Un grupo de investigadores estadounidenses realizó una revisión retrospectiva de las historias clínicas de los pacientes evaluados por dolor torácico en consultorios de cardiología pediátrica. 

La evaluación incluyó una radiografía de tórax en el 5% de los pacientes, ecocardiograma en el 67%, electrocardiograma en el 85%, monitoreo Holter en el 4% y una prueba de esfuerzo en el 37%. Los resultados de esos estudios fueron en su mayoría normales y el 54% de los pacientes tuvo un diagnóstico de dolor torácico idiopático benigno. En el resto de los casos las causas más comunes fueron reflujo gastroesofágico (12%) y dolor músculo esquelético (11%).

 Los autores se contactaron posteriormente telefónicamente con los padres de los niños atendidos durante 4 años por este motivo  para llenar un cuestionario. Se les preguntaba qué se les había dicho sobre la causa del dolor torácico, qué recomendaciones se les habían realizado y si estaban satisfechos con la explicación.
 
 Se pudieron llenar satisfactoriamente 53 cuestionarios. La edad media de estos niños era de 14.2 +- 3.8 años.

 De acuerdo a las respuestas de los cuestionarios las causas presuntivas del dolor torácico fueron idiopáticas (30%), músculoesqueléticas (32%), reflujo gastroesofágico (15%), taquicardia supraventricular (8%) y otras causas varias.  No fueron medicados 38 pacientes (72%).

 De 53  padres entrevistados, 40 estuvieron satisfechos con la explicación que habían recibido, 8 estaban indecisos y 5 no estaban satisfechos.

 En el seguimiento de estos pacientes, 26 (49%), tuvieron una recurrencia del dolor torácico, 12 de ellos lo consideraron como severo y que interfería con sus actividades diarias.

 Los autores concluyen que al igual que  otros estudios no se encontraron cardiopatías importantes en los niños que se presentan a la consulta por dolor torácico pese al seguimiento de hasta 5 años.

 Un numero significativo de pacientes continúan presentando dolor torácico y casi la mitad de ellos lo consideran como severo.

 Es importante el apoyo familiar en el manejo de los pacientes con dolor recurrente. Cuando este indicado clínicamente debe realizarse un seguimiento alejado y eventualmente una reevaluación para asegurarse que se cuenta con un diagnostico adecuado y ofrecer un tratamiento apropiado si es que este existe.