Hacer una siesta de una hora en la tarde podría ofrecer una mejora a la mente de las personas mayores, según un estudio reciente.
Este sueño adicional durante el día se asoció con una mejora en la memoria y en la capacidad de pensar con claridad en los participantes de un estudio chino, indicaron los investigadores.
El estudio incluyó la información de casi 3,000 adultos de a partir de 65 años de edad. Los investigadores observaron los hábitos de sueño en la noche de los participantes y si hacían una siesta o no en la tarde para determinar si este descanso adicional durante el día tenía algún efecto en su función cerebral.
Casi el 60 por ciento de las personas hacían una siesta regularmente después del almuerzo. La duración de estas siestas varió entre unos 30 minutos y más de 90 minutos. La mayoría de los participantes durmieron cerca de una hora, encontró el estudio.
Los investigadores, dirigidos por Junxin Li, de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia, pidieron a los participantes que realizaran varias pruebas de su estado mental, como responder algunas preguntas sencillas y realizar algunos problemas de matemáticas básicas. Los voluntarios del estudio también intentaron memorizar palabras y copiar dibujos de objetos geométricos sencillos.
Las personas que hicieron la siesta durante una hora después del almuerzo rindieron mejor en las pruebas de la función cerebral que las que no hicieron siesta. Los que durmieron durante una hora también rindieron mejor que las personas que durmieron menos de una hora o más de una hora, mostraron los hallazgos.
Los participantes del estudio que no hicieron una siesta, que hicieron una siesta corta o muy larga sufrieron una reducción de sus habilidades mentales que fue hasta 6 veces mayor que los que durmieron una hora en la tarde.
Pero aunque el estudio encontró una asociación entre una siesta de una hora en la tarde y unas habilidades mentales más agudas, no pudo demostrar una relación de causalidad.
El estudio se publicó recientemente en línea en la revista Journal of the American Geriatrics Society.
FUENTE: American Geriatrics Society