Robert Preidt
Las personas que sufren de una enfermedad intestinal inflamatoria (EII), como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerativa, tienen un mayor riesgo de un trastorno de ansiedad, sobre todo las mujeres, sugiere un estudio reciente.
Las EII son un conjunto de trastornos que provocan una inflamación crónica en el tracto digestivo.
"Los pacientes de EII se enfrentan a problemas físicos crónicos sustanciales asociados con la enfermedad", dijo la autora líder, Esme Fuller-Thompson, profesora de la Universidad de Toronto, en un comunicado de prensa de la universidad. "El sufrimiento adicional de los trastornos de ansiedad hace que la vida sea mucho más difícil, de forma que hay que abordar este 'doble peligro'".
Los autores del estudio observaron a 269 adultos canadienses que habían sido diagnosticados con una EII. Encontraron que esos pacientes eran dos veces más propensos a sufrir de un trastorno de ansiedad generalizada en algún momento de sus vidas que los adultos sin Crohn ni colitis.
Y en las mujeres, el riesgo era cuatro veces mayor que en los hombres, hallaron los investigadores.
Además, las personas con una enfermedad intestinal inflamatoria y antecedentes de abuso sexual en la niñez presentaban un riesgo seis veces más alto de un trastorno de ansiedad. Y los que tenían Crohn o colitis y reportaron un dolor crónico de moderado a severo eran el doble de propensos a tener un trastorno de ansiedad que los que sufrían de un dolor leve o no tenían dolor, reveló el estudio.
Aunque el estudio encontró una asociación entre las personas con una EII y las probabilidades de un trastorno de ansiedad, no se diseñó para probar una relación causal entre estas afecciones.
Los hallazgos aparecen en una edición reciente en línea de la revista Inflammatory Bowel Diseases.
"El estudio llama la atención a la necesidad de una evaluación rutinaria e intervenciones dirigidas para los trastornos de ansiedad. En particular entre los pacientes de EII más vulnerables: las mujeres, los individuos con dolor crónico, y los que tienen antecedentes de abuso sexual en la niñez", dijo en el comunicado de prensa de la Universidad de Toronto la coautora del estudio, Joanne Sulman, profesora adjunta de la universidad.
El estudio también resalta el vínculo entre la salud física y la salud mental, según Patrick McGowan, profesor asistente de ciencias biológicas de la Universidad de Toronto. McGowan no participó directamente en el estudio.
"A veces pensamos que las dos cosas son entidades completamente separadas, pero la realidad es que están íntimamente vinculadas. Ambas conllevan cambios físicos genuinos en el cuerpo, y se afectan entre sí", dijo McGowan en el comunicado de prensa.
FUENTE: University of Toronto
Necesidad de evaluaciones rutinarias
Asocian a la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa con la ansiedad
Las mujeres están en mayor riesgo de este 'doble peligro'
Fuente: Medlineplus