Introducción
La retinopatía serosa central es una patología que se caracteriza por la acumulación de fluidos subretinianos en el polo posterior. La disfunción del epitelio pigmentario retiniano e hipepermeabilidad de los vasos coroidales pueden contribuir a su etiología, mientras que estados de hipercortisolismo podrían disparar episodios de dicha patología. En el presente estudio se describen tres casos en los que se utilizó rifampicina oral para inducir el metabolismo de corticosteroides y se siguieron los casos utilizando tomografía de coherencia óptica de dominio espectral (SD-OCT).
Caso 1:
Hombre de 51 años que se presenta con mala visión en ojo derecho durante muchos años, diagnosticado con retinopatía serosa central con fluidos subretinianos por 6 años. La agudeza visual mejor corregida al momento de su presentación era de 20/50 en ojo derecho y 20/20 en ojo izquierdo, con fluidos subfoveales según la SD-OCT. (Fig. 1A). Comienza tratamiento con rifampicina oral, 600 mg diarios, luego de controlar la función hepática.
A la semana del tratamiento, la agudeza visual mejor corregida mejoró a 20/30 en el ojo derecho, con una casi total resolución de los fluidos subretinianos y ciertas molestias estomacales. A las 3 semanas, se discontinuó el tratamiento por síntomas hepáticos. Al mes de haber discontinuado, se resolvieron los fluidos subretinianos en ojo derecho (Fig. 1 B) y a los 4 meses del tratamiento, la agudeza visual mejoró a 20/25 en el mismo ojo.
Al año del tratamiento, volvió a empeorar y presenta fluidos subretinianos recurrentes en SD-OCT. (Fig 2 A). Comenzó con 300 mg diarios de rifampicina, pero al mes presentó mialgias en todo el cuerpo, insomnio y erupciones en brazos y cara. Los valores de la función hepática estaban un poco elevados. Se discontinuó el tratamiento y se resolvieron los síntomas. A las dos semanas, los fluidos subretinianos habían disminuido (Fig. 2 B). A los 8 meses del tratamiento, la agudeza visual mejor corregida del ojo derecho había mejorado a 20/30, sin fluidos subretinianos en SD-OCT (Fig. 2 C).
Fig 1 y 2. Caso 1
Caso 2:
Hombre de 33 años derivado por visión borrosa durante 9 semanas. Negó haber experimentado episodios anteriores, pero reconoció encontrarse bajo estrés laboral. Su agudeza visual mejor corregida era de 20/20 en ojo derecho y 20/50 en ojo izquierdo. Se intentó realizar angiografía fluoresceínica, pero el paciente se quejo de vértigo y nauseas, perdiendo el conocimiento brevemente. Al completarse el estudio, se observaron fluidos en ojo izquierdo, confirmados por SD-OCT (Fig. 3 A-C). Se diagnosticó retinopatía serosa central y el paciente optó por la observación. A los 8 meses, el paciente volvió y aunque la visión del ojo izquierdo había mejorado a 20/30, persistían los fluidos subretinianos (Fig. 3 D).El paciente aceptó comenzar el tratamiento con rifampicina, 300 mg diarios. A las dos semanas, el paciente regresó habiendo discontinuado el tratamiento. La agudeza visual mejor corregida era de 20/20 en ambos ojos y la SD-OCT mostró la resolución total de los fluidos subretinianos en ojo izquierdo. (Fig. 3E).
Caso 3:
Hombre de 41 años derivado por visión borrosa en ojo derecho, durante un año y fluidos subretinianos. La agudeza visual mejor corregida era de 20/100 en ojo derecho y 20/30 en ojo izquierdo. La tomografía mostró líquidos subretinianos en ojo derecho, indicando retinopatía serosa central. El paciente eligió el tratamiento con rifampicina. La función hepática y niveles de cortisol eran normales y se comenzó un tratamiento de dos meses de rifampicina oral (300 mg. diarios). La OCT enviada electrónicamente desde el exterior, mostró una mejoría gradual (no se muestra). A los 6 meses de seguimiento, la agudeza visual mejor corregida del ojo derecho mejoró a 20/50 con resolución total de fluidos subretinianos en la SD-OCT. (Fig. 4 B).
Fig. 3. Caso 2
Fig 4. Caso 3
Nueve meses después, el paciente volvió con 20/70 en ojo derecho y fluidos subretinianos (Fig. 5A). Recomenzó el tratamiento de 300 mg diarios de rifampicina. Volvió a los cuatro meses con una agudeza visual de 20/40, sin fluidos subretinianos, a pesar de desprendimientos persistentes del epitelio pigmentario y fluido intrarretiniano leve (Fig. 5B). La fundoscopia (fig 5 C-D), mostró indicios de una nueva membrana neovascular coroidal o edema macular cistoide. Se discutieron tratamientos para la patología y nuevo examen a las 6 semanas.
Fig 5 Caso 3
La rifampicina sirve para metabolizar los corticosteroides, que contribuyen al desarrollo de la retinopatía serosa central. La terapia fotodinámica con verteporfin ha demostrado resolver los fluidos subretinianos en 93,4% de los pacientes, pero requiere acceso intravenoso, que no todos los pacientes pueden tolerar, como se vio en el caso 2, en el que la rifampicina fue efectiva. Los efectos adversos incluyen erupciones, problemas gastrointestinales y también complicaciones graves como hepatitis y síndrome de Stevens-Johnson por lo que debe controlarse previamente la función hepática.
Conclusiones: Según esta reducida serie de casos la rifampicina es eficaz para mejorar la agudeza visual y la reabsorción de fluidos subretinianos, deben seguir realizándose estudios de casos y controles.
Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de oftalmología