Sufrir de diabetes tipo 1 podría aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, pero reducir el riesgo de otros, sugiere un estudio reciente.
Se observó un riesgo más elevado de cánceres del estómago, el hígado, el páncreas, el endometrio, los ovarios y los riñones. Sin embargo, se observó un riesgo más bajo de cáncer de próstata y de mama, reportaron los investigadores.
En la diabetes tipo 1, el cuerpo no puede producir la hormona insulina, que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. Las personas con diabetes tipo 1 deben ser tratadas con insulina para sobrevivir.
La buena noticia de este estudio, según la investigadora Sarah Wild, es que no parece que el tratamiento con insulina sea responsable del aumento en el riesgo de ciertos cánceres, algo que había sido una preocupación.
"Este patrón de riesgo de cáncer [observado en este estudio] es similar al que se ve en las personas con diabetes tipo 2 y en las personas con sobrepeso", comentó Wild, profesora de epidemiología de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido. "Esto sugiere que el tratamiento con insulina para la diabetes tipo 1 en sí no aumenta el riesgo de cáncer".
Y Wild señaló que los nuevos hallazgos solo muestran una asociación entre la diabetes tipo 1 y un mayor riesgo de cáncer, no que la diabetes tipo 1 sea una causa directa del aumento en el riesgo.
Otro experto en diabetes dijo que no está claro que haya una relación causal entre la diabetes tipo 1 y el riesgo de cáncer.
"Debemos considerar los hallazgos [de los autores del nuevo estudio] con precaución", dijo el Dr. Joel Zonszein, director del Centro Clínico de la Diabetes del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva York. "Los pacientes con diabetes tienen suficientes problemas, no necesitan que el cáncer sea otra de sus complicaciones".
Dijo que la falta de un motivo plausible de que la diabetes tipo 1 pudiera provocar un aumento en ciertos tipos de cáncer le hace sospechar que los hallazgos del estudio podrían tener otra explicación.
Zonszein planteó que es posible que los pacientes del estudio fueran mal diagnosticados o mal clasificados en los registros nacionales utilizados para la investigación. Algunos podrían haber tenido diabetes tipo 2, en lugar de diabetes tipo 1, sugirió. Esta confusión podría haber ocurrido porque todos los pacientes que los investigadores observaron recibían insulina, dijo.
Los hallazgos del informe aparecen en la edición del 29 de febrero de la revista Diabetologia.
Para el estudio, Wild y sus colaboradores recolectaron datos de registros nacionales sobre más de 9,000 cánceres que sufrían personas que tenían diabetes tipo 1 de Australia, Dinamarca, Finlandia, Escocia y Suecia. Compararon a las personas con diabetes tipo 1 con personas de la población general de cada país.
Al observar todos los cánceres en combinación, el equipo de Wild no encontró un aumento en el riesgo de cáncer en los hombres con diabetes tipo 1. Pero las mujeres con diabetes tipo 1 experimentaron un aumento del 7 por ciento en el riesgo de cáncer, señalaron los autores del estudio.
La falta de un riesgo general de cáncer en los hombres con diabetes tipo 1 se debió sobre todo a una reducción aparente del 44 por ciento en el riesgo de cáncer de próstata, apuntó Wild.
Cuando se eliminaron del análisis los datos de los cánceres específicos según el sexo (como el de próstata y de mama), se observó un aumento en el riesgo de cáncer tanto en los hombres como en las mujeres con diabetes tipo 1. El aumento en el riesgo fue de un 15 por ciento en los hombres y de un 17 por ciento en las mujeres, dijeron los investigadores.
La diabetes tipo 1 se vinculó con un riesgo de cáncer de estómago un 23 por ciento más alto en los hombres, y con un aumento del 78 por ciento en las mujeres, halló el estudio. En cuanto al cáncer de hígado, el riesgo de los hombres con diabetes tipo 1 se duplicó, mientras que el riesgo fue un 55 por ciento más alto en las mujeres, señalaron los autores del estudio.
Pero las mujeres con diabetes tipo 1 tenían un 10 por ciento menos de probabilidades de desarrollar un cáncer de mama, dijo Wild.
Dado que muchos de esos cánceres son poco comunes, el riesgo real es leve, añadió Wild.
Además, el riego de cáncer pareció ser más alto poco después del diagnóstico de diabetes tipo 1, comentó. En el primer año tras un diagnóstico de diabetes, el riesgo de cáncer aumentó en más del doble en ambos sexos. Cuanto más tiempo había sufrido una persona de diabetes tipo 1, más bajas eran las probabilidades de un diagnóstico de cáncer, señaló.
Después de unos 20 años, el riesgo de cáncer bajó hasta equipararse con el de la población general en los hombres. En las mujeres, el riesgo se redujo casi a la normalidad en apenas cinco años, según el estudio.
El aumento reportado en el riesgo de cáncer poco después de un diagnóstico de diabetes tipo 1 podría deberse a la detección de cánceres que ya existían, sugirieron los investigadores.
Aunque la diabetes tipo 1 no se ha vinculado con factores del estilo de vida como la diabetes tipo 2, Wild anotó que los cambios en el estilo de vida podrían ayudar a reducir el riesgo de cáncer.
"Los cambios en el estilo de vida para reducir el riesgo de cáncer, como evitar fumar [y mejorar] la gestión del peso y la actividad física, son importantes para las personas con diabetes tipo 1, sobre todo porque esos factores afectan al riesgo de varios de esos cánceres", dijo Wild.
FUENTES: Sarah Wild, Ph.D., professor, epidemiology, University of Edinburgh, United Kingdom; Joel Zonszein, M.D., director, Clinical Diabetes Center, Montefiore Medical Center, New York City; Feb. 29, 2016, Diabetologia