La coriorretinopatía serosa central (CRSC) es un desorden que se caracteriza por el desprendimiento retinal neurosensor asociado con desprendimiento del epitelio pigmentario retinal (EPR), filtraciones del EPR e hiperpermeabilidad coriodal. La CRSC aguda, por lo general, remite espontáneamente, con recuperación visual, aunque, episodios sucesivos o la enfermedad crónica podrían conducir a una disfunción más generalizada del EPR y pérdida permanente de la visión.
La patogénesis de la enfermedad sigue siendo desconocida. Diferentes estudios han identificado algunos factores de riesgo como ser: sexo masculino, stress psicológico, personalidad tipo A, empleo de medicación corticoesteroide, embarazo y, con poca frecuencia, algunos desórdenes endocrinos como el síndrome de Cushing o tumores productores de esteroides. También se han reportado algunos casos hereditarios. Algunos pacientes con lupus eritematoso o sometidos a transplante de órganos han informado el desarrollo de una condición similar a la CRSC, generalmente asociado con el uso de corticoesteroides e hipertensión.
Dada la naturaleza y grado de los factores de riesgo reportados, se ha planteado la hipótesis de que se podrían descubrir factores de riesgo adicionales mediante el análisis de la historia médica, social y medicamentos utilizados por pacientes con CRSC comparados con controles. Dado que el stress ha sido descripto como uno de los factores de riesgo de la enfermedad, también se plantea la posibilidad de que ciertos problemas asociados con el stress (como asma, migraña, etc.) afecten en mayor grado a los pacientes con CRSC que a los controles. De ser cierto, existirían evidencias adicionales de que el stress contribuye a la patogénesis de la CRSC.
Pacientes y métodos:
Se realizó un estudio retrospectivo de casos y controles, con la participación de 312 pacientes con CRSC y 312 controles.
Resultados:
El presente es el estudio más importante y el segundo estudio de casos y controles de pacientes con CRSC. Además de confirmar la existencia de factores de riesgo ya reconocidos como el uso sistémico de esteroides y el embarazo, también se analizaron los antibióticos, antihistamínicos, enfermedades auto inmunes, hipertensión no tratada, uso de alcohol y tabaco como factores de riesgo. Se realizaron una serie de pruebas estadísticas para determinar la relación entre los factores de riesgo individuales. Aunque el stress psicológico no pudo ser evaluado adecuadamente en este estudio, el stress podría contribuir a alguna de las condiciones identificadas.
Se confirmaron como factores de riesgo el uso sistémico de corticoesteroides y la hipertensión no tratada. Cuando los vasos coroidales se ven severamente afectados por la presión sanguínea elevada, como en la hipertensión aguda, puede producirse la ruptura de la barrera hemato-retiniana exterior. Estos cambios pueden conducir a la filtración de fluidos en el espacio del EPR y producir CRSC. Deberían realizarse nuevos estudios para determinar si un tratamiento agresivo contra presión alta podría modificar favorablemente el curso de la CRSC en pacientes hipertensos no tratados.
Aunque sin estar directamente asociados a la CRSC, la depresión y los antidepresivos aparecen estrechamente relacionados con los casos de stress psicológico entre los pacientes.
La personalidad A y el stress psicológico, no fueron definidos estrictamente en este estudio y dado que las preguntas sobre stress y personalidad no son de rutina en un examen oftalmológico, no se ha podido establecer si son factores de riesgo de CRSC. No se pudo establecer cuales son los mecanismos precisos mediante los cuales los nuevos factores de riesgo descriptos contribuyen a la patogénesis de la CRSC.
Aunque no se pudo evaluar el grado de stress psicológico en ambos grupos, algunos de los problemas que aparecen podrían ser el resultado de adaptaciones psicológicas, neuroinmunológicas, neuroendocrinas o bioquímicas al stress. Se sabe que el stress produce anormalidades como el exceso endógeno de cortisol, lo que se da en algunos pacientes con CRSC. Esteroides exógenos y el embarazo podrían contribuir a la CRSC mediante mecanismos neuroendocrinos similares. El stress podría explicar también un mayor grado en el uso de antibióticos y antihistamínicos entre los pacientes con CRSC comparados con los controles, dado que el stress afecta la inmunidad y aumenta la susceptibilidad a infecciones.
El consumo en alto grado de alcohol y tabaco también puede reducir la inmunidad y aumentar la susceptibilidad a infecciones. La evidencia del abuso de sustancias como alcohol y tabaco entre los pacientes con CRSC también podría estar relacionada con el stress. Tanto el alcohol como la nicotina pueden, bajo ciertas condiciones, potenciar la vasoconstricción inducida por la norepinefrina. El alcohol también puede, bajo determinadas circunstancias, estimular la liberación de catecolamina y corticoesteroides. Los mecanismos por los cuales el consumo de alcohol y tabaco contribuyen a la CRSC siguen siendo especulativos y requieren de futuras investigaciones.
También se ha observado un mayor grado de enfermedades auto inmunes entre los pacientes con CRSC. Aunque existen pocas evidencias directas de que la CRSC sea un desorden auto inmune o alérgico, la mayor incidencia en la primavera y en pacientes que utilizan esteroides intranasales, puede llevar a la consideración de una relación entre la CRSC y el asma u otras enfermedades alérgicas respiratorias o sus tratamientos.
Se determinó que el uso de antihistamínicos es un factor de riesgo significativo de CRSC. Deben realizarse mayores estudios sobre el tema.
Conclusiones:
En el presente estudio se han identificado una serie de nuevos factores potenciales de riesgo de CRSC. La relación exacta entre dichos factores y la CRSC sigue sin conocerse. Deberá investigarse si el control de los factores de riesgo identificados en el presente estudio podrá afectar el curso y la severidad de la CRSC.
Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de oftalmología.