Universidad Rutgers
Las personas con enfermedad cardíaca o válvulas cardíacas defectuosas o artificiales tienen un mayor riesgo de desarrollar una infección valvular potencialmente mortal.
Los investigadores de Rutgers informaron que han surgido nuevos factores de riesgo para esta afección y que un número creciente de pacientes ingresados ??en hospitales por otras enfermedades están en riesgo de contraer esta infección cardíaca potencialmente letal.
El estudio, que se publicó en línea antes de su impresión en The American Journal of Cardiology, destaca la necesidad de que los hospitales desarrollen formas de prevenir esta infección grave en el corazón.
La American Heart Association había recomendado que todas las personas en riesgo de contraer infecciones de las válvulas cardíacas (endocarditis infecciosa), generalmente causadas por bacterias que ingresan al torrente sanguíneo a través de la boca, el tracto gastrointestinal o genitourinario, tomen antibióticos. En 2007, las pautas se revisaron para recomendar antibióticos solo para aquellos que se determina que tienen un alto riesgo de infección.
"En el pasado, la endocarditis infecciosa se asociaba con una enfermedad cardíaca reumática y con mayor frecuencia causada por bacterias en la boca", dijo el autor principal Abel Moreyra, profesor de medicina en la Escuela de Medicina Rutgers Robert Wood Johnson. "Sin embargo, han surgido nuevos factores de riesgo, como el abuso de opiáceos intravenosos, sistemas inmunes comprometidos, hemodiálisis y dispositivos cardíacos implantados".
Para comprender cómo los cambios en las pautas afectaron la tasa de infecciones, los investigadores analizaron 21.443 registros de personas que fueron diagnosticadas con endocarditis infecciosa en los hospitales de Nueva Jersey entre 1994 y 2015.
Hicieron un descubrimiento sorprendente: a partir de 2004 y continuando después, hubo un significativo disminución del número de pacientes hospitalizados con endocarditis infecciosa como diagnóstico primario por su razón de ingreso y un aumento significativo en el número de pacientes que desarrollan la infección en el hospital, o un diagnóstico secundario.
En total, 9.191 personas fueron hospitalizadas con endocarditis infecciosa como diagnóstico primario y 12.252 con diagnóstico secundario.
Moreyra atribuye la disminución en el diagnóstico primario a una mejor atención dental y a la rareza actual de la enfermedad cardíaca reumática, donde el estreptococo juega un papel predominante en la infección. "Sin embargo, el 60 por ciento de la endocarditis infecciosa que se desarrolló después del ingreso fue causada por un microorganismo diferente, la bacteria estafilococo, que abunda en los hospitales e implica la atención médica como una posible fuente de infección", dijo.
Este importante análisis de las diferentes tendencias temporales del diagnóstico primario y secundario de endocarditis infecciosa puede ayudar a los hospitales a adaptar diferentes estrategias para la prevención de esta infección potencialmente letal, dijo Moreyra.