La mayor atención está puesta en investigar los mecanismos de atopía y alergia. Sin embargo, no todos los casos parecen producirse a través de las respuestas alérgicas. Algunos factores propuestos son: exposición a tabaco intraútero y postnatal, el ozono, la alimentación en los lactantes y las infecciones virales. Nuevas evidencias sugieren que la obesidad (O) puede ser importante en el desarrollo del asma infantil (AI) a través de los mecanismos no alérgicos. La O en la adolescencia aumenta el riesgo de asma y produce mayor reactividad bronquial.
Objetivo:
Investigar si el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de tener asma en la infancia.
Métodos:
En este estudio longitudinal, prospectivo, fueron seguidos 3.792 niños sanos, de ambos sexos, de 7 a 18 años. Se tomaron cuestionarios para datos demográficos, estilo de vida y características de sus cuidadores. Los niños se evaluaron anualmente con historia clínica, peso, talla y función pulmonar. Se consideró "debut de asma", cuando este diagnóstico era hecho por un médico. Para O se tomó el percentilo 95 del Indice de Masa Corporal como valor de corte y para sobrepeso el percentilo 85.
Resultados:
Al inicio el 20% tenían antecedentes de rinitis alérgica, el 24% de los varones y el 21% de las mujeres habían tenido algún episodio de broncoespasmo. Durante los 4 años de seguimiento hubo 288 casos nuevos, con una incidencia de 24,6/1000 personas-año. En los varones el riesgo de asma se asoció con O. El riesgo de debutar con asma fue mayor en los niños con sobrepeso y obesidad (RR: 1,52 y 1,60 respectivamente). Este efecto fue mayor en varones y en niños sin antecedentes de alergia.
Discusión:
Estos hallazgos apoyan la hipótesis que estar con sobrepeso y O se asocia con mayor riesgo de AI. Esto implicaría que al aumentar la OI, aumentarían los casos nuevos de AI. Otros estudios muestran esta asociación también para adultos de ambos sexos. Se ha sugerido que habría algunos puntos comunes en la etiología del AI y la OI. Los cambios en el estilo de vida, los patrones de alimentación y actividad física podrían explicar esta relación. Las personas obesas tienen inflamación sistémica crónica, que podría jugar un rol en la etiología de las enfermedades cardiovasculares, DBT y potencialmente asma. El tejido adiposo es una fuente de citoquinas proinflamatorias que podrían favorecer la inflamación pulmonar. La O también altera la función de la vía aérea y aumenta la reactividad bronquial.
Conclusión:
El sobrepeso y la obesidad aumentan la posibilidad de un niño de ser asmático. La epidemia de O puede traer aparejado el aumento de otras enfermedades.
Artículo comentado por la Dra. Débora Setton, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Nuntrición.