El queratocono es un problema de la córnea por el cual esta se afina y se vuelve cónica, provocando astigmatismo irregular y menor agudeza visual. Dicha patología suele comenzar en la pubertad y progresa hasta los treinta años, cuando comienza a estabilizarse. Las opciones de tratamiento incluyen lentes, lentes de contacto rígidas permeables al gas o blandas, anillos intraestromales, entrecruzamiento de colágeno corneal (crosslinking CXL) y queratoplastia.
La progresión de la patología comprende una serie de factores. La perdida de agudeza visual de lejos sin y con corrección e incremento en la refracción (esférica y cilíndrica), afinamiento de la córnea, aumento de aberraciones en la cornea anterior y alteraciones de la propiedades biomecánicas de la córnea son todos indicadores del avance de la patología.
La finalidad al implantar anillos intraestromales es inducir un cambio geométrico en la curvatura central para mejorar la agudeza visual, reducir el error refractivo y la queratometría media. Además, la remodelación de la córnea mejora la calidad óptica y reduce las potenciales aberraciones. Estudios a largo plazo informan que dicha técnica quirúrgica podría ser una opción terapéutica para detener la progresión del queratocono. Sin embargo no existen pruebas suficientes que avalen esta hipótesis.
El presente estudio evalúa los resultados a largo plazo del implante de anillos intraestromales, para determinar si esto detiene la progresión natural del queratocono en pacientes con progresión confirmada de la patología, con 30 años de edad o menos al momento de la cirugía.
Pacientes y métodos:
Se evaluaron ojos con queratocono progresivo confirmado e implante de anillo intraestromal. Se analizaron los resultados visuales, refractivos, topográficos y aberraciones, en dos controles preoperatorios para confirmar la naturaleza progresiva de cada caso y se realizó un seguimiento postoperatorio de 5 años.
En la práctica es difícil determinar la progresión y decidir qué variables tener en cuenta para esto, por lo que se ha convertido en materia de debate. En el presente estudio se determinó la naturaleza progresiva del queratocono analizando los cambios de las variables visuales, refractivas y topográficas preoperatorias a lo largo de seis meses antes de la cirugía. Durante este período, hubo un incremento medio de más de 1.0 D en la esfera, cilindro y equivalente esférico y de más de 3.0 D en el valor K medio. Dichos cambios refractivos y topográficos estuvieron asociados con el deterioro de la agudeza visual, lo que confirmó la naturaleza progresiva de los casos.
A los seis meses de la cirugía, hubo una mejora significativa de las variables visuales, refractivas y topográficas. Hubo una reducción media de más de 4.0 D en el equivalente esférico y en el valor K, lo que mejoró la agudeza visual corregida y sin corrección. Esto coincide con varios estudios que encontraron un efecto positivo luego del implante de anillo intraestromal. La mayoría observó que el implante de anillo intraestromal redujo la esfera, el cilindro, el equivalente esférico y el valor K optimizando la visión del paciente.
A pesar de la mejora a los seis meses, a los cinco años hubo una regresión significativa. Observamos una reducción de 2,69 D en el equivalente esférico y de casi 3,5 D en el valor K entre los 6 meses y 5 años, lo que afectó negativamente la visión de los pacientes. Estos resultados indican que el implante de anillos intraestromales podría no detener la progresión de la enfermedad.
La estabilidad mecánica de la córnea se determina en primer lugar por la estructura de las moléculas de colágeno y su distribución, esta es octogonal en pacientes normales. Sin embargo, en ojos con queratocono esto no sucede lo que provoca alteraciones biomecánicas y causa la inestabilidad y debilidad del tejido en el queratocono. Hasta ahora, la única técnica que ha demostrado detener la progresión del queratocono es el entrecruzamiento de colágeno con riboflavina y radiación ultravioleta A. Este procedimiento aumenta la rigidez de la cornea mediante una reacción fotooxidativa que crea uniones covalentes o puentes entre las fibras de colágeno en el tejido de la córnea.
Por otro lado, los anillos intraestromales actúan como espaciadores que producen la reducción del arco central, aplanando y regularizando la superficie anterior de la córnea, reduciendo el equivalente esférico y mejorando la visión. Aunque algunos autores manifiestan que los anillos intraestromales redistribuyen el estrés sobre el tejido corneal, tal efecto parece ser insuficiente para detener la progresión por períodos prolongados en pacientes con una patología de tipo progresiva. Asimismo, otro estudio determinó que los anillos intraestromales no alteran las propiedades biomecánicas del tejido de la córnea.
Estos resultados tienen importantes consecuencias en el tratamiento del queratocono progresivo, debe considerarse el refuerzo de los anillos intraestromales con técnicas alternativas como el entrecruzamiento de colágeno corneal, para poder detener la progresión del queratocono y modelar el estroma. Futuros estudios deberían investigar la combinación de tratamientos en este grupo de pacientes. Además, deberían realizarse nuevos estudios para confirmar estos resultados, utilizando una muestra más numerosa de pacientes para poder analizar los resultados de acuerdo con la gravedad de los casos.
Conclusiones:
El implante de anillos intraestromales mejora significativamente los parámetros visuales, refractivos y topográficos a corto plazo. Sin embargo, la regresión que se produce a los 5 años indica que los implantes no son eficaces en casos de queratocono progresivo de pacientes jóvenes con progresión de la patología confirmada.
Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea.