Revista de la Asociación Médica Canadiense
Los niños y adultos jóvenes con alergias o eczema que tienen dificultad para tragar pueden tener esofagitis eosinofílica. Una revisión publicada en CMAJ (Canadian Medical Association Journal) proporciona orientación sobre cómo diagnosticar y controlar esta enfermedad inflamatoria crónica.
En personas con esofagitis eosinofílica, el revestimiento del esófago está inflamado, lo que puede provocar lesiones y estrechamiento de la garganta. Aunque puede afectar a cualquier persona, el riesgo es mayor en niños de 5 a 14 años y en adultos de 20 a 45 años, y es de 3 a 4 veces más común en hombres que en mujeres.
La incidencia está aumentando y las tasas son más altas en América del Norte y Europa. No está claro si el aumento en la detección se debe a una mayor concienciación o si refleja un verdadero aumento de enfermedades en nuestras comunidades.
Puntos clave:
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Es importante distinguir entre la esofagitis eosinofílica y los trastornos alimentarios en adultos, que pueden parecer similares. "Los trastornos alimentarios pueden ser difíciles de diferenciar de la esofagitis eosinofílica, ya que las conductas alimentarias restrictivas, incluidas las aversiones a los alimentos, la ansiedad a la hora de comer y las conductas de masticación, son una característica potencial de ambas afecciones", escriben los Dres. Milli Gupta y Michelle Grinman, Facultad de Medicina Cumming, Universidad de Calgary, Calgary, Alberta. "Un historial dietético detallado es esencial para descifrar qué tipos de alimentos evita un paciente y por qué. Los pacientes con esofagitis eosinofílica pueden evitar la carne y el pan debido a episodios de asfixia previos, mientras que los pacientes con trastornos alimentarios pueden hacerlo debido al contenido calórico".
Los autores recomiendan la toma de decisiones compartida entre médico y paciente para mitigar el impacto tanto de la enfermedad como de su tratamiento en la calidad de vida. Sugieren un enfoque multifacético que abarque cambios en la dieta y medicamentos, según la gravedad de la enfermedad y el riesgo de complicaciones futuras. Los pacientes con alto riesgo de impactación de alimentos pueden necesitar dilatación esofágica y se recomienda consultar con un gastroenterólogo y un dietista para personalizar la atención.
Los autores piden más investigación para comprender mejor la enfermedad, así como formas óptimas de diagnosticar, tratar y controlar la esofagitis eosinofílica.