¿Cuál es la mejor forma de abandonar un hábito de fumar?
Una nueva investigación sugiere que dejar de fumar de repente supera a un método más gradual.
El estudio encontró que tras cuatro semanas, casi la mitad de los que habían dejado de hacerlo "de golpe" seguían sin fumar. Pero entre las personas que abandonaron el hábito de forma gradual en un periodo de dos semanas, solo el 39 por ciento seguían sin fumar a las cuatro semanas, dijeron los investigadores.
"La mayoría de personas pensaban que ir reduciendo les sentaría mejor", apuntó la autora líder del estudio, Nicola Lindson-Hawley, investigadora postdoctoral de la Universidad de Oxford, en Reino Unido. "Pero independientemente de lo que pensaban, resulta que les fue mejor al intentar dejarlo de golpe".
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición en línea del 14 de marzo de la revista Annals of Internal Medicine.
Fumar sigue siendo la principal causa prevenible de muerte, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Cada año, unos 400,000 estadounidenses mueren por fumar, según los CDC. Y por cada persona que muere por fumar, otras 30 viven con una enfermedad relacionada con fumar, informa la agencia gubernamental.
La buena noticia es que dejar de fumar reduce en gran medida el riesgo de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, anotan los CDC.
Desafortunadamente, dejar de fumar para siempre no es tarea fácil. Y no es de extrañar: las investigaciones han sugerido que la nicotina es igual de adictiva que drogas como la heroína y la cocaína, advierten los CDC.
Los fumadores que intentan abandonar el hábito con frecuencia sufren de estrés, hambre y aumento de peso, según los CDC. Todo esto contribuye a unas tasas bajas de abandono. Pero estrategias como el uso de terapia de reemplazo de nicotina y la consejería pueden resultar útiles. Y muchas personas sí logran dejarlo, aunque tengan que intentarlo varias veces.
La más reciente investigación incluyó a poco menos de 700 fumadores adultos de Inglaterra. Los participantes del estudio fumaban en promedio 20 cigarrillos al día. Más de ocho de cada diez participantes eran blancos. La edad promedio de los fumadores era de 49 años, y la mitad eran mujeres.
Los voluntarios del estudio se asignaron al azar a dejar de fumar de forma abrupta o a reducir poco a poco en un 75 por ciento en un transcurso de dos semanas.
El día antes de dejar de fumar, los que lo hicieron de forma gradual usaron parches de nicotina más productos a corto plazo, como chicle y pastillas. Los que dejaron de fumar abruptamente solo usaron parches de reemplazo de nicotina. Todos los participantes recibieron respaldo de consejería de parte de enfermeros y medicamentos de reemplazo de nicotina a corto plazo el día después de dejar de fumar.
Los investigadores hicieron seguimiento a las cuatro semanas y a los seis meses tras el inicio del experimento. Se usaron análisis de sangre para confirmar si los fumadores en realidad habían abandonado el hábito.
A las cuatro semanas, el 39 por ciento de los que habían dejado de fumar de forma gradual habían abandonado el hábito, frente al 49 por ciento de los que dejaron de fumar de forma abrupta. A los seis meses, el 16 por ciento de los que abandonaron el hábito de forma gradual y el 22 por ciento de los que lo abandonaron de forma abrupta seguían siendo no fumadores, halló el estudio.
Los porcentajes de fumadores que tuvieron éxito podrían parecer bastante bajos, pero Lindson-Hawley dijo que esos porcentajes son normales.
El Dr. Michael Fiore, un profesor de la Universidad de Wisconsin en Madison que ayudó a desarrollar las directrices federales sobre la cesación del tabaquismo, apuntó que los porcentajes siguen siendo más altos que cuando se deja de fumar sin el respaldo de la consejería o los medicamentos.
¿Por qué dejar de fumar abruptamente podría ser mejor? Los que quieren hacerlo graduablemente, planteó Fiore, con frecuencia sucumben ante "los problemas de la vida incluso cuando tienen buenas intenciones y mucha estructura".
¿Qué moraleja deben los fumadores sacar de los resultados del estudio? Primero deberían intentar dejar de fumar de forma abrupta, aconsejó Lindson-Hawley. Pero "muchas personas creen que no pueden dejar de fumar de golpe. Si la decisión es entre reducir o no intentar abandonar el hábito en lo absoluto, entonces dejarlo poco a poco sigue siendo un método viable".
Fiore dijo que los médicos deben permitir a los pacientes abandonar el hábito de forma gradual si prefieren ese método. "Si los veo dos meses más tarde y han fracasado, les digo que, ahora que han aprendido de ese intento, podemos intentar abandonar el hábito de forma rápida".
FUENTES: Nicola Lindson-Hawley, Ph.D., post-doctoral researcher, Nuffield Department of Primary Care Health Sciences, University of Oxford, U.K.; Michael Fiore, M.D., M.P.H., M.B.A., professor, University of Wisconsin, Madison; March 14, 2016, Annals of Internal Medicine