Impacto del desarrollo urbano en la salud

¿Vivir cerca de carreteras aumenta el riesgo de demencia?

Un estudio no pudo probar causalidad, pero el riesgo aumentó junto con la proximidad al tráfico, informan unos investigadores

Autor/a: Mary Elizabeth Dallas

Fuente: MedlinePlus

¿Desea reducir sus probabilidades de enfermedad de Alzheimer y otras demencias? Un nuevo estudio sugiere que elegir una vivienda lejos de las carreteras importantes podría ayudar.

El estudio canadiense encontró que las personas que vivían relativamente cerca de un tráfico concurrido tenían un riesgo ligeramente más alto de demencia.

De forma más específica, ese tipo de declive mental fue más común entre los que vivían a una distancia de unos 160 pies (49 metros) de una calle importante, encontró el estudio. Y mientras más cerca vivía la gente de un tráfico abundante, más potente era la asociación.

La investigación, que aparece en la edición del 4 de enero de la revista The Lancet, no pudo probar causalidad, sino solo una asociación, enfatizaron los investigadores.

Pero "nuestro estudio sugiere que las carreteras concurridas podrían ser una fuente de estresantes ambientales que podrían desencadenar el inicio de la demencia", señaló en un comunicado de prensa de la revista el autor del estudio, Hong Chen, de Public Health Ontario.

Un neurólogo que revisó los hallazgos dijo que plantean preguntas interesantes.

"Este estudio de gran tamaño ilumina un problema de salud importante que debe ser tomado en cuenta", afirmó el Dr. Paul Wright, presidente de neurología en el Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York.

"Las tasas de demencia están en aumento y son un problema significativo de salud pública, así que la sociedad debe ser consciente de las ramificaciones de este estudio", dijo. "Los planificadores urbanos y los legisladores también deben tomar en cuenta el impacto del desarrollo urbano en la salud de su población".

En el estudio, Chen y sus colaboradores siguieron a 6.6 millones de habitantes de Ontario, de 20 a 85 años de edad, entre 2001 y 2012. El equipo de investigación utilizó los códigos postales de los participantes para determinar qué tan cerca vivían de una carretera principal.

Los investigadores también examinaron los expedientes médicos de los estudiantes para calcular cuántos desarrollaron afecciones neurológicas como la demencia, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple.

La gran mayoría de los participantes (un 95 por ciento) vivían a menos de una milla (1.6 kilómetros) de una carretera principal. Los investigadores también encontraron que la mitad de los residentes vivían en un radio de 650 pies (198 metros) de una calle concurrida.

Durante el transcurso del estudio, más de 243,000 personas desarrollaron demencia, 31,500 desarrollaron enfermedad de Parkinson, y 9,250 personas fueron diagnosticadas con esclerosis múltiple.

Pero solo la demencia se asoció con vivir cerca de una carretera principal. Y el riesgo de la afección de las personas se redujo a medida que la distancia entre su vivienda y el tráfico pesado aumentaba, encontró el equipo de Chen.

Los que vivían en un radio de 164 pies (50 metros) de una carretera importante tenían un riesgo de demencia un 7 por ciento más alto, encontró el estudio. Ese aumento en el riesgo se redujo a un 4 por ciento entre las personas que vivían a 300 pies (91 metros) de una calle principal, y a un 2 por ciento entre los participantes que vivían a hasta 650 pies (198 metros).

Vivir a más de 650 pies de una carretera importante no se asoció con ningún aumento en el riesgo de demencia, dijeron los investigadores.

En general, el estudio estima que (si hay una relación causal) hasta un 11 por ciento de los casos de demencia entre las personas que viven en un radio de 164 pies de una carretera importante podría atribuirse a esa proximidad al tráfico.

La exposición a largo plazo a ciertos contaminantes atmosféricos (como el dióxido de nitrógeno y la materia de partículas finas) se asoció con un riesgo más alto de demencia, pero los investigadores apuntaron que es probable que esos contaminantes comunes solo sean parte del problema. Sospechan que otros contaminantes atmosféricos, e incluso la exposición al ruido del tráfico, también podrían tener un rol.

"Con la exposición común al tráfico y las tasas crecientes de demencia, incluso un efecto modesto de la exposición a una carretera cercana podría plantear una gran carga de salud púbica", especuló Chen. "Se necesita más investigación para comprender este vínculo".

La Dra. Lilian Calderón Garcidueñas es profesora de ciencias biomédicas en la Universidad de Montana. En un comentario de la revista, añadió que "el tráfico incluye exposiciones a mezclas complejas de factores ambientales nocivos".

Para ayudar a reducir las tasas de demencia potencialmente vinculadas con el tráfico, "debemos implementar medidas preventivas ahora, en lugar de tomar acciones reactivas dentro de décadas", escribió Calderón Garcidueñas.


FUENTES: Paul Wright, M.D., chair, neurology, North Shore University Hospital, Manhasset, N.Y., and Long Island Jewish Medical Center, New Hyde Park, N.Y.; The Lancet