Los agentes inhibidores del factor de crecimiento endotelial vascular (FCEV) sistémicos e intraoculares, bevacizumab y ranibizumab, se han asociado a algunos eventos cardiovasculares. En un estudio reciente se relacionó a bevacizumab con una crisis hipertensa sistémica. En oftalmología, hace algún tiempo se han estado tratando varias patologías retinianas isquémicas con agentes anti-FCEV. Es importante por lo tanto, investigar profundamente los posibles efectos adversos. Se podría estar induciendo en algunos pacientes, un vasoespasmo al llevar al ojo de la dilatación vascular retiniana a una máxima vasoconstricción.
Pacientes y métodos:
Se realizó un estudio retrospectivo, multicéntrico y colaborativo de una serie de ocho casos.
Bevacizumab intravítreo es un tratamiento oftalmológico relativamente nuevo, cuyos efectos colaterales están aun siendo investigados. Existen varios estudios que han encontrado al tratamiento seguro. Sin embargo, hay pruebas que indican que el diámetro de los vasos es afectado por la droga. Asimismo, hay informes individuales de episodios de hipertensión que indicaron que el tratamiento podría repercutir en el tono vascular. Según un estudio reciente después de bevacizumab intravítreo se producen aumentos extremos de la PIO transitorios en algunos pacientes, aunque esto es poco común, por lo cual se debe controlar la PIO después de la inyección a modo de precaución. Estos aumentos transitorios podrían desencadenar la oclusión vascular en alguno de los ocho casos de esta investigación.
Los pacientes 1 y 2 presentaron oclusión de la vena retiniana central (OVRC) isquémica, la insuficiencia arterial que se hizo evidente después de bevacizumab intravítreo, podría haber existido desde antes, pero estuvo oculta por el efecto vasodilatador del FCEV. El bloqueo de FCEV mediante bevacizumab podría desenmascarar o agravar la insuficiencia arterial. El paciente 3 presentó OVRC de novo, diagnosticada a las cuatro semanas de bevacizumab intravítreo.
Los episodios vasculares en la retina informados podrían ser parte de la historia natural de la patología tratada. No obstante, no se puede excluir la coincidencia, la oclusión podría también estar asociada con un aumento de PIO a un nivel intolerable para este ojo en particular o podría estar relacionada con el efecto vasoconstrictor de los agentes anti-FCEV. Es indispensable realizar un seguimiento cuidadoso de los pacientes con patologías vasculares retinianas isquémicas, que reciban bevacizumab intravítreo. Esto incluye la posibilidad de utilizar dosis menores de agente anti-FCEV y un cuidadoso control de la PIO. Asimismo, deberán realizarse nuevas investigaciones sobre los efectos de bevacizumab en la circulación retiniana. Bevacizumab intravítreo produce una vasoconstricción similar a la provocada por triamcinolona intravítreo.
Paciente 1: el angiograma fluoresceínico en la última etapa venosa muestra oclusión de la arteria retiniana central a los cinco días de bevacizumab intravítreo. La agudeza visual mejoró de conteo de dedos a 6/18, pero el paciente se quejó de visión de túnel.
Paciente 2. El fondo de ojo derecho revela elevación macular serosa y marcada dilatación venosa. La angiografía fluoresceínica mostró falta de perfusión retiniana moderada. La tomografía de coherencia óptica presentó elevación macular serosa
Paciente 2. A las dos semanas de bevacizumab intravítreo, el fondo de ojo derecho muestra puntos algodonosos, hemorragias en la capa de fibra nerviosa, edema de disco y fovea seca. Hay una constricción llamativa tanto en arterias como en venas. El angiograma fluoresceínico del ojo derecho muestra falta de perfusión grave.
Paciente 7. El fondo de ojo derecho y angiografía fluoresceínica de esta mujer de 93 años muestra membrana neovascular subfoveal.
Paciente 7: el fondo de ojo derecho muestra oclusión de vena retiniana central a los 10 días de la inyección intravítreo de bevacizumab.
Conclusiones:
Los episodios vasculares retinianos presentados en esta investigación podrían estar asociados con la patología ocular subyacente en tratamiento o con una patología sistémica subyacente. Podrían también estar relacionados con un aumento de la presión intraocular post-inyección, limitando aun más una perfusión retiniana ya deficiente o relacionarse con el efecto vasoconstrictor del bevacizumab o una combinación de los tres factores.
♦ Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, médico oftalmólogo.
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