Nunca se es demasiado viejo para obtener los beneficios de salud de dejar de fumar, encuentra un nuevo estudio.
"Incluso los participantes que dejaron de fumar entre los 60 y los 69 tenían un 23 por ciento menos de probabilidades de morir durante el seguimiento que los que siguieron fumando después de los 70", señaló la investigadora líder, Sarah Nash, que realizó el estudio mientras trabajaba en el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.
Además, la edad a la que se comienza a fumar puede tener un impacto en la longevidad, encontraron los investigadores.
"Este estudio confirma que la edad a la que se comienza y se deja de fumar, ambos componentes claves de la duración del tabaquismo, siguen siendo predictores importantes de la mortalidad de los adultos de EE. UU. de más de 70 años", dijo Nash.
"También subraya la importancia de las medidas para prevenir el inicio, y también para animar al cese, para todos los fumadores", añadió. Nash está actualmente en el Centro de Epidemiología Nativa de Alaska en el Consorcio Nativo de Salud Tribal de Alaska, en Anchorage.
El equipo de Nash encontró que fumar, que se sabe que es un predictor importante de muerte precoz en los fumadores de mediana edad, también se relacionaba firmemente con la muerte precoz por causas relacionadas con fumar entre los que tenían a partir de 70 años.
En comparación con los que nunca habían fumado, las personas que seguían fumando a partir de los 70 años tenían tres veces más probabilidades de morir durante el periodo de seis años del estudio, dijo Nash.
Además, entre los fumadores actuales, la edad en la que comenzaron a fumar se vinculó con un aumento en el riesgo de muerte relacionada con fumar, señaló Nash. "Los fumadores que comenzaron a una edad más temprana tenían un riesgo más alto de morir, al igual que los que fumaban más cigarrillos al día a los 70 años", comentó.
"Independientemente de la edad, todos los fumadores se benefician de abandonar el hábito", añadió Nash. "Los patrones de tabaquismo a una edad temprana podían seguir afectando a la mortalidad incluso 50 o 60 años más tarde. Así que es importante respaldar los esfuerzos por prevenir que los adolescentes comiencen a fumar".
Los hallazgos del estudio se publicaron el 30 de noviembre en la revista American Journal of Preventive Medicine.
El estudio refuerza varios factores bien conocidos sobre fumar y el riesgo de muerte, dijo el Dr. Norman Edelman, asesor médico principal de la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association).
Seguir fumando aumenta el riesgo de morir, porque los riesgos de cáncer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y enfermedad cardiaca siguen aumentando mientras se continúe fumando, advirtió.
"Pero el estudio también plantea una cuestión que intento decir a mis pacientes... algunos lo creen y otros no: dejar de fumar es bueno para uno, incluso a una edad avanzada. Si deja de fumar, vivirá más que si no lo hace", enfatizó Edelman.
Para el estudio, Nash y sus colaboradores recolectaron datos de más de 160,000 hombres y mujeres a partir de los 70 años de edad que participaron en un estudio nacional sobre la salud. Los participantes completaron un cuestionario sobre sus hábitos de fumar en 2004-2005. Se registraron las muertes de los participantes hasta finales de 2011.
Entre 2014 y 2016, los investigadores correlacionaron la edad al morir con la edad en que los participantes comenzaron o dejaron de fumar.
También se anotaron las causas de muerte, incluyendo el cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer relacionados con fumar, como el cáncer de vejiga, de colon, de esófago, de cabeza y cuello, de riñón y de la pelvis renal, de hígado, de páncreas y de estómago, así como la leucemia mieloide aguda. Además se evaluaron las muertes por enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular, diabetes y enfermedades respiratorias como la neumonía, la influenza y la EPOC.
Los investigadores también tomaron en cuenta la edad, el sexo, el nivel educativo y el consumo de alcohol.
Al inicio del estudio, la edad promedio de los participantes era de 75 años. Casi un 56 por ciento eran ex fumadores, y un 6 por ciento eran fumadores actuales. Los hombres eran menos propensos (con un 31 por ciento) a nunca haber fumado que las mujeres (con un 48 por ciento). Los hombres fumaban más que las mujeres, y los hombres tenían más probabilidades que las mujeres de haber comenzado a fumar a los 15 años de edad (un 19 frente a un 10 por ciento).
Durante un seguimiento promedio de seis años, casi un 16 por ciento de los participantes murieron. Entre los que murieron, un 12 por ciento nunca habían fumado. Las tasas de mortalidad aumentaron entre los que dejaron de fumar a edades más tardías: un 16 por ciento de los que dejaron de fumar entre los 30 y los 39, un 20 por ciento de los que dejaron de fumar entre los 40 y los 49, un 24 por ciento de los que dejaron de fumar entre los 50 y los 59, y un 28 por ciento de los que dejaron de fumar entre los 60 y los 69, encontró el equipo de Nash.
A los fumadores actuales les fue peor, ya que un 33 por ciento murieron, dijo Nash. Las tasas de mortalidad de las mujeres eran más bajas que las de los hombres a todas las edades, añadió.
Edelman comentó que "este estudio aclara que la excusa de que el daño ya está hecho y que da igual si sigue fumando no es válida. Si deja de fumar, añadirá años a su vida".
FUENTES: Sarah Nash, Ph.D., Alaska Native Epidemiology Center, Alaska Native Tribal Health Consortium, Anchorage; Norman Edelman, M.D., senior medical consultant, American Lung Association, and professor, medicine, physiology and biophysics, State University of New York at Stony Brook, Stony Brook, N.Y.; Nov. 30, 2016, American Journal of Preventive Medicine