Medidas de prevención y control

Brote de SUH y diarrea con sangre por E. coli productor de toxina Shiga (STEC)

Debido a esta situación y a la posible introducción del nuevo patógeno en Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación solicita a las provincias fortalecer la vigilancia epidemiológica de diarreas con sangre y SUH por STEC y hacer cumplir las normas de notificación inmediata.

1. Situación Actual

El 22 de mayo, Alemania informó de un aumento significativo en el número de pacientes con síndrome urémico hemolítico (SUH) y diarrea con sangre causados por E. coli productor de toxina Shiga (STEC).

Los resultados de laboratorio indican como agente causal a STEC serotipo O104:H4, o más precisamente, una cepa de E. coli enteroagregativa productora de toxina Shiga (EAggEC STEC) O104:H4, siendo esta la primera vez en aislarse. El origen del brote se encuentra bajo investigación, pero la contaminación de vegetales crudos parece ser la fuente más probable de la infección.

Desde el 2 de mayo hasta el 13 de junio de 2011, se han registrado: 809 casos de SUH en los Estados Miembros de la Unión Europea, incluyendo 23 defunciones; y 773 casos y 22 defunciones en Alemania.

De los casos de SUH registrados en Alemania, el 68% se dieron en mujeres y un 88% en adultos de 20 años o más.

Se registraron además 2.443 casos de diarrea por STEC (diarrea o diarrea sanguinolenta), incluyendo 12 defunciones, en los estados miembros de la UE, Un total de 2.374 casos y las 6 defunciones se registraron en Alemania.

Un 60% de los casos de diarreas por STEC se dieron en mujeres y un 87% en adultos de 20 años o más. La más antigua fecha de inicio de los síntomas corresponde al 1º de mayo y la más reciente hasta el momento de redacción de este informe, el 04 de junio. La mayoría de los casos son residentes o tienen antecedentes de viaje a Alemania durante el período de incubación.

Los otros países con casos reportados son: Austria, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Luxemburgo,Noruega, Países Bajos, Polonia, Suecia, Suiza, Reino Unido y República Checa.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) informaron que hasta el 10 de junio de 2011, identificaron 3 casos de SUH (1 confirmado de STEC O104:H4) y 2 diarreas sanguinolentas sospechosas de STEC en personas con antecedente de viaje a Hamburgo, Alemania, donde probablemente estuvieron expuestos.

Asimismo, la Agencia de Salud Pública de Canadá informó el 7 de junio de 2011 sobre la detección de un caso sospechoso de STEC O104 en un ciudadano canadiense con antecedente de viaje al norte de Alemania1.

2. Situación en Argentina

En Argentina, donde el SUH es endémico, se estima que se producen aproximadamente 400 a 500 casos nuevos por año. Las fuentes plantean que la enfermedad constituye la primera causa de insuficiencia renal aguda en la edad pediátrica y la segunda de insuficiencia renal crónica. El SUH es responsable del 20% de los transplantes renales en niños y adolescentes. La vigilancia basada en laboratorio muestra que el serotipo O157:H7 es el mas frecuente (> 60%) en las infecciones asociadas a STEC (SUH, casos de diarrea con y sin sangre, portadores asintomáticos), siendo el serotipo O145:NM el segundo en importancia.

En un estudio realizado por el Servicio Fisiopatogenia del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas-ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán” en 2005, sobre 344 pacientes con diagnóstico de SUH, se pudo establecer infección por STEC en el 32,8%. De las cepas de STEC caracterizadas, el 75.8% correspondieron a O157:H7 y el 24.1% a no-O1572.

En el Módulo de Vigilancia Clínica del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS – C2) en los últimos 5 años se notificaron, en el total país, entre 222 (año 2010) y 308 (2008) casos en menores de 5 años.

Las provincias con tasas de notificación más elevadas en este período para ese grupo de edad fueron Neuquén, Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Chubut, La Pampa, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Escherichia coli productor de toxina Shiga (STEC)

La importancia de Escherichia coli productor de toxina Shiga (STEC) como agentes causales de toxiinfecciones alimentarias está aumentando en el mundo en general y en Europa en particular. Entre las cepas STEC, el serotipo más frecuentemente implicado es el O157.
Las manifestaciones clínicas de la infección causada por este grupo de agentes comienzan con dolores abdominales severos, seguido de diarrea acuosa o con sangre y puede agravarse hasta la aparición de síndrome urémico hemolítico (SUH). La infección por STEC es la principal causa de SUH, y durante un brote por estos agentes entre el 5 al 10% de los casos pueden presentar este cuadro, siendo los niños menores de 5 años y ancianos los grupos con mayor riesgo de desarrollarlo. La tasa de letalidad por SUH oscila entre 2 y el 5%, sumada a la de enfermedad renal terminal alcanzan el 12%, mientras que aproximadamente el 25% de los sobrevivientes presentan secuelas. La baja dosis infectiva, estimada en menos de 100 organismos por gramo de alimento, explica su alta transmisibilidad persona a persona, siendo su principal reservorio los animales, especialmente el ganado (1).

En Argentina, donde el SUH es endémico, se estima que se producen aproximadamente 400 a 500 casos nuevos por año. Es la primera causa de insuficiencia renal aguda en la edad pediátrica y la segunda de insuficiencia renal crónica. El SUH es responsable del 20% de los transplantes renales en niños y adolescentes. En estudios realizados en la década del 90, se encontraron evidencias de infección por STEC en 59% de los casos de SUH, y E. coli O157 fue el serotipo prevalente.

La principal vía de transmisión de STEC O157 y no-O157 son los alimentos contaminados, como por ejemplo, carne molida, productos cárnicos crudos o insuficientemente cocidos. Otras formas de transmisión incluyen el contacto directo del hombre con los animales, la contaminación cruzada durante la preparación de alimentos, y la transmisión persona a persona por la ruta fecal-oral; la contaminación fecal del aguas de recreación o en aguas de pozo que son consumidas sin previo tratamiento de purificación; leche y productos lácteos no pasteurizados, vegetales crudos, y agua. La contaminación de los alimentos se debe principalmente al contacto con las heces del ganado bovino y las deficientes medidas de higiene durante la preparación de los alimentos (3).

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