Introducción y objetivos
En los pacientes alcohólicos, el empleo de anticonvulsivos no benzodiazepínicos, como el ácido valproico, la carbamazepina, la gabapentina, la vigabatrina y el topiramato, puede resultar eficaz para evitar las recaídas. Estos agentes son relativamente seguros y se asocian con un bajo potencial de abuso. Además, no exacerban los síntomas psicomotores ni cognitivos relacionados con el consumo de alcohol. En la actualidad, el interés respecto de la creación de estrategias farmacológicas para el tratamiento de la dependencia y la abstinencia de alcohol es creciente.
La pregabalina es un análogo del ácido gamma aminobutírico eficaz para el tratamiento de diferentes enfermedades, como la neuropatía diabética, la neuralgia posherpética, la fibromialgia y el trastorno de ansiedad generalizada. También se sugirió su utilidad en caso de depresión mayor y para lograr la interrupción del consumo de benzodiazepinas. Su mecanismo de acción consiste en la modulación presináptica de la liberación de aminoácidos excitatorios, como el glutamato y los neurotransmisores monoaminérgicos. El fármaco se une selectivamente a la unidad alfa 2-delta de los canales del calcio activados por voltaje. Esto determina una disminución de la entrada de calcio y de la exocitosis de las vesículas sinápticas.
Los resultados de las investigaciones recientes sugieren que la pregabalina no provoca dependencia física, tolerancia ni adicción y la tolerabilidad del tratamiento es adecuada. El objetivo del presente estudio fue evaluar la eficacia de la pregabalina sobre la frecuencia de alcoholismo en individuos con antecedente de dependencia del alcohol que cumplieron un tratamiento de desintoxicación.
Pacientes y métodos
Participaron 31 individuos con antecedente de uso indebido de alcohol de al menos 3 años de evolución tratados en el servicio de hospital de día de un hospital universitario situado en Roma, Italia. Todos reunían los criterios para el diagnóstico de dependencia del alcohol incluidos en la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) y cursaban un período de abstinencia.
La evaluación inicial se realizó mediante la Structured Clinical Interview for DSM-IV (SCID). Los participantes fueron sometidos a un período de desintoxicación para asegurar la abstinencia del alcohol. Luego, se administró una dosis de 150 a 450 mg/día de pregabalina. Además del tratamiento farmacológico se ofreció la posibilidad de participar en grupos de autoayuda para que los pacientes pudieran discutir sus problemas. No se aplicaron terapias específicas. Se llevaron a cabo evaluaciones periódicas durante todo el estudio.
Los síntomas de abstinencia se evaluaron mediante la escala Clinical Institute Withdrawal Assessment for Alcohol (CIWA-Ar). Las ansias de consumo de alcohol se valoraron mediante la Visual Analogue Scale (VAS). Además, se empleó la Obsessive and Compulsive Drinking Scale (OCDS). La sintomatología psiquiátrica se evaluó mediante la Symptom Check List-90-Revised (SCL-90-R). La abstinencia de alcohol fue evaluada según lo referido por los pacientes y sus familiares. Asimismo, se valoró la alcoholemia y las pruebas hepáticas de abuso de alcohol. El abuso de sustancias se valoró mediante análisis de orina.
El parámetro principal de eficacia fue el mantenimiento de la abstinencia y la ausencia de recaídas. En segundo lugar se valoró la disminución de las ansias de consumo y la sintomatología psiquiátrica y de abstinencia. La seguridad del tratamiento se corroboró mediante análisis electrocardiográficos, de orina, hematológicos y clínicos. Una vez concluidas las 16 semanas de tratamiento se procedió a interrumpir el fármaco de manera gradual.
Resultados
Once de los 31 pacientes seleccionados para participar fueron excluidos, debido sobre todo a la ausencia de cumplimiento de los criterios de inclusión. Finalmente, 15 pacientes completaron el estudio. De ellos, 10 permanecieron en abstinencia durante el estudio y 5 tuvieron una recaída. Entre las comorbilidades con diagnósticos del eje I del DSM-IV se incluyeron los trastornos del estado de ánimo, de ansiedad y de control de los impulsos. Respecto de las comorbilidades con trastornos del eje II, se detectaron casos de trastornos de la personalidad, principalmente de tipo pasivo-agresivo. En cuanto a las comorbilidades con el consumo de otras sustancias se observaron casos de abuso de marihuana, cocaína y tabaco.
La disminución del puntaje de la OCDS y de la VAS fue progresiva y significativa. Del mismo modo, el puntaje de la CIWA-Ar y de la SCL-90-R disminuyó significativamente. Se verificó una correlación significativa entre el puntaje de la VAS y el puntaje de la OCSD. En lo concerniente a los parámetros de laboratorio, luego del tratamiento con pregabalina se observó una disminución significativa del nivel de indicadores hepáticos de abuso de alcohol. La confusión fue el único evento adverso que provocó la suspensión del tratamiento con pregabalina. También se observó una disminución significativa de los niveles de colesterol. No se detectaron síntomas de abstinencia o efectos adversos relacionados con la interrupción del tratamiento.
Discusión
De acuerdo con los resultados del presente estudio, la pregabalina resultó útil para mantener la abstinencia y disminuir las ansias de consumo de alcohol. Se propone la asociación entre el mecanismo de acción de la pregabalina y su eficacia clínica. Con frecuencia, los pacientes con dependencia del alcohol tienen pensamientos obsesivos relacionados con el consumo de drogas y un nivel elevado de ansiedad, el cual puede disminuir con la administración de pregabalina. Dado que el consumo de drogas suele asociarse con un intento por reducir la ansiedad, el beneficio de la pregabalina también se extiende a la disminución de ese consumo.
La eficacia de la pregabalina para evitar las recaídas se relacionaría con la disminución de las ansias de consumo y con el tratamiento de las comorbilidades psiquiátricas. Los resultados del presente estudio coinciden con lo informado en trabajos previos sobre la eficacia de la pregabalina en pacientes con diferentes alteraciones psiquiátricas, como el trastorno de ansiedad generalizada. A diferencia de lo observado al interrumpir el tratamiento con benzodiazepinas, la suspensión del tratamiento con pregabalina no se asoció con la aparición de sintomatología, como ansiedad de rebote. La eficacia de la pregabalina también podría relacionarse con su utilidad para favorecer la abstinencia del alcohol.
Se observó una mejoría significativa en las pruebas funcionales hepáticas durante el transcurso del estudio. Es posible que dicha mejoría se haya relacionado con la suspensión de la ingesta de alcohol. No obstante, la disminución de los índices de daño hepatocelular permite sugerir que el tratamiento con pregabalina es seguro. A esto debe sumarse la ausencia de alteraciones respecto de los parámetros hematológicos y electrocardiográficos. En conclusión, la pregabalina puede considerarse un agente seguro en pacientes con alcoholismo.
Entre las limitaciones del presente estudio los autores mencionaron la inclusión de una cantidad reducida de participantes y la ausencia de un grupo de referencia. Son necesarios estudios adicionales aleatorizados, a doble ciego y controlados con placebo para confirmar la eficacia de la pregabalina para disminuir el consumo de alcohol, las ansias de hacerlo y la gravedad de los síntomas psicopatológicos en los pacientes alcohólicos.
Conclusión
La pregabalina sería un agente útil para el tratamiento de los pacientes con dependencia del alcohol.