El penfigoide ampollar (PA) es una enfermedad ampollar autoinmune y se caracteriza inmunológicamente por la presencia de autoanticuerpos IgG contra componentes del dominio no colágeno del colágeno tipo 17 en la zona de la membrana basal en hemidesmosomas. La enfermedad se caracteriza por ampollas tensas, prurito y placas urticarianas. El diagnóstico se apoya por la presencia de ampollas subepidérmicas por histología y puede confirmarse con inmunofluorescencia directa e indirecta en piel perilesional o suero, respectivamente.
Aunque el PA típicamente se presenta en pacientes ancianos, raramente puede afectar a los niños y adultos jóvenes.
Históricamente, el PA era considerado una enfermedad relativamente benigna, con baja mortalidad. Estudios originales de Lever evaluaron la historia natural de PA no tratado demostrando un 18% de mortalidad al año.
En el presente estudio, los autores quisieron determinar la mortalidad al año, 2 y 5 años de una larga cohorte de pacientes con PA en Estados Unidos. Para determinar la verdadera mortalidad, se comparó la mortalidad de la cohorte de pacientes con PA con población de la misma edad de Estados Unidos.
Este fue un estudio de cohorte retrospectivo. Se incluyeron los pacientes con diagnóstico nuevo de PA entre el año 1998 y 2003. Se identificaban los pacientes a través de la investigación de datos del laboratorio de inmunofluorescencia. Los criterios de inclusión para el estudio eran tener al menos 2 de los siguientes 3 criterios, 1-histología de piel compatible con PA (ampollas subepidérmicas con células inflamatorias con eosinófilos); 2-inmunofluorescencia directa con depósito lineal de C3+/- IgG en la zona de membrana basal; y 3- autoanticuerpos IgG circulantes que se unen al lado epidérmico en el salt-split detectado por inmunofluorescencia indirecta.
Los datos demográficos recolectados eran edad al diagnóstico, fecha de muerte, modo de tratamiento, severidad de la enfermedad, síntomas relacionados con la enfermedad, presencia de compromiso mucoso, medicaciones y comorbilidades. Para el análisis las comorbilidades se agrupaban de la siguiente manera: enfermedad cardíaca (enfermedad arterial coronaria, arritmia cardiaca, enfermedad cardiaca congestiva), diabetes, demencia, hipertensión, hipotiroidismo, accidente cerebrovascular, otras enfermedades neurológicas (convulsiones, psicosis, depresión, enfermedad de Parkinson), malignidad (excluyendo malignidad cutánea no melanoma), insuficiencia renal crónica y enfermedad pulmonar crónica. La severidad del PA se graduaba según el porcentaje de la superficie corporal afectada: leve menor del 10%, moderado del 10% al 30%, y severa mayor del 30%.
Se incluyeron 223 pacientes en el estudio, 133 eran mujeres (60%) y 90 hombre. La edad media era de 75.2 años, el rango de edad era de 23 a 101 años y la mayoría de los pacientes eran mayores de 50 años. La información de severidad estaba disponible para 123 pacientes (55%), 29 (24%), 25 (20%), y 69 (56%) presentaban enfermedad leve, moderada y severa, respectivamente.
De los 223 pacientes, 118 (52.9%) vivían al final del análisis. Para la cohorte de PA la mortalidad a 1 año era 0.23, a los 2 años era 0.37 y a los 5 años la mortalidad era de 0.50.
La presencia de o ausencia de comorbilidades se documentaron en 153 (69%) de los 223 pacientes. La presencia de enfermedad cardiaca, diabetes, demencia, y accidente cerebrovascular se asociaron con mayor mortalidad. Los datos en el tratamiento estaban disponibles en 124 (56%) de los pacientes. Los datos de severidad y tratamiento estaban disponibles en 56 (47%). De los 105 pacientes que no estaban vivos, los datos de severidad estaban disponibles en 59 (56%), la severidad y datos del tratamiento estaban disponibles en 12 (11%). Las terapias incluyeron corticoides sistémicos, corticoides tópicos, tetraciclinas y sus análogos, niacinamida, dapsona, metotrexato, azatioprina y mofetil micofenolato. Estos agentes se utilizaron sólos, en combinación o secuencialmente. De los pacientes el 19% (24 de 124) recibió corticoides sistémicos sólos y el 60% (74 de 124) recibió agentes ahorradores de corticoides. El análisis y/o comparación de los efectos de terapias específicas fue difícil dado el uso concomitante de varios agentes.
Para cada grupo de edad excepto uno, la mortalidad de los pacientes con PA fue similar a la de la población general de US. En un grupo etáreo con una diferencia significativa (85-90 años), la mortalidad observada en la población en estudio fue menor que la mortalidad esperada. Basado en éstos datos, la mortalidad de los pacientes con PA no fue mayor que la que se esperada en individuos de similar edad de la población general.
En la muestra de 223 pacientes con PA se encontró que la mortalidad a 1, 2 y 5 años sería 23%, 37%, y 50%, respectivamente. Los resultados son similares a los reportados en estudios europeos previos.
Comparando la mortalidad de los pacientes con PA y porcentaje de mortalidad de la población en Estados Unidos, no se encontró incremento significativo de la mortalidad. Para todos los grupos de edad, excepto el subgrupo 85 a 90 años, el porcentaje de muertes fue similar al esperado para la población general. Para el subgrupo de pacientes entre 85 y 90 años, el porcentaje de mortalidad fue menor que el de la población general. Esto podría deberse a la mayor atención médica de éstos pacientes ancianos dada la presencia de comorbilidades asociadas.
Las limitaciones de éste estudio fue ser retrospectivo. La evaluación de la cohorte más grande de pacientes con PA en los Estados Unidos, en el presente estudio reveló una mortalidad al año del 23%. Esta mortalidad no fue diferente a la esperada para la población general de US de edades similares. Los autores concluyen que la mortalidad de los pacientes con PA está más relacionada con la edad avanzada y las condiciones médicas asociadas que con los factores específicos de la enfermedad.
¿Qué aporta éste artículo a la práctica dermatológica?
El penfigoide ampollar (PA) es una enfermedad ampollar autoinmune común. Se caracteriza por ampollas tensas, prurito y placas urticarianas. El diagnóstico se apoya por la presencia de ampollas subepidérmicas por histología y puede confirmarse con inmunofluorescencia directa e indirecta en piel perilesional o suero, respectivamente.
De éste estudio se concluye que la mortalidad de los pacientes con PA está más relacionada con la edad avanzada y las condiciones médicas asociadas que con los factores específicos de la enfermedad.
♦ Comentario y resúmen objetivo: Dra. Geraldina Rodríguez Rivello.