El tratamiento con unos medicamentos para reducir el estrógeno llamados inhibidores de la aromatasa no aumenta el riesgo de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares (ACV) entre las supervivientes al cáncer de mama, sugiere un estudio reciente.
Pero los investigadores sí encontraron que las mujeres que tomaban los fármacos tenían un riesgo ligeramente más alto de problemas cardiacos menos graves, como un latido cardiaco anómalo o inflamación e irritación de la membrana que rodea al corazón.
"Nuestro estudio es una evaluación completa del impacto que los inhibidores de la aromatasa tienen sobre el riesgo cardiovascular, y ofrece tranquilidad de que la terapia hormonal para reducir la recurrencia del cáncer de mama no aumenta el riesgo de los eventos cardiovasculares más letales", comentó la autora del estudio, Reina Haque, científica investigadora del Departamento de Investigación y Evaluación de Kaiser Permanente del Sur de California.
"Un punto particularmente fuerte de nuestro estudio es que tomamos en cuenta los otros factores de riesgo cardiovasculares potenciales de las mujeres, además de los medicamentos usados para tratar la hipertensión y el colesterol alto", añadió Haque en un comunicado de prensa de Kaiser.
El estudio aparece en la edición del 21 de abril de la revista JAMA Oncology.
La enfermedad cardiovascular es una importante causa de muerte en las supervivientes mayores al cáncer de mama, señalaron los autores del estudio. Investigaciones anteriores han vinculado al tamoxifeno, otro medicamento que altera las hormonas que se receta de forma común, con un riesgo grave de ACV, añadieron.
El nuevo estudio incluyó a más de 13,000 mujeres postmenopáusicas. Las mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama positivo del receptor de la progesterona o del estrógeno. Eso significa que el crecimiento del cáncer de mama se ve impulsado por una de esas hormonas.
Los cánceres fueron diagnosticados entre 1991 y 2010, y se siguió la salud de las mujeres hasta 2011.
Como parte de su plan de tratamiento para el cáncer de mama, algunas mujeres postmenopáusicas solo toman inhibidores de la aromatasa. En otros casos, las mujeres podrían tomar tamoxifeno durante uno a cinco años, y entonces comenzar a usar inhibidores de la aromatasa, explicaron los investigadores.
En este estudio, más del 28 por ciento de las mujeres tomaron inhibidores de la aromatasa. Casi el 32 por ciento tomaron tamoxifeno. Alrededor del 20 por ciento tomaron ambos fármacos. Poco más del 19 por ciento no tomaron ninguno de los dos medicamentos, apuntaron los investigadores.
El estudio encontró que las mujeres que tomaron inhibidores de la aromatasa no tenían un riesgo más alto de ataques cardiacos y ACV que las que tomaron tamoxifeno.
Pero las que tomaron solo inhibidores de la aromatasa, o los usaron después del tratamiento con tamoxifeno, tenían un riesgo hasta un 29 por ciento más alto de problemas cardiacos menos graves que las que solo tomaron tamoxifeno, reveló la investigación.
FUENTE: Kaiser Permanente