Ciclo de entrevistas “Invisibles”

Dr. Juan Paul Flores: “Atender Chagas en zonas remotas te llena el alma”

Cuando el cardiólogo jujeño fue presidente del Comité de Chagas de la Federación Argentina de Cardiología, contactó a colegas para no dejar esta enfermedad “desatendida”. También realizó giras para hacer controles gratuitos a pacientes en Quebrada, Puna y Yungas.

Autor/a: Celina Abud

No siempre el valor y la fama coinciden; ni los médicos más dedicados son los más visibles. Valoran el agradecimiento de quienes los necesitan más que algunos minutos en televisión. Forman parte de sus comunidades y están comprometidos con ellas. No tienen nada para vender; más bien comparten lo que tienen, lo que saben. Atienden en localidades remotas a familias humildes, no quieren dejar huérfana a ninguna enfermedad. Curan cuando se puede y cuidan siempre. Son aquellos que con los pies en el barro le dan sentido a una profesión milenaria. IntraMed quiere homenajearlos con este ciclo de entrevistas que se propone darles visibilidad a los “Invisibles”.


El médico cardiólogo Juan Paul Flores no derrocha palabras cuando se le pregunta sobre sus anécdotas personales. Pero se explaya  cuando se lo indaga sobre la enfermedad a la que se dedica, que por muchos años se la consideró desatendida: el Chagas.  Actual jefe del Servicio de Cardiología del Centro de Especialidades Norte del Ministerio de Salud de la Provincia de Jujuy, fue uno de los impulsores para que en 2018 se creara en ese establecimiento un consultorio integral dedicado a esta patología, para que el paciente pudiera ser atendido de forma constante tras recibir una serología positiva. Hoy son 6 los cardiólogos que responden a consultas además de realizar electrocadiogramas, ecografías cardíacas, Holters y ergometrías, entre otros estudios.

Como expresidente del Comité de Chagas de la Federación Argentina de Cardiología, realizó giras por localidades remotas en  Jujuy y otras provincias para hacer controles cardiológicos. Por esta tarea, tanto Flores como sus colegas no recibían paga y la mayor gratificación para ellos era el agradecimiento de la gente. En su entrevista con IntraMed, habló de conceptos y de la labor de estos profesionales para evitar complicaciones mayores entre quienes enferman. 

El Chagas y su situación, actual, en sus palabras

•Avances para el tratamiento de Chagas en los últimos años. “El Chagas era una enfermedad olvidada. Antes un paciente llegaba a una institución y se le hacía una radiografía de tórax, un electro, y se lo examinaba muy de vez en cuando. El primer avance fue hacerle entender a la persona tenía que controlarse año a año. El segundo fue el crecimiento de todas las técnicas de avanzada que han ingresado a Chagas. Un paciente bien estudiado en un centro de alta complejidad puede hacerse estudios múltiples y a través de esos métodos diagnósticos, se puede llegar a distintos tratamientos, no solo colocar un marcapasos sino también ablacionar  arritmias. Pero siempre se debe recordar que el tratamiento se realiza de acuerdo al lugar donde se encuentre el paciente, no es lo mismo tratarlo en un hospital de alta complejidad que en un centro en una zona remota”.

•Elementos para una correcta atención. “En Argentina, para cuando yo fui presidente del comité de Chagas de la Federación Argentina de Cardiología, empezamos a tener otra visión, más preventiva. Cuando nos consulta un paciente, decimos que tiene Chagas crónico, que no significa otra cosa que tener una serología positiva. Pero el 70% de ellos no se van a enfermar nunca de Chagas y se morirán de viejos o de cualquier otra patología. El otro 30% es el que realmente va a desarrollar enfermedad, ya sea cardíaca o intestinal.  Para monitorear a estos pacientes, decidimos realizar un control una vez por año. El sistema público abrió este consultorio integral de Chagas en el Centro de Especialidades Norte, donde al paciente se le hace un examen cardiológico, un electro y una ecografía cardíaca. Esas tres cosas mínimas nos permiten hacer un diagnóstico de lesiones precoces en enfermedad de Chagas. Entonces podemos actuar preventivamente tratando esas lesiones y así evitar complicaciones mayores”.

Situación actual en su provincia. “Jujuy es una de las 7 u 8 provincias argentinas que tienen certificación de la OMS/ OPS como libres de infección por vector (vinchuca). La parte transfusional está muy controlada porque por ley toda la sangre que se dona se analiza para verificar que no tenga Chagas (y además hay un banco central de sangre en la provincia). Donde estamos un poquito en deuda es en la parte congénita. Este año se lanzó un programa para realizar tratamientos en las mujeres en edad fértil para evitar la transmisión durante el trabajo de parto”.

Percepciones del trabajo diario

¿Cree que la solución al Chagas es meramente biológica o se debe intervenir sobre los determinantes sociales de la enfermedad?

Es algo mixto, mientras no se erradique la vinchuca (algo que no va a ocurrir) va a seguir estando la enfermedad, por lo que el área de control de vectores tiene que trabajar de forma continua. Pero también hay que actuar en diferentes situaciones. Trabajo con un grupo de cardiólogos bastante amplio. Cuando yo entré en la presidencia del comité de Chagas, apenas 15 o 20 colegas se dedicaban a esta enfermedad. Al ingresar, a través de la Federación Argentina de Cardiología hice contactos con cardiólogos porque Chagas pasa por toda la especialidad (insuficiencia cardíaca, arritmia, colocación de marcapasos, diagnóstico por imágenes). Entonces me contacté con los “número uno” del país en cada área y con ellos estamos trabajando de forma constante en investigación: buscamos una conducta de tratamiento de prevención de lesiones, hasta que se encuentre un tratamiento curativo.

Se suele decir que el Chagas es una enfermedad “desatendida”. ¿Se desatendió aún más en tiempos de Covid-19?

Si, realmente el Covid 19 hizo estragos. No solo se  desatendió el Chagas sino también los hipertensos, los diabéticos… Durante la pandemia aumentó el número de infartos, pacientes con Chagas que se descompensaron. La gente tenía temor de ir al cardiólogo o de pisar un hospital.

 Sabemos que usted realizó junto con sociedades científicas diversas giras por Puna, Quebrada y Yungas para hacer chequeos cardiológicos. ¿Cuáles fueron las conclusiones epidemiológicas, cómo fue el contacto con la gente y qué anécdotas recuerda?

Fue una experiencia muy linda, ya la veníamos haciendo desde hace varios años, no solo en nuestra provincia, sino también en Formosa, en El Impenetrable Chaco y Salta. En Jujuy hicimos tres salidas (que tuvimos que suspender por la pandemia) en las que realizamos un seguimiento de casi mil pacientes evaluados en La Quiaca, Humahuaca, Tilcara, San Pedro y Perico. Elegimos esas zonas porque en ellas había más afectados. Centramos a los pacientes de Puna, Quebrada, Valle y Ramal en un hospital para que para que pudieran acceder a los mismos controles que hacemos en el consultorio de Chagas: se evaluaba a los pacientes, se le volvía a hacer un análisis de laboratorio y se les hacía un examen clínico, electrocardiograma, a algunos al azar se le destinaban ecografías (porque en cuatro días no se podían realizar mil imágenes) y algunos estudios de Holter. Había también pruebas que nos mandaba el Conicet para poder medir anticuerpos antimuscarínicos.

Venían conmigo algunos cardiólogos de Jujuy, otros de Formosa, Salta, Buenos Aires. Armamos equipos de 20 médicos. ¿Conclusiones? Casi entre el 70 y el 80% de los pacientes no presentan lesiones, es decir, tienen “Chagas sin patología demostrable o sin enfermedad” y el otro 25-30% eran pacientes que tenían “Chagas con enfermedad o con patología cardíaca”. A esa minoría se le explicó lo que tenían y en qué tiempo debían hacerse los controles. Nos pasó que en Perico, un paciente que nos esperaba para un control tuvo una muerte súbita. Esas son las situaciones que queremos evitar al evaluarlos de forma más precoz.

Además hemos encontrado que en la mayoría de los lugares, las embarazadas no reciben tratamiento. No digo durante la gestación, pero sí entre los embarazos las mujeres en edad fértil deben realizar un tratamiento para  evitar en los embarazos siguientes transmitir el Chagas a sus hijos.

¿Con qué frecuencia se realizan estas giras?

Se hacen una vez al año en Jujuy. Mientras que las salidas al El Impenetrable Chaco o Formosa las hacemos cada dos o tres años, porque presupuestariamente no se puede. Nosotros dejamos un lucro cesante, nadie nos paga nada por esto, lo hacemos de forma gratuita. Entonces vamos rotando áreas, porque esta iniciativa no está orquestada por los ministerios de Salud de ninguna de las provincias que visitamos. Es como si dijéramos que en nombre de la Federación Argentina de Cardiología, un grupo de cardiólogos que nos dedicamos a Chagas salimos al terreno a hacer un trabajo que es más bien de beneficencia. Todo el apoyo hacia la población sale de nuestros bolsillos, desde los vehículos que nos llevan, la nafta, a veces los alojamientos. En cada lugar que vamos, nos dedicamos durante cuatro días pura y exclusivamente a esta atención.  

¿Qué recompensas personales y profesionales obtiene al realizar estos controles en las comunidades más remotas?

En realidad dentro de lo que es la parte humana y el alma de cada médico hay una recompensa, pero no otras porque no es lucrativo. Alguna vez un cardiólogo de acá me preguntó qué ganaba yo con salir 3 o 4 días a atender diferentes zonas. Y es algo que te llena el alma. Quizá me hubiese gustado hacerlo más de joven porque esa tarea es como de médico misionero. Y te llega, la gente te lo agradece. Me acuerdo que una vez, en Tilcara, una señora nos llevó una torta con forma de corazón y nos ponía “Gracias”. Todo eso te recompensa, más que lo económico.

¿Qué le gustaría resaltar como concepto?

Insisto en que cada paciente que sepa que tiene Chagas o que no sepa, pero que conozca que la mamá tiene Chagas o bien trabaja en zonas donde hay muchos casos, todos esos pacientes deberían hacerse un control, un análisis. Jujuy tiene de bueno que para cualquier trabajo te piden el carnet sanitario. En general, cuando todos vienen a hacérselo, a todos se les hace el análisis de Chagas. Y cuando ven el análisis positivo, los médicos encargados del carnet sanitario los derivan a cardiología y se empieza a hacer un control de forma continua. Insisto también en el control una vez por año en los pacientes y el tratamiento en las mujeres en edad fértil que sepan que tienen Chagas.


*El Dr. Juan Paul Flores es Jefe del Servicio de Cardiología del Centro de Especialidades Norte del Ministerio de Salud de la Provincia de Jujuy. Expresidente del Comité de Chagas de la Federación Argentina de Cardiología. 

(Foto de portada: Gentileza Radio Universidad de Jujuy)


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