Argentina está cursando la mayor epidemia de dengue de su historia, con récord de casos y también de fallecimientos. Más allá de que las cifras causen sorpresa desde lo mediático, para Fabricio Tejerina, quien es biólogo y director de Epidemiología a cargo del Instituto de Control de Vectores de la Municipalidad de Posadas, Misiones, los datos son “esperables” para los que trabajan en la temática desde la ciencia, porque “si no hay una política sostenida para combatir esta enfermedad en todo el país, difícilmente podamos decir que esta será la última epidemia”.
Además de aclarar que el mosquito Aedes aegypti posee una enorme plasticidad ecológica, al punto que se adaptó desde sus orígenes africanos hasta volverse domiciliario y hasta “más doméstico que el perro”, el experto, también integrante del Grupo de Investigación sobre Mosquitos en Argentina (GIMA), agregó que los decesos “se explican por las reinfecciones con distintos serotipos del virus, que lamentablemente, irán afectando a más personas”. Por ello, enfatizó en que se debe mantener la prevención durante todo el año para poder avanzar. Aquí, en sus palabras, el diálogo que sostuvo con IntraMed.
Por qué la epidemia del 2023 superó a la de 2020 e incluso a la de 2016
Para quienes trabajamos desde la ciencia en el tema del dengue, estos datos son esperables, porque no hay una política pública continua que dé una respuesta integral. Lamentablemente, hay muchos ciudadanos que han fallecido y esto tiene que ver con la evolución de la enfermedad, porque ya lo vimos en Latinoamérica y el Sudeste Asiático. Las sucesivas epidemias de dengue con diferentes serotipos agravan la situación de los que ya habían contraído la infección antes. Esto se vio en Bolivia y Paraguay desde diciembre, pero muchas veces las respuestas se dan cuando ya se tienen los casos. Si no se trabajó durante los tres años previos para poder prevenir, no hay mucho que se pueda hacer. Por ello, se debe fortalecer la tarea con los municipios en todas las estaciones del año, con personal capacitado, equipamiento, vehículos, e insistir con el descacharrado. Pero son pocos los municipios que cumplen estos requisitos.
Si bien se sabe que hubo una adaptación del mosquito a diferentes situaciones del terreno, desde 2016 a 2020 hubo 1275 días en los cuales las acciones llevadas desde las políticas públicas no han sido suficientes. E incluso desde 2020 hasta ahora han pasado 900 días en los que urge mejorar la coordinación entre Nación, Provincia y Municipios.
Además, cuando hay epidemia de dengue, existe un subregistro muy grande de casos, porque se calcula que el 20% de los pacientes son asintomáticos y muchos del 80% restante tienen síntomas muy leves y se quedan en sus casas. A la vez el sistema de salud muchas veces no siempre registra los enfermos, algo que se vio en algunas clínicas privadas.
Motivos, más allá de la cuestión climática y la ola de calor
En Misiones hace calor durante todo el año, pero cuando realizamos el índice larvario, vemos que la eclosión está más asociada a las lluvias. Sin embargo, tuvimos una sequía prolongada, lo que hizo que muchos criaderos de mosquitos no estuvieran efectivos. Pero por otro lado, la población acumulaba agua, y como este mosquito es muy domiciliario, encuentra en las casas los lugares para poder reproducirse. Recordemos que la epidemia del 2009 comenzó en Charata, Chaco, que tiene un gran problema con la distribución de agua. Ahí, los criaderos estaban en las cisternas que poseen todas las casas. Eran millones de mosquitos. Un contingente de Bolivia vino enfermo y ahí se extendió la enfermedad.
Entonces, las cuestiones climáticas tienen que ver, porque con el calor (aunque sin pasarse) los insectos andan mejor. Pero inciden varios factores que deben ser analizados desde el punto de vista social y antropológico para ver el comportamiento de las personas que dejan recipientes que acumulan agua. Parece simple, pero en la práctica es complicado. La educación es la columna fundamental y hay que hacer ese trabajo de forma constante, porque hay baja percepción de riesgo en la población que, al no acomodar su patio o dejar la pileta pelopincho llena, puede facilitar que se críen mosquitos que pueden enfermar y hasta matar.
Biología del mosquito, reproducción y adaptación
El Aedes aegypti es un mosquito que tiene una plasticidad ecológica -un nivel de adaptación al medio- muy impresionante. Es originario del norte de África (de ahí su nombre, por Egipto) y se ha distribuido a nivel global por diferentes vías, principalmente en los barcos que trasladaban esclavos a los puertos del mundo. Así pasó a adaptarse de la selva a todos los recipientes artificiales que acumulan agua. Y están muy atados a vivir cerca de las personas porque tienen todas las condiciones para propiciarse. Una es refugio, porque viven dentro de la casa. Dos, tienen alimento, porque les gusta más picar a las personas antes que otros animales. Tres, porque siempre dejamos cosas que acumulan agua, como canaletas, una cubierta, un tacho que junta lluvia, o bien se acumula adrede porque no se tiene agua corriente. El mosquito se ha adaptado muy bien a vivir entre nosotros. Es más doméstico que el perro.
En cuanto a las condiciones climáticas, hasta hace poco tiempo hablábamos del dengue dentro de las enfermedades tropicales o subtropicales, pero hoy el mosquito se ha adaptado bien a diferentes climas. Por ejemplo La Rioja tuvo una epidemia muy grande en 2020 a pesar de tener un clima árido y semi-árido. Y se han encontrado nichos en San Bernardo y Villa Gesell, según estudios. Esta tendencia puede asociarse a que las temperaturas mínimas cada vez son más altas, pero además el mosquito tiene plasticidad ecológica. Y, por selección natural, nacen ejemplares más resistentes que se adaptan más al frio y se los ve en el Sur. Por eso, hoy el dengue es una enfermedad de varios climas.
¿Cuánto viven? El mosquito hembra en la naturaleza vive cerca de 30 días, pone huevos entre 6 y 7 veces y pica en varias oportunidades. El macho solo vive entre 8 y 10 días, no toma sangre sino néctar de las plantas y es el encargado de copular con las hembras para que queden fértiles. Una vez que esto sucede, la hembra llena su espermateca, una bolsita donde se alojan los espermatozoides para poder fecundar los óvulos y cuando está fértil se va buscar alimento (sangre de ser humano). Luego va a reposar en un lugar oscuro, fresco y protegido dentro de la casa (debajo de la mesa, atrás del ropero o la televisión). Con ese óvulo fecundado y el alimento de la sangre se van a formar los huevos y va a salir a ponerlos a los tres días en cualquier recipiente con agua que encuentre, aunque prefiere artificiales. No los pone todos en el mismo receptáculo sino en distintos y cuando termina sale a picar nuevamente y hacer el nuevo ciclo.
Por ello, para eliminar los criaderos, hay que vaciar los recipientes y cepillarlos, descacharrarlos, eliminarlos, romperlos o tirarlos. Si es un recipiente en el que necesitemos acumular agua, hay que taparlo bien. O se pueden usar larvicidas, que son muy baratos, de fácil uso y no son contaminantes.
En qué casos se recomienda la fumigación
Aunque se visibiliza mucho desde los medios, la fumigación tiene un impacto muy bajo. Existe una materia pendiente en comunicación, porque se ven los operativos, pero no lo que pasa en las casas. Los manuales de la OPS y OMS dicen que la fumigación solo se recomienda cuando tenemos casos sospechosos o confirmados de dengue, porque cuando el mosquito que le pica a esa persona, no contagia la enfermedad inmediatamente, demora entre 8 y 9 días dependiendo las temperaturas. Entonces tenemos esa ventana de tiempo para aplicar insecticida y matar esos mosquitos. Pero si nosotros abusamos de la fumigación, seleccionamos mosquitos resistentes y la única herramienta que queda, ya no nos va a servir. En síntesis, la fumigación no es buena como método preventivo.
Por qué hay más muertes
El dengue tiene 4 serotipos. Si una persona se enferma con uno y se cura, el cuerpo genera anticuerpos para ese serotipo, pero tal vez años después viene un mosquito con un serotipo diferente al primero y pica a la misma persona, que puede desarrollar un dengue clásico (con más o menos síntomas) o un dengue más grave (antes llamado dengue hemorrágico), que puede acarrear complicaciones porque se forma una reacción autoinmune.
Si bien se dice que ciertos serotipos como el 2 están asociados a casos más graves, el principal peligro está en la reinfección con dos serotipos diferentes. Ahora circula el 1 y el 2, pero muchos individuos, quizá sin darse cuenta habían contraído antes el 3 y el 4.
En cuanto a la asociación muerte y comorbilidades, como en cualquier enfermedad, si la persona está sana y bien alimentada, la enfermedad la afectará menos, pero si tiene hipertensión, diabetes o es una persona mayor, el dengue puede complicar esas patologías de base y ser potencialmente mortal.
Iniciativas: técnicas de mosquito estéril y vacunas
Existen tres técnicas llamadas “del mosquito estéril”, que buscan generar machos estériles que copulen con las hembras salvajes para que pongan huevos inviables, que no nazcan o que las larvas mueran. Cualquiera de estas técnicas necesita una infraestructura muy grande porque se requieren criar millones de mosquitos para poder liberarlos cada 3 o 4 días y así, cuando copulan con las hembras, baja la descendencia. Son costosas, pero también se debe tener en cuenta la ecuación costo-beneficio. Ellas son:
• Modificación genética, de la empresa Oxitec, en la que largan mosquitos genéticamente modificados, los hijos nacen con esa modificación y necesitan un antibiótico para vivir que no está disponible en la naturaleza
•Los mosquitos con Wolbachia, una bacteria natural de muchos insectos. Cuando le insertan la bacteria, esos mosquitos se vuelven infértiles y al copular, las hembras ponen huevos infértiles. Esta es la técnica más usada, con varias liberaciones en Colombia, Brasil y Asia.
•La radiación, que hasta ahora no se había aplicado en mosquitos porque los deterioraban mucho y no podían competir con los machos salvajes. Pero actualmente, la Comisión Nacional de Energía Atómica junto con la Comisión Mundial de Energía Atómica desarrollan rayos nuevos que pueden esterilizar mosquitos. La técnica se está probando y ya se hicieron algunas liberaciones de mosquitos en la zona de Ezeiza, con buenos resultados.
En cuanto a las vacunas, siempre deben ser tretravalantes, contra los cuatro serotipos. Lo que conocemos hasta el momento es:
•Una vacuna que fue aprobada hace 7 años en algunos países, como de venta libre. Pero si bien funcionó muy bien en personas que ya habían tenido dengue (ya que disminuía el riesgo de contraer dengue grave), pacientes sin antecedentes de enfermedad comenzaron con síntomas tras su aplicación. Por ello, la retiraron del mercado para realizar nuevos estudios. En Paraguay se había aprobado como de venta libre, pero era costosa y se requerían tres dosis.
• Una segunda vacuna de origen japonés. Pasó todos los controles para que los países puedan aplicarla. Ahora bastará ver sus resultados y su precio, porque hay más de 2.000 millones de personas en zona de riesgo por la enfermedad y se da una carrera importante por ganar ese mercado. Habrá que ver el acceso a la vacuna, porque si es costosa llegará a solo quien tiene dinero. Pero el objetivo es evitar que haya más muertes, entonces cada país deberá contar con ensayos para determinar los lugares donde hay más circulación de la enfermedad y tomar decisiones.
*Fabricio Tejerina. Biólogo. Director de Epidemiología a cargo del Instituto de Control de Vectores de la Ciudad de Posadas, Misiones. Miembro del Grupo de Investigación sobre Mosquitos en Argentina (GIMA).