Puntos clave Pregunta ¿La angustia psicológica antes de la infección por SARS-CoV-2 está asociada con el riesgo de que los síntomas relacionados con la COVID-19 duren 4 semanas o más, lo que se conoce como condiciones posteriores a la COVID-19? Hallazgos Este estudio de cohorte encontró que entre los participantes que no reportaron infección por SARS-CoV-2 al inicio (abril de 2020) y reportaron un resultado positivo en la prueba de SARS-CoV-2 durante 1 año de seguimiento (N = 3193), depresión, la ansiedad, el estrés percibido, la soledad y la preocupación por el COVID-19 se asociaron prospectivamente con un riesgo 1,3 a 1,5 veces mayor de condiciones post-COVID-19 autoinformadas, así como un mayor riesgo de deterioro de la vida diaria relacionado con el post-COVID-19. Condiciones de COVID-19. Significado En este estudio, la angustia psicológica previa a la infección se asoció con el riesgo de condiciones post-COVID-19 y deterioro de la vida diaria en aquellos con condiciones post-COVID-19. |
Importancia
Se han identificado pocos factores de riesgo para los síntomas de COVID-19 de larga duración (≥4 semanas).
Objetivo
Determinar si los altos niveles de angustia psicológica antes de la infección por SARS-CoV-2, caracterizados por depresión, ansiedad, preocupación, estrés percibido y soledad, se asocian prospectivamente con un mayor riesgo de desarrollar condiciones posteriores a la COVID-19 (a veces denominadas condiciones prolongadas de COVID).
Diseño, entorno y participantes
Este estudio prospectivo de cohortes utilizó datos de 3 grandes cohortes en curso, predominantemente femeninas: Estudio de salud de enfermeras II, Estudio de salud de enfermeras 3 y Estudio Growing Up Today.
Entre abril de 2020 y noviembre de 2021, los participantes fueron seguidos con encuestas periódicas. Los participantes se incluyeron si no informaron una infección actual o anterior por SARS-CoV-2 en la encuesta de referencia de abril de 2020 cuando se evaluó la angustia y respondieron 1 o más cuestionarios de seguimiento.
Exposiciones
La depresión, la ansiedad, la preocupación por la COVID-19, el estrés percibido y la soledad se midieron al inicio del estudio al comienzo de la pandemia, antes de la infección por SARS-CoV-2, mediante cuestionarios validados.
Principales resultados y medidas
La infección por SARS-CoV-2 se autoinformó durante cada uno de los 6 cuestionarios de seguimiento mensuales y luego trimestrales.
Los síntomas relacionados con COVID-19 que duraron 4 semanas o más y el deterioro de la vida diaria debido a estos síntomas se autoinformaron en el cuestionario final, 1 año después del inicio.
Resultados
De 54 960 participantes, el 38,0 % (n = 20 902) eran trabajadores sanitarios activos y el 96,6 % (n = 53 107) eran mujeres; la edad media (DE) fue de 57,5 (13,8) años.
El seis por ciento (3193 participantes) informó un resultado positivo en la prueba de SARS-CoV-2 durante el seguimiento (1 a 47 semanas después del inicio). Entre estos, probable depresión (riesgo relativo [RR], 1,32; IC 95% = 1,12-1,55), ansiedad probable (RR = 1,42; IC 95%, 1,23-1,65), preocupación por COVID-19 (RR, 1,37; 95 IC %, 1,17-1,61), estrés percibido (cuartil más alto frente a más bajo: RR, 1,46; IC del 95 %, 1,18-1,81) y soledad (RR, 1,32; IC del 95 %, 1,08-1,61) se asociaron con condiciones de COVID-19 (1403 casos) en modelos de ecuaciones de estimación generalizadas ajustadas por factores sociodemográficos, comportamientos de salud y comorbilidades.
Los participantes con 2 o más tipos de angustia antes de la infección tenían casi un 50 % más de riesgo de sufrir afecciones posteriores a la COVID-19 (RR, 1,49; IC del 95 %, 1,23-1,80). Todos los tipos de angustia se asociaron con un mayor riesgo de deterioro de la vida diaria (783 casos) entre personas con condiciones posteriores a COVID-19 (rango RR, 1.15-1.51).
Los síntomas de las condiciones posteriores a la COVID-19 que no se presentan debido a limitaciones de espacio incluyen fiebre intermitente; sarpullido, ampollas o ronchas en cualquier parte del cuerpo; y úlceras en la boca o la lengua. Los valores no suman 100% porque los niveles medios de las variables (es decir, síntomas depresivos y ansiosos subclínicos, algo de preocupación y soledad menos que parte del tiempo) no se muestran debido a limitaciones de espacio. El estrés y la soledad percibidos se consultaron solo en los participantes que no eran trabajadores de la salud en activo.
Conclusiones y relevancia
- Los hallazgos de este estudio sugieren que la angustia psicológica previa a la infección puede ser un factor de riesgo para las condiciones posteriores a la COVID-19 en personas con infección por SARS-CoV-2.
- El trabajo futuro debería examinar el mecanismo bioconductual que vincula la angustia psicológica con los síntomas persistentes posteriores a la infección.