Estudio en niños

¿Cuál es el valor de la piuria en la infección urinaria?

Las pautas sobre el recuento de glóbulos blancos podrían ayudar a los médicos a recetar antibióticos antes

Objetivos:

La precisión de la piuria para la infección del tracto urinario (ITU) varía con la concentración de orina. Nuestro objetivo de este estudio fue determinar el punto de corte óptimo de glóbulos blancos (WBC) para UTI en niños pequeños a diferentes concentraciones de orina medidas por la gravedad específica de la orina.

Métodos:

Estudio transversal retrospectivo de niños <24 meses de edad evaluados en el servicio de urgencias por sospecha de IU con análisis de orina y urocultivo emparejados durante un período de 6 años.

El resultado primario fue el resultado positivo del cultivo de orina, como se describe en los umbrales de cultivo de la guía de práctica clínica de la Academia Estadounidense de Pediatría.

Las características de la prueba para los puntos de corte de piuria microscópica y esterasa leucocitaria (LE) positiva se calcularon en 3 grupos de gravedad específica de la orina: baja <1.011, moderada 1.011 a 1.020 y alta> 1.020.

Resultados:

Del total de 24.171 pacientes analizados, el urocultivo fue positivo en 2003 (8,3%). La orina se obtuvo mediante cateterismo transuretral de entrada y salida en el 97,9%.

Los puntos de corte óptimos de WBC por campo de alta potencia (HPF) fueron 3 (razón de verosimilitud positiva [LR +] 10.5; razón de verosimilitud negativa [LR−] 0.12) en baja, 6 (LR + 12; LR− 0.14) en moderada y 8 (LR + 11.1; LR - 0.35) a altas concentraciones de orina.

Las razones de probabilidad para LE positivo pequeño desde concentraciones de orina bajas a altas (LR + 25.2, LR− 0.12; LR + 33.1, LR− 0.15; LR + 37.6, LR− 0.41) permanecieron excelentes.

Conclusiones:

  • El punto de corte óptimo de la piuria en la predicción de los resultados positivos del cultivo de orina cambia con la concentración de orina en niños pequeños.
     
  • Los umbrales de piuria de 3 leucocitos por HPF a concentraciones bajas de orina, mientras que 8 leucocitos por HPF a concentraciones altas de orina tienen un valor predictivo óptimo para UTI.
     
  • El LE positivo es un fuerte predictor de UTI independientemente de la concentración de orina.

Un estudio dirigido por investigadores de UT Southwestern y Children's Health define parámetros para la cantidad de glóbulos blancos que deben estar presentes en la orina de los niños en diferentes concentraciones para sugerir una infección del tracto urinario (ITU). Los hallazgos, publicados recientemente en Pediatrics, podrían ayudar a acelerar el tratamiento de esta afección común y prevenir complicaciones potencialmente de por vida.

Las infecciones urinarias representan hasta el 7 por ciento de las fiebres en niños de hasta 24 meses de edad y son un factor común de las visitas a la sala de emergencias de los hospitales. Sin embargo, dice el líder del estudio Shahid Nadeem, MD, profesor asistente de pediatría en UTSW, así como médico del departamento de emergencias y nefrólogo pediátrico del Children's Medical Center Dallas, estas infecciones bacterianas en bebés y niños pequeños pueden ser difíciles de diagnosticar porque sus síntomas son similares a otras condiciones que causan fiebre.

Si el diagnóstico se retrasa, explica, una UTI puede convertirse en una infección grave que puede tener consecuencias duraderas. Por ejemplo, las cicatrices renales relacionadas con UTI se han relacionado con hipertensión y enfermedad renal crónica en etapas posteriores de la vida.

Para diagnosticar una UTI, los médicos deben realizar un cultivo de una muestra de orina y esperar a que crezca una bacteria reveladora en una placa de Petri que contenga nutrientes. Sin embargo, dice Nadeem, este proceso puede demorar hasta dos días, lo que retrasa el tratamiento.

En consecuencia, él y otros médicos generalmente confían en analizar en la orina una proteína ligada a los glóbulos blancos conocida como esterasa leucocitaria (LE), y luego confirman la presencia de glóbulos blancos, un signo de actividad inmunológica, buscándolos en la orina debajo de un microscopio.

En los niños, agrega, la cantidad de glóbulos blancos puede ser muy variable, y parte de esta variación se debe potencialmente a la variación de la concentración de orina.

Como tal, se desconoce qué umbral de número de glóbulos blancos debe usarse para comenzar a tratar una UTI sospechada según la concentración de orina.

Para determinar estos parámetros, Nadeem y sus colegas buscaron registros médicos de niños menores de 24 meses que fueron llevados al departamento de emergencias del Centro Médico Infantil entre enero de 2012 y diciembre de 2017 con una infección urinaria sospechosa y se les realizó un análisis de orina, en el cual se evaluó la concentración de la orina y la presencia de LE y glóbulos blancos, y un cultivo de orina. La búsqueda arrojó 24.171 pacientes, 2.003 de los cuales fueron diagnosticados con una infección urinaria basada en urocultivo.

Utilizando la gravedad específica de la orina (la densidad de la orina en comparación con el agua, una medida que sirve como sustituto de la concentración) y la cantidad de glóbulos blancos presentes en el campo de un microscopio de alta potencia, los investigadores establecieron puntos de corte para tres grupos de concentración de orina: para concentraciones bajas de orina, los niños solo necesitaban tres glóbulos blancos para sospechar una infección urinaria; para concentraciones de orina moderadas, ese número fue seis; y para altas concentraciones, fue ocho.

Para cada uno de estos grupos de concentración, la esterasa leucocitaria se mantuvo constante, dice Nadeem, lo que sugiere que es un buen desencadenante para analizar la orina en busca de glóbulos blancos.

Saber cuántos glóbulos blancos tienden a estar presentes en las muestras de orina en diferentes concentraciones en niños con infecciones urinarias podría ayudar a los médicos a comenzar a tratar estas infecciones antes de recibir los resultados del cultivo de orina, agrega, brindando alivio a los pacientes y sus padres y previniendo complicaciones.

"Cuanto antes podamos comenzar el tratamiento, mejor será para estos pacientes jóvenes", dice Nadeem. "Nuestros resultados agregan más información a las cajas de herramientas de los médicos para tomar esta decisión".