Los estadounidenses comen demasiada sal, y una razón de ello es que los alimentos procesados y preparados tienen mucha sal oculta, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU.
Pero las nuevas directrices propuestas para los fabricantes de comida y restaurantes (que se anunciaron por primera vez a principios de junio) podrían cambiar eso. La FDA está pidiendo a los fabricantes de comida y a los restaurantes que reduzcan voluntariamente los niveles de sal en sus productos para disminuir la gran cantidad de sal que consumen los estadounidenses.
El borrador de las directrices se dirige a las fuentes de la sal con el objetivo de reducir el consumo promedio diario de sal de los estadounidenses de 3,400 miligramos (mg) a 2,300 mg al día.
"Para los consumidores no resulta fácil consumir la cantidad recomendada de sodio en su dieta", dijo en un comunicado de prensa de la agencia Susan Mayne, directora del Centro de Seguridad de los Alimentos y Nutrición Aplicada de la FDA.
"Queremos contribuir a que disminuya la cantidad de sodio en todo el suministro de alimentos con unos objetivos razonables", señaló. "Hay pocas intervenciones que podrían potencialmente tener un beneficio general tan grande para la salud pública".
Demasiada sal en la dieta puede llevar a la hipertensión, una causa de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular. Reducir la cantidad de sal en los alimentos podría evitar cientos de miles de muertes prematuras y enfermedades a lo largo de una década en Estados Unidos, según la FDA.
En la actualidad, el 90 por ciento de los adultos estadounidenses consumen más sal de la recomendada, indicó la FDA. El problema también está generalizado entre los niños y adolescentes.
Los alimentos que con frecuencia son ricos en sodio incluyen la pizza, los sándwiches, los fiambres, los platos de pasta, los refrigerios, los aderezos para la ensalada, la sopa y el queso.
El público tiene hasta el otoño para hacer comentarios respecto a las directrices voluntarias sobre la sal de la FDA para los fabricantes de comida y los restaurantes.
"Sabemos que muchas compañías ya han tomado medidas por su cuenta para reducir el sodio de ciertos alimentos, pero nuestro suministro de comida sigue teniendo unas cantidades de sodio demasiado altas", comentó Mayne. "Hay un trabajo importante que hacer. Las personas siempre tienen la oportunidad de añadir sal a la comida. Lo que ahora no tienen es la oportunidad de quitarla".
FUENTE: U.S. Food and Drug Administration