El lugar en el que vive y cuánto gana afecta de forma significativa a la longevidad del estadounidense promedio, sugiere un nuevo estudio.
Los ingresos podrían ser un factor incluso más importante que la geografía, dijeron los investigadores.
"Encontramos grandes diferencias en todas las zonas [de Estados Unidos] para los pobres, pero diferencias muy pequeñas en todas las zonas para los ricos", dijo el autor principal del estudio, Raj Chetty.
En otras palabras, "en lugar en que vive usted importa mucho más si usted es pobre que si es rico", comentó Chetty, economista en la Universidad de Stanford, en un comunicado de prensa de la universidad.
En el estudio, el equipo de Chetty examinó los datos federales de EE. UU. de 1999 hasta 2014, y hallaron que cuanto más ricas eran las personas, más tiempo tendían a vivir.
Por ejemplo, los hombres más ricos de 40 años de edad podían esperan vivir hasta los 87 años, mientras que los más pobres tenían una esperanza de vida de un poco más de 72 años, la misma que el promedio en un país en desarrollo como Sudán, según los autores del estudio.
Las mujeres con los ingresos más altos tenían una esperanza de vida de casi 89 años, frente a los 79 años de las que tenían los ingresos más bajos. La diferencia de 10 años es la misma que la década de vida que normalmente se pierde por fumar, indicó el equipo de Chetty.
Los investigadores también hallaron que la diferencia entre ricos y pobres en la esperanza de vida en realidad aumentó en el nuevo milenio. Entre 2001 y 2014, la esperanza de vida promedio de los estadounidenses con ingresos altos aumentó en unos 3 años, según el estudio, pero no hubo ninguna mejora en las personas con los ingresos más bajos.
Pero el impacto de los ingresos sobre la esperanza de vida también varió ampliamente en función de dónde vivía la gente, mostraron los hallazgos.
Por ejemplo, las personas ricas y pobres de Birmingham, Alabama, obtuvieron unos beneficios parecidos en la esperanza de vida, según el estudio. Por otra parte, la esperanza de vida para las personas pobres en Tampa, Florida, en realidad se ha reducido desde el año 2000.
En otro ejemplo, la esperanza de vida prevista de los hombres dentro del grupo del 5 por ciento con los ingresos más bajos en la ciudad de Nueva York fue 5 años más larga que la de los hombres con unos ingresos comparables en Gary, Indiana.
Para poner esa diferencia en la esperanza de vida de 5 años en perspectiva, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. afirman que la esperanza de vida general en el país aumentaría solamente unos 3 años si las personas dejaran de fallecer de cáncer.
"Se trata realmente de diferencias enormes según el lugar", dijo Chetty. "Usted puede considerar que una diferencia de 5 años entre Gary y Nueva York es como si las personas con ingresos bajos en Nueva York no sufrieran nunca de cáncer y las personas de Gary sí".
Entre los estados con las expectativas de vida más bajas para las personas pobres estaban Arkansas, Indiana, Kansas, Kentucky, Michigan, Ohio, Oklahoma y Tennessee. A las personas pobres les fue mejor con respecto a su esperanza de vida en California, Nueva York y Vermont, según el estudio.
El estilo de vida parece jugar un papel más importante en la esperanza de vida que el acceso a un seguro médico y a la atención médica, según los autores del estudio.
"Los lugares con una esperanza de vida más corta tienden a ser lugares con tasas más altas de tabaquismo, tasas más altas de obesidad y tasas más bajas de ejercicio", indicó Chetty.
Dijo que el hallazgo de que las personas pobres en algunas áreas viven durante más tiempo que las que viven en otras sugiere que el vínculo entre los ingresos y la salud no es rígido, y que la salud de las personas pobres puede mejorar si se enfoca el problema a nivel local.
Los resultados del estudio también podrían influir en las políticas nacionales, como Medicare y el Seguro Social, sugirió, incluyendo las conversaciones sobre el aumento de la edad de jubilación.
"Si pensamos en una política como relacionar la edad de jubilación con la esperanza de vida, tenemos que pensar con mayor detenimiento de qué esperanza de vida estamos hablando. Si simplemente usamos el promedio de esperanza de vida en EE. UU., lo que haremos será esencialmente perjudicar a los pobres, especialmente en ciertas áreas (como Detroit), en relación con los ricos", dijo Chetty.
El estudio aparece en la edición del 11 de abril de la revista Journal of the American Medical Association.