Se requieren programas efectivos para gestionar el riesgo

Adolescentes con TDAH tienen un riesgo más alto de sufrir un accidente

Un estudio encontró que tenían un 36 por ciento más de probabilidades de sufrir un accidente que otros adolescentes

Fuente: MedlinePlus

Como si los padres no tuvieran suficiente de qué preocuparse cuando sus hijos adolescentes conducen el coche de la familia, una nueva investigación muestra que los adolescentes con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen incluso más probabilidades que sus compañeros de sufrir un accidente.

Una nota positiva es que el riesgo más alto fue en realidad mucho más bajo que lo que se reportó en estudios anteriores pequeños, añadieron los investigadores.

"Encontramos que los adolescentes con un TDAH tenían un 35 por ciento menos probabilidades de recibir una licencia en los seis meses tras hacerse elegibles para la licencia, en comparación con los demás adolescentes. [Pero] tras adquirir una licencia de conducir, los adolescentes con un TDAH tienen un riesgo aproximadamente un 36 por ciento más alto de accidente que los demás adolescentes con una licencia reciente", advirtió la autora del estudio, Allison Curry.

Curry es directora de epidemiología y bioestadísticas en el Centro de Investigación y Prevención de Lesiones del Hospital Pediátrico de Filadelfia (CHOP, por sus siglas en inglés).

Curry anotó que el riesgo más alto se observó tanto en los chicos como en las chicas con un TDAH, y que se mantuvo durante unos cuantos años tras la obtención de la nueva licencia.

Además, en el mes antes de conducir, apenas aproximadamente un 12 por ciento de los del grupo del TDAH habían recibido una receta de algún medicamento para la afección. En teoría, esos fármacos podrían mejorar la seguridad al volante, anotó el equipo del estudio. Y eso podría sugerir una forma de reducir el riesgo entre los nuevos conductores con un TDAH.

Curry explicó que los pacientes con el TDAH con frecuencia podrían tener dificultades con la falta de atención, la tendencia a distraerse, la impulsividad y la autorregulación.

Para explorar hasta qué nivel esos problemas podrían afectar la seguridad de los nuevos conductores jóvenes, los investigadores revisaron los expedientes médicos electrónicos (que indicaban el estatus de TDAH) de más de 18,500 residentes de Nueva Jersey nacidos entre 1987 y 1997. Todos habían sido pacientes de atención primaria en el CHOP.

Entonces, compararon esos expedientes con los datos sobre las licencias de conducir y los expedientes de accidentes de Nueva Jersey.

De los casi 2,500 adolescentes con TDAH incluidos en el análisis final, casi un 43 por ciento habían sufrido un accidente de coche durante el periodo del estudio.

Esa cifra fue de apenas un 36 por ciento entre los adolescentes del estudio sin TDAH, encontraron los investigadores.

Respecto a si los hallazgos reflejan el riesgo de accidente de los adolescentes en todo el país, el equipo dijo que no está claro, dado que Nueva Jersey está más urbanizado que el promedio y tiene una edad más tardía para la obtención de la licencia de conducir que otros estados.

Los autores del estudio también anotaron que los adolescentes con un TDAH constituyen un porcentaje más alto del grupo total del estudio que en el público estadounidense general.

Independientemente, Curry dijo que hay una necesidad clara de "desarrollar programas efectivos para gestionar el riesgo de forma que los adolescentes con un TDAH que deseen conducir puedan hacerlo de forma segura", y que los padres deben implicarse temprano en este esfuerzo.

"Un proveedor de atención primaria o un especialista en salud mental puede ayudar a orientar la conversación con preguntas sobre el nivel de preparación para la conducción", anotó Curry. "En esa visita, asegúrese de abordar cualquier tema (como los problemas de atención o la impulsividad) y si un medicamento para el TDAH podría ser útil para garantizar unas conductas de conducción seguras".

Además, planteó, "las familias quizá deban pensar en buscar el consejo de un especialista en rehabilitación de la conducción certificado que tenga entrenamiento para trabajar con individuos con necesidades especiales, o un terapeuta ocupacional que se especialice en la conducción".

El Dr. Andrew Adesman, jefe de pediatría del desarrollo y conductual del Centro Médico Pediátrico Cohen de Nueva York, dijo que los hallazgos no le sorprendieron.

"Los padres de adolescentes con o sin un TDAH deben pensar en el nivel de madurez y de responsabilidad de su hijo para decidir si deben permitirle obtener la licencia de conducir", planteó.

"Aunque obtener una licencia de conducir podría considerarse como un derecho legal desde el punto de vista del estado, los padres deben usar su criterio al tomar la decisión sobre el momento en que se debe permitir a su hijo adolescente obtener la licencia y conducir", aconsejó Adesman.

Curry y sus colaboradores reportaron sus hallazgos en línea el 12 de junio en la revista JAMA Pediatrics.


FUENTES: Allison Curry, Ph.D., M.P.H., senior scientist and director, epidemiology and biostatistics, Center for Injury Research and Prevention, Children's Hospital of Philadelphia; Andrew Adesman, M.D., chief, developmental and behavioral pediatrics, Cohen Children's Medical Center of New York, New Hyde Park, N.Y.; June 12, 2017, JAMA Pediatrics