La detección de queratocono es una de las principales cuestiones de seguridad que enfrenta la cirugía refractiva, ya que realizar una LASIK en un queratocono no diagnosticado puede ser causa de ectasia luego de la intervención refractiva láser. Se han sugerido diversos métodos para distinguir los ojos que supuestamente presentan queratocono, no obstante la topografía corneal de la superficie frontal es el método estándar para investigar el queratocono.
En el presente estudio proponemos el uso del perfil del grosor epitelial como una herramienta más de diagnóstico, para lograr mayor especificidad y sensibilidad en el diagnóstico de casos incipientes de queratocono.
El epitelio corneal tiene la capacidad de alterar el perfil de su grosor para reestablecer una superficie óptica simétrica y pareja, de esta forma se enmascara total o parcialmente la presencia de una superficie estromal irregular que no se detecta en la topografía corneal. Sobre la base del conocimiento del patrón normal del perfil del grosor epitelial, cualquier cambio puede reflejar una irregularidad de la superficie estromal.
Anteriormente hemos descripto la compensación epitelial de las irregulares estromales en casos de resección asímetrica en queratoplastía lamelar, colgajos asimétricos en LASIK, micropliegues, etc.
En el queratocono, el cono se representa generalmente mediante un vértice excéntrico, alto tanto en la elevación anterior como posterior. Nuestra hipótesis plantea que tanto la superficie frontal como posterior están unidas, cualquier cambio en la superficie posterior estará acompañado por otro en la frontal. Se ha demostrado histopatológicamente el afinamiento del epitelio sobre el cono. En el presente estudio demostramos que cuando la ectasia de la superficie frontal estromal es reducida, los cambios epiteliales podrían potencialmente compensar totalmente la irregularidad de la superficie estromal y presentar una elevación anterior normal, mientras que la ectasia podría ser evidente en la elevación de la superficie posterior.
Por lo tanto, un queratocono leve podría ser captado antes en la elevación de la superficie posterior que en la anterior. De todas maneras se debe continuar investigando para comprender la secuencia de los cambios morfológicos anatómicos en el queratocono.
La clave para detectar el queratocono mediante los cambios anatómicos geométricos pareciera ser la capacidad para examinar la superficie estromal anterior y posterior. El objetivo del presente artículo es ilustrar esta hipótesis y proporcionar ejemplos en los que los mapas del grosor epitelial pueden servir para el diagnóstico de queratocono.
Queratometría central, topografía corneal Atlas y análisis corneal Pathfinder (Carl Zeiss Meditec), Orbscan elevación anterior y posterior ( Bausch & Lomb) y perfil de grosor epitelial Artemis ( ArcScan Inc), para un ojo normal, otro con queratocono y tres ejemplos en los que el diagnóstico de queratocono podría resultar confuso en la topografía. El diagnóstico final que se basa en el perfil del grosor epitelial aparece al final de cada ejemplo. OD= ojo derecho, OS =ojo izquierdo.
La detección del queratocono en candidatos a cirugía refractiva es esencial. El perfil del grosor epitelial podría servir para la evaluación preoperatoria de dos maneras importantes.
En primer lugar, la información epitelial podría permitir un diagnóstico más temprano del queratocono ya que los cambios epiteliales preceden a los cambios de la superficie frontal de la cornea, los cambios del grosor epitelial de Artemis pueden ser detectados hasta 1 µm. Un patrón epitelial de donut, caracterizado por el afinamiento epitelial rodeado por un anillo de epitelio más grueso, coincidente con el vértice de la elevación excéntrica posterior, es coincidente con la existencia de queratocono.
En segundo lugar, el perfil del grosor epitelial puede servir para descartar un diagnóstico de queratocono, a pesar de haberse sospechado este en la topografía.
Conclusiones
Un patrón epitelial con forma de donut pareciera indicar la presencia de un cono estromal subyacente; la falta de dicho patrón indicaría que una topografía anormal no se debió a queratocono. En el queratocono incipiente, la compensaron epitelial puede enmascarar la presencia de un cono subyacente en la topografía de la superficie frontal, por lo tanto, el diagnóstico de queratocono podría pasarse por alto.
♦ Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed en la especialidad de oftalmología.
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