Se trata de trazar un mapa interno de la persona fallecida para visualizar los trastornos que le han llevado a la muerte. La principal ventaja es que se respeta la integridad del cuerpo, algo muy importante para los familiares y en algunas religiones. Además, con ella se conserva en mejores condiciones al organismo y permite realizar posteriores análisis con frecuencia necesarios en la investigación criminalística.
A través de técnicas radiológicas de imagen como son la resonancia magnética, la tomografía computerizada y la espectroscopía un equipo del Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Berne (Suiza), en colaboración con el Instituto de Diagnóstico Radiológico, ha desarrollado 100 autopsias virtuales en los últimos tres años. Ahora en la 89 Asamblea Científica y Reunión Anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica, el doctor Michael Thali, director del proyecto Virtopsia en dicha universidad, ha presentado un crimen y la tecnología de la investigación con la que han recreado la escena del accidente.
Cuando se ha empleado un arma en un asesinato, estos científicos escanean el cuerpo en tres dimensiones para tomar datos del cadáver. Luego empleando un programa diseñado por ordenador, los investigadores recrean la escena del crimen. Para determinar la hora de la muerte, en la 'virtopsia' se emplea la espectroscopía por resonancia magnética, una técnica que mide determinadas sustancias del cerebro que se segregan durante la descomposición postmortem. "Es posible combinar la información del interior y el exterior del cuerpo a través de los datos recogidos por el ordenador", explica el Dr. Thali.
"La autopsia virtual no destruye la clave de la evidencia forense —el cuerpo humano—, que puede dañarse durante una autopsia clásica", explica el Dr. Thali que también está especializado en radiología. "Además, puede ser utilizada en culturas y situaciones donde la autopsia clásica no se tolera por la religión, como ocurre en la judía, o cuando es rechazada por la familia, ya que a algunas personas no les gusta la idea de abrir a su pariente una vez fallecido".
"Esta técnica también tendría especial relevancia en aquellas autopsias de alto riesgo, como la que se realiza a personas fallecidas por virus hemorrágicos como el ébola, o en la investigación de crímenes similares al de Sonia Carabantes. En el primer caso, el investigador no corre riesgos y en el segundo, se evita masacrar el cadáver y conservar el cuerpo lo mejor posible para un segundo análisis", comenta a elmundosalud.com Antonio Garfia, jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Instituto Nacional de Toxicología de Sevilla y autor de un artículo titulado 'La autopsia en el siglo XXI', donde recogía las numerosas técnicas que pueden ayudar a establecer un diagnóstico postmortem.
Con la autopsia virtual se consigue, antes de abrir, obtener un mapa de las lesiones del cadáver. "Esto implicaría reducir las muestras que hay que extraer del cuerpo e ir tan sólo a los órganos dañados", explica este patólogo quien apunta que en España los primeros pasos en torno a las autopsias virtuales los dio Juliana Fariñas, presidenta del colegio de Médicos de Madrid. Esta experta empezó a aplicar lo que ella denominó 'ecopsia', que básicamente consiste en realizar una ecografía a un cadáver para localizar las zonas dañadas y después extraer una muestra, a través de una inyección en ese sitio, sin necesidad de abrir.
Para el doctor Fidel Fernández, jefe del servicio de anatomía patológica del Hospital Marqués de Valdecilla, en Santánder, y presidente del Club de Autopsias, las técnicas de imagen son métodos complementarios a la autopsia clásica pero no la sustituyen. "El método clásico es un estándar de oro, de momento nunca ha podido ser sustituido por otro. Sin embargo, cuando la autopsia no se puede realizar porque la familia no da su consentimiento podría emplearse la virtual. Siempre es mejor hacerla con esta técnica que no hacerla", comenta el Dr. Fernández.