Hasta menos de un cuarto de los médicos se considera capacitado para diagnosticar un tipo particular de demencia, la frontotemporal, lo cual impide retrasar la progresión o empeoramiento de los síntomas. El dato surge de un relevamiento sobre 596 profesionales de distintas especialidades, desde neurología y psiquiatría hasta clínica médica y geriatría, realizado en varios países de América Latina.
La demencia frontotemporal es un espectro de enfermedades en las que existe una degeneración progresiva de ciertas áreas del cerebro. En el caso puntual de la variante “frontal”, los pacientes desarrollan apatía, falta de empatía, desinhibición y conductas inapropiadas; muestran conductas perseverantes y repetitivas; y suelen tener afectada sus funciones ejecutivas.
El trabajo publicado en la revista Molecular Neuroscience revela que, si bien la mayoría de los profesionales se sienten preparados para hacer un diagnóstico de demencia, fuera del campo de la neurología y la psiquiatría no se valoran –en general– las herramientas cognitivas en el diagnóstico diferencial. “Por ejemplo, muchos médicos subestiman el rol de la evaluación cognitiva en el diagnóstico de demencia frontotemporal, mientras que otros sobrevaluan la importancia de ciertos estudios complementarios”, puntualizó a la Agencia CyTA uno de los autores, el doctor Ezequiel Gleichgerrcht, investigador en neurociencias cognitivas del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y profesor asociado de la Universidad Favaloro.
Según Gleichgerrcht, sin herramientas clínicas apropiadas los médicos pueden confundir el diagnóstico con otras demencias e incluso con el trastorno esquizofrénico de comienzo tardío, la enfermedad bipolar de larga data y el trastorno por déficit de atención/hiperactividad del adulto mayor.
Gleichgerrcht y los otros autores del estudio –Daniel Flichtentrei, director de contenidos del portal de salud intramed.net y Facundo Manes, director de INECO y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro– recomendaron que se “masifique el conocimiento de la demencia y sus diagnósticos diferenciales y de cómo derivar a estos pacientes al especialista, así como también abordarlos desde el punto de vista terapéutico”.
El diagnóstico oportuno de la demencia es fundamental, subrayó Gleichgerrcht. “Si bien hoy no existe una cura para esta condición, el diagnóstico más temprano permite diseñar algunas estrategias (como un plan de estimulación cognitiva y de entrenamiento conductual) para retrasar la progresión de los síntomas y, a la vez, posibilita trabajar mejor el estrés que se genera en el círculo del paciente”.
Un estudio regional revela datos que lo confirman
Falta de capacitación de los médicos sobre la demencia frontotemporal
En algunas especialidades, menos del 25 por ciento de los profesionales encuestados aseguró estar en condiciones de diagnosticar este tipo de degeneración progresiva de ciertas áreas del cerebro.
Fuente: Agencia CyTA – Instituto Leloir