Sumatoria de comorbilidades

Muchas personas con diabetes también presenta hígado graso

Una sesión de expertos españoles e internacionales analizó las principales novedades diagnósticas y terapéuticas del ámbito de la salud.

Más de 600 médicos internistas se han congregado en la XVI Reunión del Grupo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), celebrada los pasados días 24 y 25 de marzo en el Parador de Córdoba, en dónde se han analizado las principales novedades diagnósticas y terapéuticas en los campos de estudio del grupo de trabajo (diabetes, obesidad y nutrición).

Con presencia de expertos nacionales e internacionales y bajo un enfoque inter y multidisciplinar, durante la reunión se han tratado temas de relevancia científica como: cardionefroprotección, novedades en la asociación entre diabetes e infección COVID-19, novedades también en obesidad y nutrición, temas clásicos de controversias como la antiagregación universal en el paciente diabético o el posible papel de la insulinización precoz, y dos mesas conjuntas con los grupos de trabajo de la SEMI, como el de Riesgo Vascular (RV) y el de Insuficiencia Cardíaca y Fibrilación Auricular (ICyFA).

En palabras del Dr. Pedro Pablo Casado, médico internista en el Hospital Universitario La Princesa de Madrid y nuevo coordinador del Grupo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de SEMI, la “diabetes en sí misma es una entidad que implica un elevado riesgo cardiovascular, pero ya en estadios previos, en situaciones de prediabetes, este riesgo ya está incrementado”. 

También ha enfatizado en que “la persona con diabetes suma con frecuencia otras comorbilidades que incrementan más aún ese elevado riesgo vascular, como puede ser el hígado graso, entidad presente entre el 50%-80% de los pacientes diabéticos según las series, o la dislipemia, entidades ambas con importantes novedades terapéuticas en los últimos años que se han debatido y analizado en la reunión para realizar un correcto abordaje de las mismas”.

El Dr. Pedro Pablo Casado también ha dedicado unas palabras al coordinador saliente del Grupo, el Dr. Francisco Javier Carrasco, médico internista del Servicio de Medicina Interna del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, por su dedicación al frente del grupo estos años: “no puedo menos que agradecer, en primer lugar, al Dr. Carrasco como coordinador saliente, y también al resto de compañeros que han hecho posible el brillante futuro de este grupo, cuyo mejor ejemplo es la calidad de una reunión como la que vivimos estos días en Córdoba. Mi único deseo es que mi labor sea digna de mis predecesores y sea capaz de gestionar el enorme talento que atesoran los miembros de este grupo”.

En el transcurso de la reunión, también se han entregado premios a los mejores casos clínicos presentados y a los mejores proyectos de investigación en diabetes, además comentarse importantes novedades implementadas por el grupo de trabajo como nuevos cursos de formación para Medicina Interna y una web-app que, según se reiteró, es de “inmensa utilidad para el internista”.

Diabetes y obesidad en Medicina Interna y en la población general

Se estima que el 33% (entre el 30-35%) de los pacientes que ingresan en Medicina Interna tiene Diabetes tipo 2, aunque el motivo de ingreso no sea la diabetes. Además, se estima que entre el 30% y el 40% de los personas con diabetes que son vistos por médicos internistas presenta obesidad. El médico internista, como especialista con visión global del paciente, maneja a la persona con diabetes en el marco del riesgo vascular y el correcto control de la diabetes es crucial para evitar complicaciones asociadas a esta patología como la afectación renal, cardíaca o la enfermedad arterial periférica.

Casi el 60% de los adultos en Europa viven con pre-obesidad, y en España el 32% de los hombres y el 27% de las mujeres tienen obesidad, de los que el 65% lo es en forma de obesidad abdominal. Y esta obesidad supera el 45% en mayores de 65 años. Todo ello supone alrededor de un 10% de gasto total en salud. La obesidad juega un papel esencial en el desarrollo de enfermedades no transmisibles como la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), la hipertensión arterial (HTA), la dislipemia y las enfermedades cardiovasculares, debido al exceso de grasa, fundamentalmente visceral, que se deposita en el organismo.