Razones psicológicas y sociales

Asocian la psoriasis con un riesgo mayor de depresión

La vergüenza, la incomodidad y las preocupaciones sobre los efectos secundarios de los medicamentos podrían estar influyendo

Fuente: Medlineplus

Las personas con psoriasis podrían tener el doble de probabilidades de sufrir una depresión que las que no padecen de esa afección habitual de la piel, independientemente de su gravedad, según un estudio reciente.

"La psoriasis en general es una enfermedad muy visible", dijo el autor del estudio, el Dr. Roger Ho, profesor asistente de dermatología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, en la ciudad de Nueva York. "Los pacientes con psoriasis tienen miedo a la estigmatización pública de esta enfermedad visible y les preocupa el modo en que las personas no familiarizadas con la enfermedad puedan percibirles o interactuar con ellos".

Los factores genéticos o biológicos podrían también estar influyendo en el vínculo entre la depresión y la psoriasis, algo que requiere de más investigación, comentó. De cualquier manera, los hallazgos significan que todos los individuos con psoriasis podrían beneficiarse de una evaluación de la depresión, señaló Ho, y sus amigos y familiares también deberían ser conscientes de esta conexión.

Los hallazgos fueron presentados el jueves en la reunión de la Academia Americana de Dermatología (American Academy of Dermatology) en la ciudad de Nueva York. Todavía no se han publicado en una revista revisada por profesionales, por lo que se deben considerar preliminares.

La mayoría de las personas con psoriasis tienen manchas rojas en la piel que sobresalen, cubiertas con escamas de un color blanco plateado, indicaron los investigadores. Estas manchas normalmente aparecen en el cuero cabelludo, los hombros, las rodillas, la parte inferior de la espalda, las manos y los pies.

Los investigadores analizaron las respuestas de más de 12,000 adultos estadounidenses en la Encuesta nacional de examen sobre salud y nutrición de 2009-2012, realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

En general, casi el 3 por ciento de los encuestados reportaron que tenían psoriasis, y aproximadamente el 8 por ciento sufrían una depresión mayor en función de sus respuestas a una evaluación de la depresión. Entre los que tenían psoriasis, el 16.5 por ciento presentaban los síntomas suficientes para un diagnóstico de depresión mayor.

Los que tenían psoriasis en cualquier grado tenían el doble de probabilidades de tener depresión incluso tras tomar en cuenta la edad, el sexo, la raza, el peso, el nivel de actividad física, el consumo de alcohol y los antecedentes de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular, diabetes y si fumaban o no, según los investigadores.

La depresión es uno de los problemas graves a los que alguien con psoriasis debería estar atento, dijo la Dra. Delphine Lee, dermatóloga en el Instituto Oncológico John Wayne del Centro de Salud Providence Saint John de Santa Mónica, California.

"Los pacientes con psoriasis deberían ser conscientes de que hay otros problemas de salud asociados con esta afección, incluyendo las enfermedades cardiovasculares y metabólicas, como la diabetes, además de trastornos psicológicos o psiquiátricos", señaló Lee. "Abordar su salud más allá de la piel es fundamental para maximizar la calidad de vida de una persona".

Varios aspectos del afrontamiento de la psoriasis podrían contribuir a la depresión, señaló la Dra. Doris Day, dermatóloga en el Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York.

Lo que importa más que la gravedad es la localización de las manchas, dijo. Algunos de sus pacientes no usan pantalones cortos si están en sus piernas o no tienen citas con nadie porque se sienten avergonzados por las manchas rojas que hay en su piel, añadió.

"Además, dado que es una enfermedad crónica, no se sabe si va a empeorar ni tampoco se puede librar de ella temporalmente", comentó Day. "Se usan tratamientos tópicos todo el año, pero tan pronto como se deja de hacer, vuelve a aparecer. Es muy deprimente, y puede afectar a su autoestima y a su calidad de vida".

La ansiedad con respecto al modo en que la psoriasis y su tratamiento podrían afectar a la salud en el futuro también podría contribuir a la depresión, explicó Day.

"Es antiestético, puede picar, a las personas les preocupa que se extienda a otras partes del cuerpo, les preocupan los efectos secundarios de los medicamentos, les preocupa la artritis psoriásica, les preocupa tomar medicamentos cuando están embarazadas y les preocupa que sus hijos lo hereden", dijo.

Day recomendó que las personas con psoriasis busquen un tratamiento de salud mental para llegar al fondo de su depresión.

"Se trata de una conexión emocional y de averiguar qué es lo que ocurre con esta afección que está afectando a alguien del modo que sea", explicó Day.

No buscar ayuda puede hacer que las cosas empeoren, dijo el Dr. Tien Nguyen, dermatólogo del Centro Médico Conmemorativo Orange Coast en Fountain Valley, California.

"La psoriasis puede provocar un malestar emocional grave", dijo, e indicó que algunos pacientes podrían tener pensamientos suicidas o realizar intentos de suicidio. "Se sabe que el estrés provoca la exacerbación de la psoriasis, de modo que esto llevará a un círculo vicioso".

Day añadió que es muy importante seguir acudiendo a un dermatólogo para enterarse de los nuevos medicamentos que haya disponibles.

"Hay algunos nuevos tratamientos realmente sorprendentes que tienen un perfil muy alto de seguridad y que ofrecen una limpieza excelente con un resultados duraderos", dijo Day.


FUENTES: Roger S. Ho, M.D., M.S., M.P.H., F.A.A.D., Ronald O. Perelman Department of Dermatology, New York University School of Medicine, New York City; Delphine Lee, M.D., Ph.D., dermatologist and director, Carolyn Dirks and Brett Dougherty Laboratory for Cancer Research and department of translational immunology, John Wayne Cancer Institute, Providence Saint John's Health Center in Santa Monica, Calif.; Tien Nguyen, M.D., dermatologist, Orange Coast Memorial Medical Center, Fountain Valley, Calif.; Doris Day, M.D., dermatologist, Lenox Hill Hospital, New York City; abstract, American Academy of Dermatology meeting