Introducción

La pandemia de COVID-19 ha sido un evento único en una generación que ha tenido un impacto de gran alcance en la economía global, la política, la salud de la población y el bienestar social de las comunidades de todo el mundo. Algunos podrían decir que la pandemia ha sacado lo mejor y lo peor de nosotros.

Como llevamos más de 2 años de pandemia, se ha generado una gran cantidad de estudios en ese tiempo que han estudiado los efectos de la pandemia de COVID-19 en la salud mental y el bienestar. Algunas personas experimentaron un empeoramiento de la salud mental durante la pandemia; otros realmente experimentaron una mejor salud mental, y otros experimentaron poco o ningún cambio en su salud mental. Permítanme desarrollar cada uno de estos resultados.

Empeoramiento de la salud mental

El resultado más común y esperado de la pandemia de COVID-19 es que la salud mental decae durante este período de tiempo. Y, de hecho, un número creciente de estudios ha informado un aumento de los problemas de ansiedad, depresión y abuso de sustancias durante la pandemia. Algunos lo han atribuido a los efectos del virus en sí y otros a las diversas medidas tomadas para reducir la transmisión de COVID-19, incluidos los cierres de ciudades, el distanciamiento social y los efectos económicos como el cierre de negocios, el desempleo, etc.

Pero la pandemia ha tenido diferentes efectos en diferentes personas, y puede haber algunos factores predisponentes que hicieron que algunos individuos fueran más vulnerables que otros. Al menos un estudio descubrió que las personas con problemas de salud mental previos tenían muchas más probabilidades de experimentar un empeoramiento de la salud mental durante la pandemia.

Mejorando la salud mental

Mientras que algunas personas experimentaron una mayor angustia mental durante la pandemia de COVID-19, ¡otras en realidad experimentaron mejoras en su salud mental! Los seres humanos pueden ser increíblemente resistentes, y varios estudios han encontrado que muchas personas que experimentan desastres y eventos increíblemente estresantes han podido desarrollar nuevas fortalezas internas y esforzarse por superar sus experiencias.

Los hallazgos de los estudios acerca de la Gran Depresión encontraron una mejor salud de la población, una mayor esperanza de vida y una disminución de la mortalidad para casi todos los grupos de edad durante esa época.

Varios estudios que han encontrado que algunas personas han informado crecimiento psicológico y desarrollo de fortaleza emocional durante la pandemia. Estos estudios se referían a veteranos estadounidenses, que pueden ser particularmente resistentes y diferentes de otros adultos, aunque esto necesita más investigación.

En un estudio representativo a nivel nacional de veteranos de EE. UU., encontramos que más del 40 % informó haber experimentado niveles moderados a grandes de crecimiento psicológico postraumático durante la pandemia.

En otro estudio, se evaluaron tres grupos de veteranos a lo largo del tiempo durante la pandemia, y se encontró que los veteranos que recientemente se quedaron sin hogar, así como los veteranos que tenían un trastorno psicótico, informaron una mejor capacidad de recuperación de la salud mental durante la pandemia que los controles sanos.

Hay varias teorías que pueden explicar esto. Puede ser que las situaciones amenazantes obliguen a algunas personas a "estar a la altura de las circunstancias" y aprovechar las fortalezas de las que no eran plenamente conscientes. Otra explicación puede ser, como dijo Nietzsche: "Vivir es sufrir, sobrevivir es encontrar algún significado en el sufrimiento", el sentido del sufrimiento puede imbuir significado. También de una manera extraña, las personas que ya estaban sufriendo pueden encontrar consuelo al ver a otros sufrir junto con ellos durante la pandemia de COVID-19, ya sea a través de un sentido de unidad y angustia existencial colectiva, normalizando su angustia.

Permanecer igual

Contrariamente a las predicciones de muchos expertos, las tasas de suicidio en varios países y poblaciones no aumentaron durante la pandemia de COVID-19, y las tasas de suicidio en su mayoría se mantuvieron iguales o disminuyeron ligeramente durante la pandemia. Los investigadores todavía están tratando de entender por qué sucede esto, pero algunas de las razones pueden ser similares a las descritas anteriormente que ayudan a las personas a prosperar o mantener la estabilidad en tiempos de adversidad.

Además del suicidio, los estudios han informado que la prevalencia de enfermedades mentales graves se ha mantenido estable después de un año de pandemia. Esto quizás sea menos sorprendente ya que existen varios factores biológicos y de desarrollo que influyen en el inicio o la recaída de una enfermedad mental grave y estos factores existen independientemente de la pandemia de COVID-19.

También se podrían observar las formas notables en que se pudo ofrecer la asistencia en salud mental y la atención virtual durante la pandemia que pueden haber ayudado a millones de personas en todo el mundo a mantener su salud mental. Y, de hecho, es posible que se hayan desarrollado nuevas innovaciones tecnológicas y métodos de prestación de atención médica durante este tiempo que permanecerán después de que haya pasado la pandemia.