La mayoría por motivos inciertos o inadecuados

¿Demasiados escáneres carotídeos?

Unos resultados inciertos pueden llevar a una cirugía que algunos expertos consideran innecesaria y riesgosa

Fuente: MedlinePlus

Un nuevo estudio sugiere que muchos pacientes cardiacos reciben escáneres de bloqueos potenciales en las arterias carótidas por motivos inciertos o inadecuados.

Las arterias carótidas, que pasan por ambos lados del cuello, llevan sangre al cerebro. Si se bloquean, pueden provocar un accidente cerebrovascular (ACV). Una vez se detecta, un bloqueo se puede tratar con cirugía o fármacos, dijeron los investigadores.

Pero en más de 4,000 pacientes de Asuntos de Veteranos (VA) del estudio, más del 83 por ciento de las veces se realizaron escáneres por motivos inciertos, y el 11 por ciento de las veces se hicieron escáneres por motivos inadecuados. Poco más del 5 por ciento de esos pacientes fueron evaluados por motivos adecuados, halló el estudio.

"La gran mayoría se hicieron por motivos inciertos o inadecuados", dijo el Dr. Larry Goldstein, presidente del departamento de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kentucky. Escribió un comentario que acompaña al estudio.

Los expertos discrepan respecto a quién debe recibir un escáner, y por qué. Generalmente se realiza usando un aparato de ultrasonidos que detecta los bloqueos.

Algunos cirujanos desaprueban estas evaluaciones, y consideran que para ciertos pacientes es mejor ser tratados con medicamentos, en lugar de con una cirugía, que resulta más arriesgada.

"Si se evalúa a alguien y se le dice que tiene una arteria carótida estrecha, querrá que se haga algo", dijo el Dr. Frank Veith, un cirujano vascular veterano que no participó en el estudio. "Pero los procedimientos aumentan los costos de la atención sanitaria, y los pacientes pueden sufrir ACV o morir [por los procedimientos]".

El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. recomienda que solo los adultos que han sufrido un ACV o un mini ACV deben ser evaluados.

Pero los autores del estudio dijeron que otras recomendaciones sugieren que ciertas personas se deberían evaluar aunque no muestren síntomas de enfermedad, como aquellas cuyas arterias carótidas hacen un sonido único conocido como "soplo carotideo" cuando se monitorizan con un estetoscopio. El soplo carotideo es un sonido sibilante que se escucha en la arteria a medida que la sangre intenta moverse alrededor del bloqueo.

En el estudio, dirigido por la Dra. Salomeh Keyhani de la Universidad de California, en San Francisco, los investigadores siguieron a pacientes (todos a partir de 65 años de edad, con una edad promedio de 74 años) que se sometieron a una cirugía para desbloquear sus arterias carótidas entre 2005 y 2009. Los pacientes no tenían síntomas, y casi todos se habían sometido a evaluaciones.

Veith, profesor de cirugía del Centro Médico de la Universidad de Nueva York y de la Clínica Cleveland, dijo que la mayoría de las cirugías para desbloquear las arterias carótidas no son necesarias. En general, dijo, a estos pacientes "les convendría más" ser tratados con medicamentos contra el colesterol.

¿Y cómo se volvieron estos procedimientos tan comunes? Los estudios de hace décadas sugerían la cirugía en muchos casos, explicó Veith, pero no se han actualizado en la época de los medicamentos que reducen los niveles de colesterol.

"Los estudios viejos son ahora obsoletos y ya no aplican", advirtió. "Hay que hacer nuevos estudios para mostrar si vale o no la pena".

Goldstein expresó una perspectiva similar.

"Los profesionales clínicos no quieren perder una oportunidad potencial de prevenir un ACV. Pero existe la preocupación de que los resultados de estudios anteriores ya no sean válidos debido a los avances en la terapia médica", señaló Goldstein.

En cuanto a la evaluación, Veith dijo que probablemente sea adecuada en algunos casos, dado que puede ayudar a determinar quién necesita medicamentos, "pero no como forma de detectar a qué pacientes operar".

Por su parte, Goldstein dijo que la nueva investigación tiene ciertas debilidades. La principal es que se limitó a pacientes que se sometieron a procedimientos quirúrgicos. "Es la punta del iceberg, ya que no aborda la población de pacientes, que probablemente es mucho más grande, que se hicieron la prueba y no se sometieron a un procedimiento", comentó.

Además, casi todos los veteranos que el estudio observó eran hombres. Solo se incluyeron algunas docenas de mujeres. Como resultado, dijo, "los resultados quizá no sean generalizables a otras poblaciones".

¿Qué deben hacer los médicos?

"Sopesar con cuidado el motivo para realizar la evaluación y las consecuencias de un resultado positivo, negativo o equívoco, y hablar con el paciente antes de la prueba", aconsejó Goldstein.

En cuanto a los pacientes, "deben comprender sus factores de riesgo de ACV y enfermedad cardiovascular y, consultando a sus proveedores de atención sanitaria, tomar medidas para reducir los riesgos", añadió Veith.

Anotó que las investigaciones en curso ofrecerán más información sobre el valor de los procedimientos quirúrgicos para los bloqueos de las arterias carótidas, en comparación con los medicamentos.

El estudio aparece en la edición del 18 de abril de la revista JAMA Internal Medicine.


FUENTES: Frank Veith, M.D., professor, surgery, New York University Medical Center and Cleveland Clinic, Ohio; Larry Goldstein, M.D., professor and chairman, department of neurology, and co-director, Kentucky Neuroscience Institute, University of Kentucky School of Medicine, Lexington; April 18, 2016, JAMA Internal Medicine