Por Allison Bond
NUEVA YORK (Reuters Health) - El agua residual de las ciudades y los hospitales libera al ambiente algunas bacterias resistentes a los antibióticos, según revela un estudio de Francia.
Y aunque las plantas de tratamiento reducen esa posibilidad, el proceso potencia la proporción de bacterias resistentes.
El estudio se concentró en la E. coli, una bacteria que reside en los intestinos de muchos animales saludables y los seres humanos, pero algunas de sus cepas contaminan los alimentos.
La resistencia a los antibióticos que desarrollan algunas bacterias, incluida la E. coli, es un problema creciente. Las bacterias pueden adquirir los genes de la resistencia de otras bacterias portadoras. También se puede propagar a través de los cultivos irrigados con agua que contiene esos microorganismos.
"Estas bacterias multirresistentes son las que más se detectan en los hospitales de Francia y de muchos países", dijo el autor, Xavier Bertrand, microbiólogo de la Universidad del Franco Condado, Besanzón, Francia.
En Clinical Infectious Diseases, el equipo de Bertrand publica los resultados de la reunión y el análisis de las muestras de 11 sitios de la red de agua residual de Besanzón. Dos de esos sitios contenían agua de hospitales universitarios. El resto provenía de la ciudad y la lluvia. El agua estudiada no se había utilizado en granjas. Las muestras se recolectaron semanalmente durante 10 semanas.
Todas las muestras contenían E. coli y el 96 por ciento incluía cepas resistentes. La cantidad promedio de bacterias E. coli presente en el agua residual de la ciudad era dos veces más alta que en el agua hospitalaria.
Luego del tratamiento del agua residual para devolverla al ambiente, el número de cepas de E-coli resistentes se redujo un 94 por ciento. Pero la proporción se duplicó durante el tratamiento (el 0,3 por ciento de E. coli portaba un gen de la resistencia al inicio del proceso versus el 0,6 por ciento al final).
Aunque algunas ciudades, como Wichita Falls, Texas, volvieron a reciclar el agua residual por la sequía, los expertos opinan que los resultados no significan demasiado para la población que consume el agua corriente de las redes de Estados Unidos.
Esto es porque el agua pasa por muchos procesos para eliminar las bacterias y otras sustancias contaminantes. Además, Estados Unidos impone límites aceptables de bacterias en el agua residual tratada, según explicó John Scott Meschke, microbiólogo de University of Washington, Seattle.
Cada planta de tratamiento debe cumplir con ciertos estándares, como la cantidad de bacterias y de oxígeno del agua. El agua no debe incluir ningún tipo de E. coli para considerarla apta para el consumo humano.
Aun así, la importancia del agua residual como una fuente de resistencia antibiótica tiene que investigarse.
"La preocupación inmediata es el riesgo de que las bacterias portadoras de esos genes contaminen el agua de uso recreativo, como los lagos y los ríos", no el agua de consumo, señaló Meschke.
Las infecciones que causan estas bacterias resistentes son más difíciles de tratar que las infecciones por gérmenes no resistentes a los medicamentos.
La red de suministro de agua potable de Estados Unidos, según aclaró Meschke, está desinfectada, de modo que las bacterias en el agua de consumo humano "no es algo de lo que tengamos que preocuparnos".
FUENTE: Clinical Infectious Diseases
Resistentes a los antibióticos
El agua residual, una fuente de bacterias
"Estas bacterias multirresistentes son las que más se detectan en los hospitales de Francia y de muchos países".