Acantosis nigricans

Acantosis nigricans y factores de riesgo de diabetes

La acantosis nigricans es una lesión dermatológica asociada en algunos casos con hiperinsulinemia.

Autor/a: Dres. Kong AS, Williams RL, Smith M, et al.

Fuente: Ann Fam Med. 2007 May; 5(3): 202–208.

Introducción

La acantosis nigricans (AN) es una lesión dermatológica asociada en algunos casos con hiperinsulinemia y los niños que la presentan, duplican y hasta cuadruplican la posibilidad de tener hiperglucemia. La AN se caracteriza por engrosamiento y endurecimiento de la piel que tiene un aspecto aterciopelado. Las zonas más frecuentemente afectadas son la parte posterior del cuello, la axila, los codos y las rodillas.

La historia natural de la AN en relación con la diabetes mellitus tipo 2 (DM-2) no ha sido establecida, pero las evidencias sugieren que la primera sería un factor de riesgo para la segunda.

En este estudio, los autores tratan de esclarecer la relación entre la AN y la DM-2 y los factores de riesgo. Estas asociaciones son importantes porque la presencia de esta lesión dermatológica en pacientes con riesgo aumentado de DM-2 puede contribuir a desarrollar estrategias de prevención. Los interrogantes que se tratan de resolver son: ¿Cuál es la relación entre la AN y los factores de riesgo de DM-2? ¿Es la AN un factor de riesgo independiente de la DM-2?

Métodos

Diseño del estudio. Se trata de un estudio de corte transversal para establecer la prevalencia de AN y otros factores de riesgo de DM-2 en personas entre 7 y 39 años del estado de Nueva México. Participaron 176 médicos de 30 centros comunitarios.

Participantes. Excepto el embarazo y los límites de edad ya mencionados, no hubo otros criterios de exclusión.

Registro de datos. En cada participante se registraron los siguientes datos:

  • Antecedentes familiares de DM-2 en primer y segundo grado
  • Antecedentes personales de DM-2
  • Hipertensión o hiperlipidemia
  • Determinación de peso y altura y de índice de masa corporal (IMC)
  • Presencia o ausencia de AN en el cuello

Resultados

Datos generales. En el estudio participaron 96 profesionales de los cuales un 4% eran enfermeros/as, todos ellos especializados en detectar AN. De los 1.533 pacientes evaluados durante el período de estudio, 100 declinaron de participar y otro número importante fue excluido por diversas razones. Finalmente quedaron 1.133 pacientes de los cuales 43% tenían entre 7 y 19 años. La mayoría de los participantes eran descendientes de indios y de hispanos.

Dentro de los participantes que conocían sus antecedentes familiares, el 69% tuvo un familiar con DM-2. La prevalencia de obesidad excedió el 50%. La AN se observó en el 17% de los niños y en el 21% de los adultos. La prevalencia de AN fue del 3% entre los blancos no hispánicos, del 19% entre los blancos hispánicos y del 28% entre los de descendencia india.

AN y factores de riesgo de DM-2. Tanto los niños como los adultos con antecedentes familiares de DM-2 tenían más de 2 veces la prevalencia de AN respecto de los que no tenían dichos antecedentes. La prevalencia de AN aumentó en relación directa con el aumento del IMC. Además la prevalencia de AN aumentó progresivamente con cada factor de riesgo adicional (Figura 1).

 Figura 1. Porcentaje de casos con acantosis nigricans (AN), según los grupos de edad y la ausencia de factores de riesgo (FR) o hasta 4 FR.

DM-2. La prevalencia global de DM-2 en esta muestra poblacional fue del 6,2% y como era de esperar aumentó con la edad. La mayor prevalencia se encontró entre los indios americanos. Los pacientes con antecedentes familiares de DM-2 tuvieron 4 veces más de incidencia de la enfermedad respecto de los que carecían de dichos antecedentes. Los pacientes con hipertensión tuvieron 10 veces más de posibilidades de DM-2 que los normotensos. En los obesos la prevalencia de DM-2 fue del 12% y en los que tenían peso normal fue del 2,5%.
La DM-2 se encontró en el 15% de los pacientes con AN y solamente en el 4% de los que no tenían AN (P <0.001).

AN y DM-2. Los pacientes con DM-2 tenían una mayor prevalencia de AN comparados con los que no tenían DM-2 (47% vs 17%, respectivamente; P <0.001). El predominio fue mayor entre los adultos.
La AN estaba independientemente asociada con DM-2 después de controlar para edad, IMC y otros factores de riesgo.
Fue importante observar que muchos de los pacientes con AN al saber que corrían el riesgo de desarrollar DM-2, cambiaron su estilo de vida hacia regímenes de alimentación y ejercicio adecuados. Este fue un hallazgo no previsto dentro del estudio.

Conclusiones

La AN puede ser utilizada para identificar rápidamente aquellos pacientes con múltiples factores de riesgo de DM-2. Debido a que los cambios de estilo de vida pueden reducir la incidencia de DM-2 en los adultos de alto riesgo, la AN ofrece a los profesionales un método eficiente para identificar aquellas personas que más se han de beneficiar con las modificaciones en el estilo de vida. La detección de AN contribuye a estimular en los pacientes estos cambios.

Se necesitan más estudios para investigar la historia natural de la AN, su relación con el desarrollo de DM-2 y en que forma su presencia influencia sobre la búsqueda de DM-2.