Por Andrew M. Seaman
Una terapia cognitiva conductual familiar mejora significativamente los síntomas en niños de cinco años con trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
El tratamiento conductual, que incluye la participación activa de los padres y es efectivo en niños y adolescentes, logró buenos resultados en casi tres cuartos de los niños pequeños que participaron de un nuevo estudio, según revelaron las evaluaciones objetivas.
"Los resultados realmente destacan este modelo de terapia cognitiva conductual (TCC) familiar como tratamiento de primera elección para niños con TOC", sostuvo la autora principal, Jennifer Freeman, de la Escuela de Medicina Alpert de Brown University, la Clínica de Investigación de la Ansiedad Pediátrica del Hospital de Rhode Island y del Programa Intensivo para el Trastorno Obsesivo Compulsivo del Hospital Bradley, Providence, Rhode Island.
Las personas con TOC padecen un conjunto de compulsiones que les alteran las actividades diarias.
Por ejemplo, un temor intenso a que algo malo suceda, a menos que repitan ciertas acciones. Es un trastorno que se hereda en la familia, según informaron los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NHI, por su sigla en inglés). Aún se desconoce su causa.
El TOC afecta a 2,2 millones de adultos estadounidenses; los NHI estiman que un tercio tuvo síntomas en la niñez.
El equipo de Freeman publica en JAMA Psychiatry que, hasta ahora, existía poca evidencia de qué estrategia es efectiva en los más pequeños con TOC. Entonces, los investigadores, que son de tres hospitales universitarios de Estados Unidos, organizaron en dos grupos a 127 niños de entre cinco y ocho años.
Un grupo de 63 niños recibió una versión de la TCC familiar diseñada para atender las necesidades de los niños y sus padres. La terapia refuerza la comprensión, el manejo y la reducción de los síntomas del TOC mediante la teoría y la práctica con ejercicios.
Otro grupo de 64 niños realizó terapia de relajación en familia, pero sin ocuparse del TOC (grupo control).
Ambas intervenciones duraron 14 semanas. Luego, un evaluador independiente informó que el 72 por ciento de los niños tratados con la TCC había mejorado "mucho" o "bastante", comparado con el 41 por ciento de los niños del grupo control.
Para Freeman, la evaluación demuestra que la calidad de vida de los niños y los padres mejoró significativamente: las compulsiones de los niños disminuyeron y no alteraban tanto sus actividades cotidianas. También se redujo la gravedad de los síntomas del TOC con la TCC versus la relajación.
La autora comentó que con su equipo está analizando los resultados en los niños después de las 14 semanas de estudio para determinar si los efectos de la TCC se mantienen durante meses o años.
"Eso nos ayudará a comprender los próximos pasos a seguir", indicó Anne Marie Albano, directora de la Clínica de Ansiedad y Trastornos Asociados de Columbia University, Nueva York, que no participó del estudio.
FUENTE: JAMA Psychiatry