Por Frederik Joelving
NUEVA YORK (Reuters Health) - La terapia conductual ayuda a los adultos con el síndrome de Tourette a controlar los tics tan vergonzosos, y a veces inapropiados, que produce ese trastorno neurológico.
"Es una maravillosa alternativa a los medicamentos", resumió Sabine Wilhelm, directora del Programa de Trastorno Obsesivo Compulsivo y Trastornos Relacionados del Hospital General de Massachusetts, en Boston, y autora principal del estudio.
"Es algo que había generado gran expectativa en el campo porque finalmente podremos tratar los trastornos neurológicos con intervenciones psicológicas", agregó.
Se estima que tres de cada 1.000 niños padecen el síndrome de Tourette, que no es tan común en los adultos. El trastorno hace que la persona repita movimientos involuntarios o sonidos molestos, los llamados tics.
A veces, esos tics son más complejos, como caminar o dar vueltas, y pueden alterar las actividades en la escuela o el trabajo.
"A veces, los pacientes tienen tics que hacen que se lesionen", dijo Wilhelm, cuyos resultados publica Archives of General Psychiatry.
No tiene cura, pero en ocasiones se usan fármacos como los antipsicóticos para controlar los síntomas con efectos adversos, como sedación, problemas del movimiento o aumento de peso.
El equipo de Wilhelm puso a prueba un nuevo tipo de terapia, llamada Intervención Conductual Exhaustiva para los Tics (CBIT, por su nombre en inglés), derivada de una técnica conductual previa.
La autora explicó que la intervención crea conciencia de los tics y sus disparadores, de modo que la persona los puede controlar antes de que sea demasiado tarde, y enseña cómo contrarrestarlos de manera sutil.
El equipo dividió en dos grupos a 122 mayores de 16 años con Tourette o un trastorno de tics crónicos. Un grupo concurrió a ocho sesiones de CBIT y el otro (control) recibió asesoramiento y folletos informativos.
Al final del entrenamiento, el 38 por ciento del grupo tratado con CBIT había mejorado mucho, comparado con apenas el 6 por ciento del grupo de control.
Además, el uso de la CBIT redujo un 26 por ciento la gravedad y la frecuencia de los tics, más del doble observado en el grupo de control.
"Los pacientes estaban muy agradecidos. Nos dijeron cosas como 'Ahora puedo controlar mis tics, siento que domino mi cuerpo'. En los tres a seis meses de seguimiento, la mejoría se mantuvo", comentó Wilhelm.
Con su equipo estuvo trabajando con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su sigla en inglés) para entrenar a profesionales de la salud en el uso de la CBIT. Ya hay más de 2.000 profesionales entrenados.
"Ambos estudios sobre la terapia conductual (...) son, lejos, los más grandes realizados hasta ahora sobre el tratamiento del síndrome de Tourette", dijo Wilhelm a Reuters Health.
La experta agregó que el próximo paso sería comparar la terapia conductual con los fármacos. "Este es sólo un primer paso", finalizó Wilhelm.
FUENTE: Archives of General Psychiatry, agosto del 2012