Calidad óptica y parámetros de la superficie ocular

Efecto de gotas conteniendo lípidos vs. hialuronato de sodio

Comparación del tratamiento con gotas conteniendo lípidos y gotas con hialuronato de sodio en casos de disfunción de glándulas de Meibomio.

Autor/a: Kata Miháltz, PhD, Eva Maria Faschinger y colaboradores

Fuente: Cornea 2018;0:1–7.

Indice
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2. Referencias bibliográficas
Introducción

Recientemente se ha actualizado la definición del síndrome de ojo seco agregando al diagnóstico la pérdida de homeostasis de la película lagrimal y asignando un rol etiológico a las anormalidades neurosensoriales. Asimismo, se confirmó que la disfunción de las glándulas meibomianas es una de las principales causas del ojo seco evaporativo, con una prevalencia de 3,5 a 70% en distintas publicaciones.

La diversidad de la cifras se debe a diferentes criterios de diagnóstico. A pesar de las diversas definiciones de la patología, casi todas mencionan síntomas oculares como irritación ocular, molestias, dolor, alteraciones visuales, todos difíciles de medir objetivamente.

Los pacientes informan visión borrosa fluctuante o cansancio ocular, lo que no puede verificarse mediante pruebas visuales comunes.

La aberrometría es una técnica objetiva para detectar problemas en la calidad óptica en casos de ojo seco y evaluar el efecto del tratamiento.

Intentando aliviar los síntomas de ojo seco se comenzó a utilizar hialuronato de sodio para hidratar la superficie y evitar la deshidratación . Su eficacia y seguridad han sido demostradas en diversos estudios.

La deficiencia de la capa lípida de la película lagrimal en casos de disfunción de las glándulas de meibomio, tiene como resultado la evaporación e hiperosmolaridad.

Al sumar lípidos a las lágrimas artificiales se puede aumentar el espesor de la capa lípida de la película lagrimal. En el presente estudio se intentó determinar cuál de los dos tratamientos proporciona mayor confort al paciente.

Pacientes y métodos:

La homeostasis es la capacidad del ojo de mantener su función normal a pesar de condiciones adversas

Participaron 60 ojos de 30 pacientes con ojo seco leve a moderado. Cada paciente recibió tratamiento con gotas conteniendo lípidos o hialuronato de sodio aleatoriamente. Se registraron puntajes de los síntomas oculares, tiempo de ruptura, test de Schirmer, tinción con fluoresceína, meibografía  y aberrometría antes de comenzar el tratamiento y a los tres meses.

De acuerdo con la definición más reciente de la Sociedad de superficie ocular y película lagrimal, “el ojo seco es una patología multifactorial de la superficie ocular caracterizada por la pérdida de homeostasis de la película lagrimal”.

La homeostasis es la capacidad del ojo de mantener su función normal a pesar de condiciones adversas. Se cree que en las etapas iniciales del síndrome de ojo seco, este mecanismo compensador se mantiene intacto hasta cierto grado.

Se pudo confirmar esto en nuestro estudio. Antes del comienzo del tratamiento, el índice de disfunción de las glándulas de meibomio estuvo significativamente correlacionado con el test de Schirmer, lo que muestra que la secreción lagrimal (reflejada por el valor de Schirmer) está relacionada con la gravedad de la perdida de glándulas meibomianas. Esto indicaría que hay un incremento de la producción de lágrimas como compensación a la disfunción de las glándulas de Meibomio.

Normalmente, el ojo seco se divide en dos tipos: con deficiencia acuosa y evaporativo. El mal funcionamiento de las glándulas de meibomio está asociado al ojo seco evaporativo. Hay cada vez más pruebas de que la disfunción de las glándulas de meibomio puede existir sin signos aparentes de inflamación del párpado o de obstrucción. Este tipo de patología está asociado con la edad, uso de lentes de contacto, uso de pantallas de video o incluso cirugía refractiva.

El tratamiento con hialuronato de sodio, se ha comprobado que mejora la retención de agua sobre la superficie corneal, estimula la migración epitelial y cicatrización de heridas corneales, mejorando significativamente la tinción corneal, el tiempo de ruptura y síntomas subjetivos.

Las gotas con lípidos aumentan el espesor de la capa lípida de la película lagrimal, mejora los valores de Schirmer, la tinción corneal , tiempo de ruptura y síntomas subjetivos. En nuestro estudio, ambas formulas utilizadas fueron libres de conservantes. Realizamos las pruebas de control a los tres meses de tratamiento.

De acuerdo con lo que pudimos observar ambos tratamientos son eficaces. Con respecto a la seguridad, dos pacientes del grupo lípidos discontinuó el tratamiento por irritación local, picazón, ardor y visón borrosa y tres pacientes no se presentaron al control, mientras que en el grupo hialuronato dos pacientes estuvieron ausentes a los controles.

Con respecto a las aberraciones oculares y calidad óptica, en principio no se observaron efectos con ninguno de los dos tratamientos, esto puede deberse a que todos los pacientes padecían ojo seco leve a moderado.

Cuando analizamos los pacientes separándolos de acuerdo a la gravedad de pérdida  de glándulas de meibomio, observamos que los que tenían una pérdida superior a 50% mejoraron algunas aberraciones (cociente de Strehl y MTF) luego del tratamiento con lípidos.

Por lo tanto, nuestros resultados confirman que en formas menos graves de disfunción de glándulas de meibomio, tanto el hialuronato de sodio como los lípidos mejoran los parámetros de la película lagrimal y los síntomas oculares en igual medida. Cuando la perdida de glándulas de meibomio supera el 50%, el tratamiento con lípidos es más eficaz en la mejora de parámetros de calidad óptica que con el hialuronato de sodio.

De acuerdo con lo observado, creemos que a medida que avanza la disfunción de las glándulas de meibomio la capa lípida de la película lagrimal se afina y el tratamiento acuoso nos es tan efectivo como las gotas conteniendo lípidos que evitan la evaporación de lágrimas.

Conclusiones:

Las gotas oftálmicas conteniendo lípidos fueron superiores a las que contenían hialuronato de sodio para mejorar las aberraciones y calidad óptica de pacientes con disfunción de glándulas de meibomio avanzada. Deberán realizarse nuevas investigaciones con mayor cantidad de participantes para confirmar estos resultados.

Resumen y comentario objetivo: Dr. Martín Mocorrea