Un estudio halló una mayor calidad de vida tras la derivación que con la angioplastia, que es menos invasiva.
En general, mientras menos invasivo es un procedimiento quirúrgico, mejor. Pero eso no es necesariamente verdad para las personas con diabetes.
Una investigación reciente halló unas tasas de mortalidad más bajas y menos ataques cardiacos en los diabéticos que se habían sometido a un procedimiento de corazón abierto conocido como injerto de derivación de la arteria coronaria (IDAC), en comparación con los que se sometieron a una angioplastia coronaria con dilatadores, que es menos invasiva. La angioplastia también se conoce como intervención coronaria percutánea (ICP).
Ahora, un nuevo estudio del mismo grupo de pacientes reporta que también tienen una mejor calidad de vida tras el procedimiento de derivación más invasivo.
"La recuperación y la calidad de vida temprana fue inmediatamente mejor con la ICP, lo que no es sorprendente dada la naturaleza menos invasiva de ese procedimiento. Pero entre seis meses y dos años, hubo menos [dolor de pecho], un rendimiento físico y una calidad de vida ligeramente mejores con la IDAC", aseguró el autor principal del estudio, el Dr. David Cohen, director de investigación cardiovascular del Instituto Cardiaco del Centro de EE. UU. St. Luke en Kansas City, Missouri.
Los resultados aparecen en la edición del 16 de octubre de la revista Journal of the American Medical Association.
La angioplastia es un procedimiento común para abrir los vasos sanguíneos bloqueados que llevan sangre al corazón. Un catéter especial con un balón en la punta se inserta en el vaso sanguíneo, por lo general en la pierna, y luego se conduce al área que rodea al corazón. Si se halla un bloqueo, se puede abrir al inflar el balón. Para mantener el vaso sanguíneo abierto, los médicos con frecuencia insertan un pequeño tubo de malla (dilatador) en el vaso sanguíneo, explica la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).
En la cirugía de injerto de derivación de la arteria coronaria, un cirujano toma vasos sanguíneos de otras partes del cuerpo y los utiliza para redirigir el flujo sanguíneo alrededor del vaso sanguíneo bloqueado. Aunque la cirugía es muy efectiva, es más invasiva que la angioplastia y requiere un periodo de recuperación más largo tanto dentro como fuera del hospital.
Varios estudios anteriores han mostrado que la cirugía de derivación es en general el procedimiento preferido para los diabéticos. Cohen apuntó que hay varios motivos de que el procedimiento más invasivo sea mejor. "Las personas con diabetes tienden a tener una anatomía distinta y más comorbilidades [otras afecciones de salud existentes]. Sus vasos sanguíneos tienden a ser más pequeños, y tienen más enfermedad vascular periférica y más insuficiencia renal, que se sabe son malas para las personas que someten a una ICP", apuntó.
Un experto en diabetes explicó por qué el tratamiento menos invasivo no es necesariamente la mejor opción.
"La ICP tiende a arreglar solo algo pequeño a la vez, pero las personas con diabetes tienen una enfermedad muy difusa", apuntó el Dr. Joel Zonszein, director del centro clínico de diabetes del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva York. "Usualmente no se trata de un solo vaso sanguíneo, sino de varios. Y no se ve la obstrucción total, pero si se observan los vasos sanguíneos, están bastante enfermos, probablemente parte del proceso inflamatorio. El proceso de enfermedad es muy distinto en las personas con diabetes, y por eso el tratamiento más agresivo funciona mejor".
Aunque estudios anteriores han hallado que la cirugía de derivación con frecuencia es mejor para los diabéticos, Cohen y colaboradores prensaban que debido a las mejoras en la angioplastia y los dilatadores, había llegado el momento de comparar el procedimiento una vez más.
Los investigadores reclutaron a 1,900 diabéticos de 18 países para participar en el estudio. La mayoría sufrían de diabetes tipo 2, y todos tenían problemas conocidos en más de un vaso sanguíneo. La edad promedio era de 63 años y el 72 por ciento de los pacientes eran hombres.
Los voluntarios del estudio se asignaron al azar a recibir una cirugía de derivación o una angioplastia como tratamiento inicial entre 2005 y 2010.
Los participantes completaron cuestionarios para evaluar sus niveles de dolor de pecho (angina), limitaciones físicas y calidad de vida al inicio del estudio, y un mes, seis meses, doce meses y anualmente después de eso.
Cohen comentó que en resultados reportados anteriormente de este ensayo, hubo unas tasas más bajas de mortalidad y menos ataques cardiacos en el grupo de la cirugía de derivación. Anotó que el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) fue más alto en ese grupo. Sin embargo, Cohen añadió que la tasa general de ACV fue baja tras cinco años con cualquiera de los tratamientos.
Entre seis meses y dos años tras el tratamiento inicial, los que se sometieron al injerto de derivación de la arteria coronaria reportaron menos dolor de pecho, menos limitaciones físicas y una mejor calidad de vida, según el estudio. Tras dos años, no existían diferencias significativas entre los dos grupos respecto a estos resultados reportados por los pacientes.
"Si las personas con diabetes tienen una enfermedad de la arteria coronaria grave con síntomas, deben tener una conversación a fondo con el médico sobre los procedimientos de revascularización disponibles. Las directrices otorgan una preferencia marcada al IDAC, pero el tratamiento debe ser individualizado", señaló Cohen.
Zonszein se mostró de acuerdo en que el injerto de derivación de la arteria coronaria por lo general "es el procedimiento adecuado para los pacientes diabéticos con síntomas". Añadió que este estudio también apunta a la importancia de intentar prevenir la enfermedad vascular en primer lugar. Los medicamentos para reducir el colesterol, la presión arterial y la glucemia son importantes para los diabéticos, enfatizó.
FUENTES: David Cohen, M.D., M.Sc., director, cardiovascular research, St. Luke's Mid America Heart Institute, and professor of medicine, University of Missouri-Kansas City School of Medicine, Kansas City, Mo.; Joel Zonszein, M.D., professor, clinical medicine, Albert Einstein College of Medicine, and director, clinical diabetes center, Montefiore Medical Center, New York City; Oct. 16, 2013, Journal of the American Medical Association.
Mejor calidad de vida
By pass podría ser mejor que la angioplastia en diabéticos
La derivación podría superar a la angioplastia para los diabéticos con enfermedad cardiaca.
Fuente: Medlineplus