Introducción y objetivos
La agitación es uno de los síntomas más característicos de la demencia y consiste en una desviación de la conducta según las normas sociales. Su presencia es un indicador de malestar del paciente y representa una fuente de estrés para los cuidadores y allegados.
De acuerdo con los resultados de diferentes estudios, los síntomas neuropsicológicos son frecuentes en los individuos con demencia y también se correlacionan con el nivel de malestar de los cuidadores. Asimismo, los familiares de los pacientes con síntomas neuropsicológicos como la agresividad pueden sentirse avergonzados y no saber cómo responder ante la situación. Tanto la cantidad de síntomas como la frecuencia de presentación y la afectación que generan se correlacionan significativamente con la carga de los cuidadores.
Algunos autores describieron diferentes síndromes de agitación que pueden agruparse en agresivos/no agresivos y físicos/verbales. En el presente estudio se analizan los síndromes de agitación física no agresiva, física agresiva, verbal no agresiva y verbal agresiva.
Dado que cada síndrome tiene correlatos diferentes, se propone que también poseen una etiología diferente. Por ejemplo, se halló que la agitación verbal se asocia con el sexo femenino, el deterioro cognitivo, la afectación del desempeño cotidiano y del funcionamiento social, y el ánimo depresivo. En cambio, la agitación física no agresiva se relacionó de forma positiva con el deterioro cognitivo y negativamente con la cantidad de comorbilidades clínicas. El presente estudio se llevó a cabo para evaluar la relación entre la frecuencia, el tipo y la capacidad de disrupción de la conducta de agitación.
Pacientes y métodos
Participaron 149 mujeres y 42 hombres institucionalizados en 11 residencias que reunían los criterios para el diagnóstico de demencia y tenían una media de 86.6 años. La mayoría eran de origen caucásico, viudos y habían alcanzado el nivel secundario de educación. Las características de la conducta agitada en términos de frecuencia y capacidad de disrupción se evaluaron mediante el Cohen-Mansfield Agitation Inventory (CMAI), que fue completado por el personal que asistía a los pacientes en las residencias.
Se analizó la correlación entre la frecuencia y la capacidad disruptiva de cada síndrome de agitación. En segundo lugar se evaluó la correlación entre la frecuencia y la disrupción generada por las conductas agitadas durante el día y la noche. También se analizó la relación entre el tipo de conducta, su frecuencia y la disrupción asociada con su presencia. Con el fin de explicar la disrupción generada por la agitación en términos de frecuencia y tipo de síndrome se llevó a cabo un análisis de regresión.
Resultados
Las conductas de agitación más frecuentes fueron las verbales no agresivas y las más disruptivas fueron las verbales agresivas. Se verificó una correlación significativa entre la frecuencia y la disrupción generada por cada conducta. También se halló una correlación entre la frecuencia y la disrupción asociada con cada conducta durante el día y la frecuencia y la disrupción observadas durante la noche. No obstante, todas las conductas fueron más frecuentes durante el día, aunque la diferencia entre ambos turnos no fue significativa. La magnitud de la disrupción sólo difirió entre el día y la noche al considerar la agitación física no agresiva, que fue más disruptiva durante el día.
La agitación física y verbal de tipo agresivo fue la conducta más disruptiva. De acuerdo con el análisis de regresión llevado a cabo, la disrupción generada por la agitación aumentó a medida que lo hizo la frecuencia y la agresividad y fue mayor en los individuos de origen caucásico.
Discusión
La agitación asociada con la demencia representa una carga y una fuente de ansiedad para los cuidadores y los allegados de los pacientes. Además afecta la calidad de vida de los enfermos y su capacidad para relacionarse con otros individuos. Por tal motivo, la identificación y el tratamiento de las conductas más disruptivas son aspectos importantes de la atención de los pacientes con demencia.
Los resultados obtenidos permiten indicar que la agitación verbal no agresiva es la conducta agitada más frecuente en los pacientes con demencia, mientras que la agresión verbal es la conducta más disruptiva. A su vez, el nivel de disrupción generado por una determinada conducta se relaciona con la frecuencia de presentación y con la presencia o ausencia de agresividad asociada.
La agitación verbal no agresiva y no frecuente fue la conducta menos disruptiva, al igual que la agitación física no agresiva de frecuencia elevada. La consideración de la frecuencia de una determinada conducta agitada es importante para determinar el nivel de disrupción que genera.
La similitud de los hallazgos obtenidos según el momento del día considerado valida los resultados del presente estudio. Sería de utilidad contar con estudios adicionales efectuados en otras poblaciones de pacientes con demencia. También debe considerarse que la evaluación del nivel de disrupción de la conducta de agitación se encuentra influenciada por variables subjetivas relacionadas con el cuidador, como la dedicación con el trabajo y el nivel de estrés. Se debería tener en cuenta este aspecto a la hora de efectuar estudios adicionales.
Los resultados obtenidos permiten indicar que la capacidad para evaluar el nivel de disrupción generado por la agitación puede ser útil para determinar el mejor lugar de residencia para el paciente y la mejor estrategia terapéutica por aplicar. Asimismo, la comprensión del tipo y la frecuencia de conducta agitada es importante para planificar la atención del paciente institucionalizado.
Conclusión
En caso de demencia y agitación, la conducta agresiva e infrecuente es más disruptiva que la conducta no agresiva, pero frecuente. Es decir, la presencia de agresividad se asocia con un nivel mayor de disrupción en comparación con la ausencia de agresividad. Si bien la agresión física es el síndrome de agitación más disruptivo, la agresión verbal puede resultar aún más disruptiva en determinados casos.
♦ Artículo redactado por SIIC –Sociedad Iberoamericana de Información Científica