Robert Preidt
Unas siestas diurnas breves podrían proteger de los efectos nocivos para la salud de dormir mal de noche, sugiere un estudio reciente.
Específicamente, las siestas parecieron restaurar a la normalidad los niveles de las hormonas y las proteínas involucradas en el estrés y en la función inmunitaria en el estudio.
El pequeño estudio incluyó a once hombres sanos de 25 a 32 años. Los investigadores restringieron el sueño de los voluntarios a apenas dos horas por noche. El día siguiente, tenían un aumento de 2.5 veces en los niveles de norepinefrina, una hormona del estrés que aumenta el ritmo cardiaco, la presión arterial y el azúcar en sangre.
También tenían unos niveles más bajos de una proteína llamada interleucina 6, que combate a los virus.
En otra noche, el sueño se limitó de nuevo a dos horas. Pero al día siguiente se les permitió tomar dos siestas de 30 minutos. Tras las siestas, los niveles de norepinefrina y de interleucina 6 de los hombres eran normales.
El estudio aparece en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.
"Nuestros datos sugieren que una siesta de 30 minutos puede revertir el impacto hormonal de una noche en que se durmió mal", señaló el autor del estudio, Brice Faraut, de la Universite Paris Descartes-Sorbonne Paris Cite, en Francia. "Este es el primer estudio en encontrar que la siesta podría restaurar los biomarcadores de la salud neuroendocrina e inmunitaria a niveles normales", señaló en un comunicado de prensa de la revista.
"La siesta podría ofrecer una forma de contrarrestar los efectos nocivos de la restricción del sueño al ayudar a los sistemas inmunitario y endocrino a recuperarse", planteó Faraut. "Los hallazgos respaldan el desarrollo de estrategias prácticas para abordar a las poblaciones con privación crónica del sueño, como los trabajadores nocturnos y de turnos".
La falta de sueño puede aumentar el riesgo de problemas de salud como la obesidad, la diabetes, la hipertensión y la depresión, y el sueño insuficiente también se asocia con una menor productividad laboral, y además con accidentes de tráfico e industriales, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Casi tres de cada diez adultos estadounidenses duermen en promedio seis horas o menos por noche, según la Encuesta nacional de entrevista de salud.
FUENTE: The Endocrine Society