Un medicamento para los problemas cardíacos y la presión arterial alta también puede ser eficaz para tratar el trastorno por consumo de alcohol, según un nuevo estudio realizado por investigadores de los Institutos Nacionales de Salud y sus colegas. El estudio presenta evidencia convergente de experimentos en ratones y ratas, así como un estudio de cohorte en humanos, lo que sugiere que el medicamento espironolactona, puede desempeñar un papel en la reducción del consumo de alcohol.
La investigación fue dirigida por científicos del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) y el Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA), ambas partes del NIH y la Escuela de Medicina de Yale, New Haven, Connecticut. Un informe de los nuevos hallazgos se publica en Molecular Psychiatry.
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La espironolactona como posible nueva farmacoterapia para el trastorno por consumo de alcohol: evidencia convergente de estudios en roedores y humanos Resumen La evidencia sugiere que la espironolactona, un antagonista no selectivo del receptor de mineralocorticoides (MR), modula la búsqueda y el consumo de alcohol. Por lo tanto, la espironolactona puede representar una nueva farmacoterapia para el trastorno por consumo de alcohol (AUD). En este estudio, probamos los efectos de la espironolactona en un modelo de ratón de consumo de alcohol (beber en la oscuridad) y en un modelo de rata de dependencia del alcohol (exposición al vapor). También investigamos la asociación entre la recepción de espironolactona durante al menos 60 días continuos y el cambio en el consumo de alcohol autoinformado, utilizando la Prueba de Consumo de Identificación de Trastornos por Uso de Alcohol (AUDIT-C), en un estudio de cohorte farmacoepidemiológico en el sistema de salud integrado más grande de Estados Unidos. La espironolactona redujo de forma dependiente de la dosis la ingesta de soluciones de alcohol endulzadas o sin endulzar en ratones machos y hembras. No se observaron efectos de la espironolactona sobre el consumo de una solución dulce sin alcohol, la ingesta de alimentos o agua, la coordinación motora, la ataxia inducida por el alcohol o los niveles de alcohol en sangre. La espironolactona redujo de forma dependiente de la dosis la autoadministración de alcohol operante en ratas macho y hembra dependientes y no dependientes. En humanos, se observó una mayor reducción en el consumo de alcohol entre los que recibieron espironolactona, en comparación con los individuos con puntaje de propensión similar que no recibieron espironolactona. Los efectos más grandes se dieron entre aquellos que reportaron un consumo de alcohol peligroso/intenso al inicio del estudio (AUDIT-C ≥ 8) y aquellos expuestos a ≥ 50 mg/día de espironolactona. Estos hallazgos convergentes en estudios con roedores y humanos demuestran que la espironolactona reduce el consumo de alcohol y respaldan la hipótesis de que este medicamento puede estudiarse más a fondo como una farmacoterapia novedosa para AUD. |
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“Combinar los hallazgos de tres especies y diferentes tipos de estudios de investigación, y luego ver las similitudes en esos datos, nos da la confianza de que estamos ante algo potencialmente importante desde el punto de vista científico y clínico. Estos hallazgos respaldan un mayor estudio de la espironolactona como posible tratamiento para el trastorno por consumo de alcohol, una afección médica que afecta a millones de personas en los EE. laboratorio de NIDA y NIAAA, y uno de los autores principales.
Actualmente hay tres medicamentos aprobados para el trastorno por consumo de alcohol en los Estados Unidos, y son una ayuda eficaz e importante en el tratamiento de las personas con esta afección. Dados los diversos procesos biológicos que contribuyen al trastorno por consumo de alcohol, se necesitan nuevos medicamentos para brindar un espectro más amplio de opciones de tratamiento. Los científicos están trabajando para desarrollar un menú más amplio de tratamientos farmacéuticos que puedan adaptarse a las necesidades individuales.
Investigaciones anteriores han demostrado que los receptores de mineralocorticoides, que se encuentran en todo el cerebro y otros órganos y ayudan a regular el equilibrio de líquidos y electrolitos en el cuerpo, podrían desempeñar un papel en el consumo de alcohol y las ansias. La investigación preclínica sugiere que una mayor señalización del receptor de mineralocorticoides contribuye a un mayor consumo de alcohol. El estudio actual buscó expandir esta línea de investigación al probar la espironolactona, un medicamento con múltiples acciones, incluido el bloqueo de los receptores de mineralocorticoides. La espironolactona se usa en la práctica clínica como diurético y para tratar afecciones como problemas cardíacos y presión arterial alta.
En experimentos realizados en modelos de ratones y ratas de consumo excesivo de alcohol, los investigadores del NIAAA y el NIDA dirigidos por el coautor principal Leandro Vendruscolo, Pharm.D., Ph.D., del NIDA descubrieron que las dosis crecientes de espironolactona reducían el consumo de alcohol en hombres y mujeres sin causarles problemas de movimiento o coordinación, y sin afectar su consumo de alimento o agua.
En un estudio paralelo que fue parte de los esfuerzos de colaboración de este equipo, los investigadores dirigidos por la coautora principal Amy C. Justice, M.D., Ph.D., de la Escuela de Medicina de Yale, examinaron los registros de salud de una gran muestra de personas de la Sistema de atención médica de Asuntos de Veteranos de EE. UU. para evaluar los posibles cambios en el consumo de alcohol después de que se recetó espironolactona para sus indicaciones clínicas actuales (p. ej., problemas cardíacos, presión arterial alta).
Encontraron una asociación significativa entre el tratamiento con espironolactona y la reducción en el consumo de alcohol autoinformado, según lo medido por la prueba de consumo de identificación de trastornos por uso de alcohol, una herramienta de detección. Es de destacar que los efectos más grandes se observaron entre aquellos que informaron un consumo episódico de alcohol peligroso/intenso antes de comenzar el tratamiento con espironolactona.
“Estos son hallazgos muy alentadores”, dijo el director del NIAAA, George F. Koob, Ph.D., coautor del estudio. "Tomados en conjunto, el presente estudio aboga por realizar estudios aleatorios y controlados de espironolactona en personas con trastorno por consumo de alcohol para evaluar más a fondo su seguridad y eficacia potencial en esta población, así como un trabajo adicional para comprender cómo la espironolactona puede reducir el consumo de alcohol".
“Al igual que con cualquier otra afección médica, las personas con trastornos por consumo de sustancias merecen tener una variedad de opciones de tratamiento disponibles, y este estudio es un paso emocionante en nuestro esfuerzo por expandir los medicamentos para las personas con trastornos por consumo de alcohol”, dijo Nora Volkow. , MD, director de NIDA. “Además, debemos abordar el estigma y otras barreras que impiden que muchas personas con trastorno por consumo de alcohol accedan a los tratamientos que ya tenemos disponibles”.