Tratamiento quirúrgico

Dolor después de la hernioplastía inguinal

El tratamiento quirúrgico recomendado para el dolor neuropático crónico después de la herniorrafia ha sido la cirugía en 2 tiempos.

Autor/a: Dr. Amid PK

Fuente: Contemporary Surgery 2003; 59(6): 276-280

Indice
1. Tratamiento quirúrgico
2. Material , métodos y resultados
3. Discusión y conclusión
4. Desarrollo

El dolor relacionado con una neuropraxia, que puede durar hasta unos 6 meses postoperatorios, generalmente se autolimita y no requiere intervención quirúrgica. La misma es necesaria, sin embargo, para la fibrosis perineural, el atropamiento del nervio en una sutura, un gancho o un dispositivo prostético y en la formación de neuroma como resultado de axonotmesis, neurotmesis o transección nerviosa completa.

Las comunicaciones centrales y periféricas y el frecuente compromiso múltiple de nervios, pueden hacer extremadamente difícil, si no imposible, discernir cuál es el nervio involucrado. Por lo tanto, el tratamiento quirúrgico de la neuralgia post-herniorrafia  no se debe limitar al nervio groseramente comprometido [5], sino que deben investigar los 3 nervios. Además, el comienzo o la agravación del complejo doloroso neuropático al caminar o hiperextender la cadera y su alivio al acostarse y flexionar el muslo, sugieren que la tracción del nervio comprometido, debido a sus adherencias al tejido aponeurótico de la ingle, juega un papel importante en el síndrome de dolor post-herniorrafia.

El tratamiento quirúrgico de esta neuralgia debe incluir la inserción de los bordes proximales cortados de los nervios, debajo de las fibras del músculo oblicuo interno para evitar la neuralgia recurrente desencadenada por las adherencias de dichos bordes a los elementos aponeuróticos de la ingle. El tratamiento quirúrgico para la reacción perióstica o la osteítis del pubis consiste en remover los materiales de sutura, ganchos, nudos abultados de sutura y abultamientos o pliegues de la malla, de la región inguinal. La inyección de 80 mg de acetato de metilprednisolona bajo visión directa durante el procedimiento puede ser de ayuda.

El tratamiento quirúrgico del dolor neuropático consiste en la resección de los nervios involucrados. No se recomienda la neurolisis porque no maneja los neuromas o la escarificación secundaria inevitable [5]. Del mismo modo, la simple división de los nervios sin su resección completa tampoco es recomendable.

El procedimiento recomendado es la neurectomía. En el mismo, sugerido por Starling y col [3,5], toda la longitud de los nervios debe ser resecada tan proximal y distalmente como sea posible para incluir los segmentos involucrados y en razón de las numerosas comunicaciones neurales que inevitablemente existen entre los 3 nervios. Los extremos nerviosos transectados deben ser ligados para prevenir la formación de neuromas.

Cualquier gancho, sutura o material protésico a lo largo del curso del nervio debe ser incluido con la porción resecada del mismo [5,6]. La remoción completa de la malla no es necesaria. El autor ha hallado, al igual que otros investigadores, que la reparación previa con malla no predispone a los pacientes para desarrollar dolor neuropático  [5,6].

Además, sugiere las siguientes medidas:

- Resecar el nervio genital por el mismo abordaje anterior para evitar el 2º tiempo de la operación (abordaje por el flanco) y la posibilidad de una eventración lumbar asociada [6].

- Implantar los bordes proximales ligados de los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico dentro de las fibras del músculo oblicuo interno y permitir que el extremo cortado proximal del nervio genital se retraiga dentro del anillo interno. Este paso previene las adherencias de los extremos nerviosos cortados (vía escarificación) al ligamento inguinal y/o la aponeurosis del oblicuo externo, lo que somete al nervio a la tracción al caminar o mover la articulación de la cadera.

- Resecar y enviar cualquier fibra de tejido que aparente ser un nervio, así como los gruesos y evidentes troncos nerviosos, a verificación histológica para asegurarse que las muestras resecadas con tejido neural. Con exploración y experiencia, las biopsias intraoperatorias por congelación pueden no ser necesarias, aunque pueden ser de ayuda.