada de cepas resistentes a los antibióticos y sus graves consecuencias como la colitis asociada a Clostidium difficile.