Un controversial nuevo estudio desafía la idea de que la salud del corazón mejora si las personas reducen la grasa saturada (por lo general de origen animal) de sus dietas, en favor del aceite vegetal.
La nueva investigación encontró que aunque las personas a quienes se obligó durante un periodo corto a cambiar sus dietas usando aceite de maíz en lugar de grasas saturadas sí redujeron su colesterol, su riesgo de morir de forma prematura en realidad aumentó.
Pero al menos tres investigadores sobre la nutrición expresaron inquietudes sobre el estudio, y dijeron que los hallazgos son erróneos de muchas formas. Todos instaron a las personas a seguir las directrices nutricionales actuales que recomiendan un consumo más bajo de grasa saturada.
"Esta investigación no puede utilizarse para sacar ninguna conclusión sobre una dieta saludable", afirmó Maryam Farvid, científica visitante en la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard. "A partir de la gran cantidad de información de otros estudios, sabemos que el riesgo de enfermedad cardiaca se reduce si las grasas saturadas, sobre todo la grasa de la carne roja y los lácteos, se reemplazan con grasas insaturadas de aceites vegetales líquidos como los aceites de soya, maíz, oliva y canola para cocinar, en las ensaladas y en la mesa".
El Dr. Frank Hu, compañero de Farvid en la Universidad de Harvard y profesor de nutrición y epidemiología, se mostró de acuerdo. "El estudio tiene defectos, y los resultados no deben alterar las directrices actuales sobre la dieta que enfatizan unas fuentes sanas de grasas poliinsaturadas como el aceite de oliva y de otras fuentes vegetales, los frutos secos, las semillas y el aguacate".
Los aceites de maíz, cártamo, aceite de algodón y soya tienen niveles altos de ácido linoleico, dijeron los autores del estudio. Esos aceites pertenecen a un grupo de grasas llamadas grasas poliinsaturadas, según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA). Una dieta que es más baja en grasa saturada e incluye grasas poliinsaturadas en moderación puede reducir el colesterol, lo que se cree que puede bajar el riesgo de enfermedades del corazón y de accidente cerebrovascular, señala la AHA.
"Dado que los niveles de colesterol en sangre se asocian con el riesgo de enfermedad cardiaca y muerte, se predice que los efectos de reducción del colesterol de los aceites vegetales reducen el riesgo de enfermedad cardiaca y muerte", señaló el autor líder del estudio, el Dr. Christopher Ramsden, investigador médico del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo de EE. UU., y teniente comandante del Servicio de Salud Pública de EE. UU.
Pero añadió que eso no se ha probado en un estudio aleatorio controlado, el estándar de excelencia de la investigación médica.
Los investigadores de la nueva revisión observaron un estudio realizado entre 1968 y 1973. Incluyó a casi 9,500 personas con una edad promedio de 52 años que vivían en un hogar de ancianos o en uno de seis hospitales de salud mental de Minnesota.
Los participantes se asignaron al azar a comer una dieta normal o una dieta en que la grasa saturada se reemplazó por alimentos hechos con aceite de maíz y con margarina de aceite de maíz. El aceite de maíz se añadió a alimentos como el aderezo para la ensalada, la carne de res magra molida, la leche y el queso, apuntó Ramsden. Esa parte del estudio duró entre 41 y 56 meses, dependiendo del hospital.
Los investigadores siguieron la salud de los participantes durante unos tres años, y no encontraron un beneficio en términos de la longevidad. Sorprendentemente, hallaron evidencia de que unos niveles más bajos de colesterol se traducían en un riesgo más elevado de muerte. Por cada reducción de 30 miligramos por decilitro (mg/dL) en el colesterol, las probabilidades de morir durante el estudio aumentaron en un 22 por ciento, reveló el estudio.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 12 de abril de la revista The BMJ.
¿Significa esto que el ácido linoleico podría en realidad ser nocivo? Ramsden dijo que "no hay evidencias claras de daño por reemplazar la grasa saturada con aceites vegetales comunes". Pero, añadió, "hay mecanismos plausibles mediante los cuales unas ingestas altas podrían provocar un daño no intencionado". Las personas del estudio consumieron unos niveles más o menos del doble de ácido linoleico que en una dieta normal.
Los autores del nuevo estudio también apuntaron que sus hallazgos no necesariamente apliquen al público en general, porque todos los participantes de su estudio vivían en un hospital de salud mental o en un hogar de ancianos.
Farvid, la científica visitante de la Universidad de Harvard, señaló que el nuevo estudio es defectuoso porque los participantes no estuvieron en la dieta suficiente tiempo como para poder evaluar de forma adecuada su efecto sobre la salud del corazón.
Hu, el profesor de Harvard, se mostró de acuerdo. "El ensayo duró demasiado poco como para notar algún efecto sustancial sobre la enfermedad de la arteria coronaria o la muerte", comentó.
Farvid también dijo que una forma de grasa trans de la margarina creada en el estudio podría haber sido nociva. Además, señaló, "este estudio creó formas artificiales especiales de productos cárnicos y lácteos para alcanzar unos niveles altos de ácido linoleico, que los estadounidenses de la época del estudio o de hoy en día casi nunca alcanzan".
Martha Belury, profesora de nutrición humana de la Universidad Estatal de Ohio, también criticó al estudio y su uso de alimentos artificiales.
En cuanto a la afirmación del estudio de que eliminar la grasa saturada no fue útil para los participantes, Belury dijo que la grasa saturada es claramente un elemento negativo en la dieta. Aumenta la grasa en el cuerpo que se acumula alrededor del hígado, el páncreas y el tracto intestinal. "Las grasas saturadas sí parecen promoverlo más que ninguna otras cosa que vemos en la dieta", advirtió.
¿Y ahora qué? Ramsden, el autor del estudio, dijo que su equipo está trabajando para ver si reducir los niveles de ácido linoleico en el cuerpo podría en realidad contribuir a una mejor salud.
Las personas quizá ya estén consumiendo menos del ácido sin darse cuenta. Según Belury, los fabricantes de alimentos han modificado los aceites vegetales para reducir la grasa trans, y eso ha resultado en menos ácido linoleico.
FUENTES: Maryam Farvid, Ph.D., visiting scientist, and Frank Hu, M.D., Ph.D., professor, Nutrition and Epidemiology, Harvard T.H. Chan School of Public Health, Boston; Christopher Ramsden, M.D., medical investigator, U.S. National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, U.S. National Institutes of Health, and lieutenant commander, U.S. Public Health Service, Bethesda, Md.; Martha Belury, Ph.D., professor, Human Nutrition, College of Education and Human Ecology, Ohio State University; April 12, 2016, The BMJ