Se incrementa la brecha con otros países

EE. UU. pierde terreno en la esperanza de vida

Algunas mujeres de Mississippi pueden esperar morir antes que las mujeres de El Salvador, afirma un análisis reciente.

Fuente: Medlineplus

El 80 por ciento de los condados de EE. UU. están por detrás de otros países líderes en términos de la esperanza de vida, y la brecha aumenta, según un informe nuevo por condado.
 
La esperanza de vida en algunas áreas de Estados Unidos en realidad se reduce, mientras que está en aumento en las diez naciones líderes del mundo, encontró el informe.
 
"La brecha entre EE. UU. y los diez países del mundo que tienen las mejores esperanzas de vida (lugares como Australia, Canadá, Suecia y Japón) está en aumento", lamentó el Dr. Christopher Murray, autor líder del nuevo informe, que aparece en la edición en línea del 15 de junio de la revista Population Health Metrics. "En realidad no hay motivo de que no nos podamos mantener al nivel de esos otros países. Gastamos más en atención de salud. Tenemos la mejor investigación en salud del mundo. Fue un verdadero shock".

En general, la esperanza de vida en EE. UU. aumentó 4.3 años para los hombres y 2.4 años para las mujeres entre 1987 y 2007, pero esto no alcanza los aumentos experimentados por otros países.

En 2007, la esperanza de vida de las mujeres estadounidenses, con 80.8 años de edad, quedó en el lugar 33 a nivel mundial. La esperanza de vida de los hombres estadounidenses, con 75.6 años quedó en el lugar 36.
 
En algunos condados de EE. UU., la esperanza de vida está más de 50 años por detrás de la de otros países desarrollados, o sea que es comparable a la esperanza de vida a finales de la década de los 50 y principios de los 60. Sin embargo, en otros condados de EE. UU., la esperanza de vida es en promedio de quince a dieciséis años más larga que la mejor de otros países.

Pero la comparación entre condados individuales de EE. UU. y otros países podría no ser del todo justa, dado que la fórmula de esperanza de vida usada para otros países crea "un marco de referencia de una vida inusualmente larga en comparación con los EE. UU.", apuntó S. Jay Olshansky, profesor de salud pública y científico principal de investigación del Centro del Envejecimiento de la Universidad de Illinois, en Chicago. "Tendría más sentido comparar la esperanza de vida de los condados de EE. UU. con los equivalentes de los condados en otros países".

La comparación por condado dentro de EE. UU. podría ser aún más preocupante, apuntó.

Los hombres negros tienen la menor esperanza de vida en EE. UU., con 70 años, encontró el estudio, y las mujeres estadounidenses de origen asiático tienen la más alta, con 85.7 años. Las mujeres blancas viven en promedio unos 81 años.

Las mujeres de cinco condados de Mississippi tenían la esperanza promedio de vida más baja, inferior a 74.5 años, menos que las mujeres de Honduras o El Salvador.

Cinco condados de Mississippi también puntuaron bajo para los hombres. Con una esperanza de vida de menos de 67 años, los hombres tenían la esperanza de vida más baja en Estados Unidos, por detrás de Brasil y Filipinas.

"Una esperanza de 65.9 años para los hombres en un condado de EE. UU. coloca los prospectos de longevidad de la población en el contexto de partes del África Subsahariana", lamentó Olshansky.

Por otro lado, las mujeres que viven en el condado de Collier, Florida, tienen un panorama más soleado. El informe encontró que allí las mujeres vivían un promedio de 86 años, más que en Francia, Suiza o España.

Los hombres en el condado de Fairfax en Virginia tienen la esperanza de vida más elevada de EE. UU., con 81.1 años, mayor que en Japón o Australia.

A veces, las grandes disparidades se encuentran muy próximas entre sí. La esperanza de vida promedio en Yuma, Arizona, ha aumentado 8.5 años para los hombres desde 1987, pero en el condado de La Paz, que es su vecino, la gente puede esperar vivir un año menos que hace veinte años.

"Hace mucho se sabe que las disparidades ocurren debido a variaciones en la educación y los factores conductuales de riesgo, que también son mediados por la raza", explicó Olshansky.

Reducir el uso de tabaco, sobre todo en las mujeres, además de reducir las tasas de obesidad y de presión arterial, ayudaría mucho para resolver el problema, según los autores del informe.

De hecho, si estos tres factores más los niveles de glucemia estuvieran mejor controlados, afirmaron que la esperanza de vida aumentaría en unos cinco años para las mujeres y cuatro para los hombres.

Pero eso no está sucediendo, así que cada vez resulta más necesario tomar medidas para mejorar estos factores de riesgo a nivel comunitario, añadieron.

"Las comunidades [pueden] facilitar que se tenga una dieta más sana, dificultar que se fume gravando los cigarrillos, y dificultar que se exponga a los demás al humo de segunda mano", aseguró Murray, director del Instituto de Medidas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, en Seattle.

Una mejor atención primaria probablemente también conllevaría mejores resultados para la presión arterial y el colesterol, planteó.

"No hay motivo intrínseco de que los EE. UU. no pueda progresar tanto como otros países, ni motivo para que no podamos ser los mejores", dijo Murray. "Se trata de una situación increíble en que la esperanza de vida empeora en muchos lugares, sobre todo para las mujeres".
 
El informe, titulado Quedarse rezagado: esperanza de vida en los condados de EE. UU. de 2000 a 2007 en un contexto internacional, contiene datos sobre la esperanza de vida de 1987 a 2007 para 3,138 condados y diez ciudades de EE. UU.

FUENTES: Christopher J.L. Murray, M.D., Ph.D., director, Institute for Health Metrics and Evaluation, University of Washington, Seattle; S. Jay Olshansky, Ph.D., professor, public health, and senior research scientist, Center on Aging, University of Illinois at Chicago; June 15, 2011, Population Health Metrics, online.