El sueño es un importante proceso fisiológico restaurativo. Los neurotransmisores como la melatonina, la acetilcolina, la serotonina, la noradrenalina y otros están involucrados en la inducción y el mantenimiento del sueño (1,2). Los disturbios del dormir o el insomnio secundario, están frecuentemente asociados con desórdenes psiquiátricos, así como con muchas situaciones médicas o quirúrgicas.(3).
La melatonina ( N-acetyl-5-methoxytryptamina), un promotor del sueño endógeno, es un hormona segregada por la glándula pineal. Los niveles de melatonina aumentan por la noche; la variación diurna se encuentra sincronizada por el ciclo luz-oscuridad y ayuda a mantener el ritmo circadiano.(1). Los bajos niveles de melatonina y los disturbios en la variación diurna de su secreción se encuentran asociados con insomnio.(4).
El suministro exógeno de melatonina ha sido utilizado con éxito para el tratamiento del insomnio asociado con una alteración en el patrón secretor de melatonina. Las condiciones en las cuales la melatonina exógena ha sido aprobada terapéuticamente incluyen: los desórdenes en las fases del sueño como el jet-lag (viajes tras meridianos), el shift-work (turnos rotativos) y en los ciegos. La melatonina también ha demostrado que tiene propiedades hipnóticas en el insomnio asociado con la edad mayor. También se la ha utilizado con éxito en el caso de la manía (8) y otras enfermedades médicas.(9).para tratar el insomnio.
En el caso puntual de la esquizofrenia, los pacientes experimentan comúnmente insomnio, habitualmente les cuesta conciliar el sueño o mantenerlo.(10,11); por lo cual algunos de ellos presentan un sueño de mala calidad o una disminución en el tiempo total de sueño, de tal importancia que hace necesario una atención clínica individualizada de este problema; ya que el insomnio ocasiona stress, el cual puede empeorar la psicopatología en el paciente esquizofrénico, así como su correcto tratamiento reduce la severidad de la enfermedad y mejora la calidad de vida .
En los pacientes esquizofrénicos no tratados con antispicóticos el pico nocturno de melatonina se encuentra disminuido, patrón que no retorna a la normalidad a pesar de la mejoría clínica con el tratamiento antipsicóticos(12,13). Además en los pacientes con patologías crónicas, se encuentra una disminución en el pico nocturno de melatonina no observable en los estadios iniciales de esa alteración. Si bien el insomnio en los pacientes con esquizofrenia puede ser tratado farmacológicamente, incrementando la dosis de los antispicóticos, agregando uno que cause sedación o prescribiendo un hipnótico. Las tres opciones pueden causar desventajas. Aumentando la dosis pueden incrementarse los síntomas extrapiramidales, las alteraciones cognitivas, y otros efectos adversos provocados por la utilización de estas drogas. El uso de hipnóticos convencionales pueden ocasionar insomnio de rebote con la suspensión del fármaco, tolerancia o dependencia.
Debido a lo enumerado previamente, este grupo de investigadores liderados por el Dr. Suresh Kumar PN se planteó la necesidad de investigar si el suministro de melatonina exógena (que es bien tolerada y tiene efectos adversos similares al placebo) beneficia a los pacientes esquizofrénicos crónicos que padecen de insomnio.
Para ello utilizaron un grupo de 40 pacientes esquizofrénicos físicamente saludables y en atención ambulatoria, diagnosticados de acuerdo al DSM IV como esquizofrenia paranoide. Todos padecían la enfermedad por menos de un año, estaban recibiendo la misma dosis de medicación psicotrópica el último mes y permanecían clínicamente estables. Todos padecían insomnio de inicio (latencia del sueño mayor de 30 minutos, presente por los menos las dos últimas semanas), lo cual les estaba provocando distress clínico. Se autoevaluaron por medio de un cuestionario de 15 ítems (ya validado por un estudio placebo controlado, doble ciego previo) (9) durante los 15dias del estudio.
Como conclusión de la evaluación se encontró: que la melatonina en comparación con el placebo mejoró significativamente la calidad y la profundidad del sueño nocturno, redujo el número de despertares, e incremento la duración del dormir sin provocar somnolencia o hangover. También redujo la latencia del sueño, favoreció la sensación de bienestar al levantarse, y mejoró el humor. Otros beneficios observados incluyeron disminución de la cefalea y del abombamiento mental al despertarse y un mejor desempeño durante el día-. La dosis usual utilizada fue de 3mg/ d.
Como conclusión y dejando de lado las limitaciones del presente estudio, considero que es una opción más con la que contamos ( ya sea sola o complementando otras posibilidades) para tratar a los pacientes esquizofrénicos crónicos con trastornos del sueño, incluso para regularizar sus ciclos de sueño y vigilia.
Dr. Norberto Kriguer
Director del Centro de Fatiga Crónica y Medicina del Sueño