Ventajas del tratamiento multidisciplinario

Dolor neuropático crónico

La consideración de los factores cognitivos y psicológicos que afectan la evolución es de utilidad para mejorar la respuesta al tratamiento.

Autor/a: Shaygan M, Shaygan M, Kröner-Herwig B y colaboradores

Fuente: Journal of Pain Research 2018(11):2433-2443, Ago 2018

Introducción y objetivos

El dolor neuropático se asocia con un nivel elevado de intensidad, discapacidad y afectación del estado de ánimo. Su tratamiento no resulta simple y es frecuente observar resistencia. Según lo observado en diferentes estudios, el abordaje multidisciplinario puede beneficiar a los pacientes con dolor crónico, aunque la información sobre su utilidad en individuos con dolor neuropático es escasa.

En la actualidad, se sabe que el dolor y la discapacidad son influenciados por cuadros somáticos y por factores sociales y psicológicos vinculados con el procesamiento de experiencias estresantes. Asimismo, se considera que la aceptación del dolor juega un papel importante en términos de adaptación al síntoma y a los problemas que este conlleva.

Los resultados del tratamiento multidisciplinario del dolor dependen de las características sociodemográficas, clínicas y psicológicas de cada individuo. No obstante, los resultados de los estudios disponibles al respecto son heterogéneos. Además, la información existente sobre el dolor neuropático en particular es escasa, a pesar de su gravedad en comparación con otros tipos de dolor.

En el presente estudio se evaluó la utilidad del tratamiento multidisciplinario, en términos de mejoría del dolor neuropático, al considerar la intensidad del dolor y la discapacidad generada por este. Además, los autores analizaron los cambios psicológicos relacionados con la depresión, la aceptación del dolor y la catastrofización ante la aplicación del tratamiento.

Finalmente, se analizó la asociación entre los cambios psicológicos observados luego del tratamiento, durante el seguimiento y la evolución a largo plazo en términos de dolor y discapacidad. Los autores se propusieron evaluar si los cambios psicológicos predicen la evolución a largo plazo de los pacientes con dolor neuropático.

Pacientes y métodos

Participaron 141 pacientes con dolor neuropático crónico, de 18 años o más, internados con el fin de cumplir un programa multidisciplinario de tratamiento en el Red Cross Hospital, ubicado en la ciudad de Kassel, Alemania.

Los diagnósticos relacionados con el dolor incluyeron: la neuralgia posherpética, el síndrome de dolor regional complejo tipo II, el dolor neuropático central, la polineuropatía, la neuralgia del trigémino y la radiculopatía crónica.

Los participantes fueron incluidos en un programa terapéutico multidisciplinario de 15 días de duración, durante los cuales los participantes permanecieron internados. Cada paciente fue evaluado por especialistas involucrados en el tratamiento del dolor, que incluyeron neurólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, psicoterapeutas y trabajadores sociales.

El abordaje incluyó farmacoterapia, fisioterapia y psicoterapia.

Las estrategias psicoterapéuticas incluyeron el asesoramiento psicológico, las intervenciones cognitivo-conductuales, las estrategias de autoayuda y la adquisición de habilidades para el enfoque del dolor. Cada paciente recibió un abordaje grupal e individual de acuerdo con sus necesidades.

Las evaluaciones se llevaron a cabo al inicio del estudio, al finalizar el programa terapéutico y una vez transcurridos 3 meses de evolución. La intensidad del dolor fue evaluada mediante una escala numérica. Para valorar la discapacidad relacionada con el dolor se aplicó el Pain Disability Index (PDI).

La frecuencia del dolor y el antecedente del síntoma se evaluaron mediante una entrevista directa al paciente, en tanto que la cronicidad fue analizada mediante el Mainz Pain Staging System (MPSS).

Con el fin de evaluar la sintomatología depresiva, los autores aplicaron la Center for Epidemiological Studies Depression Scale, en tanto que la catastrofización se analizó mediante la Pain Catastrophizing Scale (PCS). La medición de la aceptación del dolor tuvo lugar mediante el Chronic Pain Acceptance Questionnaire.

Los datos obtenidos antes del tratamiento fueron analizados mediante estadísticas descriptivas. Los factores predictivos del resultado terapéutico se evaluaron con un análisis de regresión múltiple y univariado. Dicho análisis permitió valorar la asociación entre cada factor predictor potencial y cada variable relacionada con la evolución clínica.

Las variables dependientes fueron el cambio de intensidad del dolor y del nivel de discapacidad entre el período anterior y el final del tratamiento. Las variables con un nivel estadístico de asociación fueron incluidas en un análisis de regresión múltiple que incluyó la evaluación de las características de los pacientes y su relación con el parámetro de interés.

En segundo lugar, se tuvieron en cuenta los cambios de las variables de interés luego del tratamiento, incluidas las variables psicológicas. Los análisis se llevaron a cabo mediante el programa SPSS, versión 21.

Resultados

Participaron 141 pacientes con dolor neuropático crónico, de una media de 60.13 años, en su mayoría de sexo femenino (64%) y casados (61%).

El nivel de dolor durante la semana previa al inicio del estudio fue, en promedio, de 6.8 puntos. El período de evolución del dolor fue de 7.64 años y, en la mayoría de los pacientes, superó el año. El período de internación para la aplicación del programa terapéutico multidisciplinario fue de 14.92 días en promedio.

Los resultados del análisis de varianza indicaron un efecto significativo del tiempo transcurrido sobre la intensidad del dolor y la discapacidad.

La depresión, la aceptación del dolor y la catastrofización tuvieron un efecto significativo al considerar el tiempo.

Puede señalarse que el tratamiento multidisciplinario generó una mejoría significativa del dolor. El 81% de los pacientes presentó un cambio significativo de la intensidad del dolor al comparar el período anterior al tratamiento con el posterior a este, en tanto que cerca del 49% informó una mejoría significativa entre la etapa anterior al tratamiento y el período de seguimiento.

Los predictores psicológicos indicaron cambios significativos, en términos de mejoría de la aceptación del dolor y de la catastrofización entre la etapa anterior al tratamiento y la posterior a este, así como durante la evaluación efectuada en el período de seguimiento.

En cambio, la depresión mejoró significativamente al considerar el cambio entre el lapso previo al tratamiento y el posterior a este, pero no se observó la misma mejoría cuando se comparó el período anterior al tratamiento frente al período de seguimiento.

Los resultados de los modelos de regresión univariados indicaron que el sexo, la intensidad inicial del dolor y el cambio de la intensidad del dolor luego del tratamiento se asociaron en forma significativa con el cambio de intensidad del dolor observado a los 3 meses de seguimiento.

El cambio del nivel de discapacidad entre el período anterior al tratamiento y la evaluación de seguimiento predijo significativamente el efecto de la terapia sobre la intensidad del dolor.

Las variables predictivas psicológicas evaluadas antes de iniciar el tratamiento y una vez finalizado este, no influyeron sobre la evolución clínica, en términos de intensidad del dolor, luego de 3 meses de seguimiento. No obstante, los cambios de dichas variables entre el inicio del tratamiento y el periodo de seguimiento predijeron la intensidad del dolor durante el seguimiento.

Los resultados del tratamiento, en términos de discapacidad generada por el dolor, se correlacionaron en forma significativa con el antecedente de dolor y el nivel inicial de discapacidad. Tanto la intensidad del dolor como la discapacidad generada por este se correlacionaron en forma significativa con los antecedentes de dolor y con el nivel de discapacidad observados al inicio del tratamiento.

No se registró un efecto predictivo significativo de las variables psicológicas evaluadas al inicio del estudio y al final del tratamiento, aunque durante el período de seguimiento se halló una influencia significativa de los cambios de las variables psicológicas sobre la intensidad del dolor.

Los análisis de regresión múltiple indicaron que la intensidad del dolor al inicio del estudio fue un predictor significativo. Los cambios del nivel de aceptación del dolor y catastrofización entre el período anterior al tratamiento y el período de seguimiento contribuyeron con la predicción del cambio de intensidad del dolor.

El antecedente de dolor y el nivel de discapacidad al inicio de la terapia se asociaron en forma significativa con el cambio del nivel de discapacidad observado con posterioridad.

Además, los cambios del nivel de depresión luego del tratamiento y durante el seguimiento se relacionaron con la evolución a largo plazo, en tanto que el cambio del nivel de aceptación del dolor y de catastrofización contribuyeron en forma significativa con la predicción de la evolución, en términos de discapacidad.  

Discusión

En coincidencia con lo esperado, el abordaje terapéutico multidisciplinario intensivo de los pacientes con dolor neuropático generó una mejoría significativa del dolor, asociada con reducción de la intensidad y de la discapacidad observadas una vez finalizado el tratamiento y durante el período de seguimiento.

De acuerdo con los resultados de otros estudios, con frecuencia el tratamiento de los pacientes con dolor neuropático no es exitoso.

Los resultados del presente estudio permiten destacar la importancia de la inclusión de abordajes psicosociales en el esquema terapéutico, ya que tanto la intensidad del dolor percibido como la respuesta al síntoma se encuentran afectados por factores fisiológicos, psicológicos y sociales.

La aplicación de un tratamiento multidisciplinario generó una modificación significativa del nivel de aceptación del dolor, catastrofización y depresión. Dicha mejoría se mantuvo durante un período de seguimiento de 3 meses de duración, con excepción de lo observado en cuanto a la depresión. Este hallazgo coincide con lo informado en otros estudios.

Es necesario contar con trabajos que permitan evaluar la utilidad del tratamiento a largo plazo en términos de mejoría de la depresión, en pacientes con dolor neuropático. Los autores destacan la importancia del abordaje biopsicosocial a la hora de tratar a los individuos con dolor neuropático.

La evolución fue más favorable en pacientes con niveles elevados de aceptación del dolor al inicio del tratamiento. Asimismo, la modificación de la aceptación del dolor y de la catastrofización predijeron la evolución de seguimiento, en términos de intensidad del dolor y discapacidad.

Estos resultados coinciden con lo informado por otros autores. Es posible que los pacientes que aceptan el dolor en mayor medida tengan una capacidad superior para transitar experiencias no controlables, lo cual disminuye la frecuencia de conductas evitativas.

Otro resultado para destacar fue la asociación entre los cambios del nivel de catastrofización entre el inicio del estudio y la evaluación de seguimiento, y los cambios de la intensidad del dolor y de la discapacidad generada por este.

Este resultado también fue informado por otros autores. Es posible que la creencia de empeoramiento del dolor y la falta de ayuda para afrontarlo, es decir la catastrofización, aumente la percepción de la experiencia de dolor.

Si bien no fue posible detectar asociaciones causales, puede sugerirse que la modificación de la intensidad del dolor y de la discapacidad observadas durante el seguimiento pueden explicarse en términos de cambios cognitivos.

Es importante incluir estrategias para la prevención de las recaídas con el fin de aumentar la probabilidad de mantener los beneficios del tratamiento.

En este sentido, la mejoría de los síntomas depresivos puede ser de utilidad para superar la pérdida de interés en las actividades cotidianas y, en consecuencia, disminuir la discapacidad. Es posible que existan variables psicológicas específicas que se asocian con parámetros, también específicos, de evolución en pacientes con dolor crónico.

Entre las limitaciones del presente estudio, los autores mencionaron la ausencia de un grupo control. Además, los pacientes incluidos eran atendidos en una sola institución, lo cual limita la generalización de los resultados. Finalmente, las variables psicológicas fueron evaluadas mediante herramientas autoadministradas. Es necesario contar con más investigaciones que permitan obtener conclusiones definitivas.

Conclusión
  • La aplicación de modelos cognitivo-conductuales indicó la importancia de las creencias, emociones y las conductas relacionadas con el dolor, en términos de evolución a largo plazo luego del tratamiento multidisciplinario en pacientes con dolor neuropático.
     
  • La identificación de las cogniciones y emociones que afectan la evolución del paciente con dolor puede ser de utilidad para mejorar y mantener la respuesta al tratamiento.

 SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica